Cinco detenidos por crear un «lugar de culto» etarra en un monte de Oiartzun

EL CORREO 04/06/14

· La Guardia Civil desmantela el llamado ‘bosque de los gudaris’, donde se organizaban homenajes a miembros de la banda fallecidos

La Guardia Civil detuvo ayer en Oiartzun a cinco personas acusadas de un delito de enaltecimiento del terrorismo por haber habilitado en el monte Aritxulegi el llamado ‘bosque de los gudaris’, que servía para acoger homenajes a los miembros de ETA fallecidos. En el transcurso de la ‘operación Roble’, desarrollada desde primeras horas de la mañana, los agentes procedieron también a identificar a otros seis jóvenes que a lo largo de la tarde prestaron declaración en el cuartel de Intxaurrondo en San Sebastián.

El operativo dio comienzo en torno a las seis y media de la mañana con el arresto en sus domicilios de Oiartzun de Joaquín Izagirre Elizondo, de 63 años y natural de San Sebastián; el exconcejal por Euskal Herritarrok Francisco Javier Iragorri Gamio, 64 año; Erramun Sagarzazu Gaztelumendi, de 49 años y que en 2012 acabó de cumplir en Francia una condena de diez años por formar parte de ETA; y Francisco Ramón Gaztelumendi Uribarren, de 49 años y nacido en Rentería. Por la tarde a ellos se unió Miren Itziar Iñarra Oiartzabal, de 55 años y domiciliada en Oiartzun.

Según señaló el Ministerio del Interior, todos participaron en la creación de «un lugar emblemático, de culto y homenaje permanente a los miembros de ETA fallecidos, como espacio público para que perdure la memoria de los mismos, y con el objetivo de legitimar su actividad terrorista y mantener vigente el ideario de la banda».

Árboles dedicados
Los arrestados se habrían dedicado a plantar 239 robles dedicados a otros tantos etarras muertos. Cada uno de los retoños tenía una estaca a su lado con una chapa y un número, que servía para identificar el terrorista al que homenajeaba. El número 1 corresponde, según los investigadores, a Txabi Echebarrieta, el primer integrante de la banda, fallecido en 1968. Los dos últimos habían sido dedicados al exdirigente de la organización Xabier López Peña, ‘Thierry’, y a Angel Figueroa Fernández. Los dos murieron el año pasado. Las personas detenidas, que pasarán hoy a disposición judicial en la Audiencia Nacional y declararán ante el juez de guardia, Pablo Ruz, están acusadas, asimismo, de haber organizado un acto de homenaje a estos dos últimos terroristas el pasado 9 de marzo. A los asistentes, alrededor de 600 personas, se les entregó un plano en el que se identificaba el número correspondiente a cada roble con el nombre del etarra al que estaba dedicado el árbol. Durante aquella cita se dieron gritos en favor de ETA.

Tras los arrestos, la Guardia Civil procedió a desmantelar el ‘bosque de los gudaris’. Los agentes arrancaron y retiraron mediante una furgoneta las 239 estacas. Los árboles también fueron cambiados de su ubicación inicial y replantados de forma diseminada en la zona. Las faldas del Aritxulegi acoge a finales de septiembre el llamado ‘día del gudari’. En 2006, en plena tregua, tres encapuchados irrumpieron en el acto y dispararon varias salvas a la par que difundían un comunicado de ETA.

La nota difundida ayer por el Ministerio del Interior subrayó la presencia entre los arrestados del exdirigente etarra Ramón Sagarzazu, alias ‘Txango’ y ‘Lohitzun’, expulsado de Francia en 2012 tras haber cumplido condena de diez años. El terrorista se encontraba en territorio galo desde 1994, cuando huyó a raíz de una operación de la Guardia Civil contra el aparato de mugas.

Su pista desapareció durante tres años hasta que en 1997 fue detenido por la Policía venezolana en el aeropuerto de Caracas. La Audiencia Nacional anunció entonces que no iba a pedir su extradición porque, aunque estaba acusado de colaborar con banda armada, la legislación de Venezuela no contemplaba ese delito. Sagarzazu quedó en libertad y las autoridades chavistas le concedieron un permiso de trabajo. En abril de 2002 regresó a Francia para incorporarse al aparato internacional de ETA, convirtiéndose en su responsable. Con esa condición, mantuvo contactos con representantes del Centro Henri Dunant de Suiza en la fase de preparativos de las conversaciones con el Gobierno español en 2006.