Detienen a un presunto etarra en Francia

  • El supuesto miembro de la banda fue sorprendido tras el robo de un coche
  • Otro sospechoso que le acompañaba huye dándose a la fuga a bordo del vehículo sustraído
  • La Policía gala trata de identificar al detenido, que podría estar herido

Agentes de la Policía francesa han detenido esta noche a un presunto miembro de ETA, tras robar un vehículo en una casa de campo del departamento 24-Dordoña, según informaron fuentes de la lucha antiterrorista. Los hechos han ocurrido cuando dos presuntos etarras se acercaron a bordo de un turismo Peugeot 307 hasta la casa. Uno de los desconocidos se ha apeado y ha robado el coche que estaba estacionado en la finca.

Los dueño, al percatarse, emprendieron la persecución del ladrón. En un momento dado, el sospechoso perdió el control del vehículo sustraído y sufrió un accidente. Los dueños del coche robado retuvieron al ladrón hasta la llegada de la Policía. Mientras tanto, el otro presunto etarra ha aprovechado para darse a la fuga a bordo del Peugeot. La Policía gala puso de inmediato en marcha el ‘plan Epervier’, similar a la ‘operación jaula’ española, con controles en la zona para localizar al huido.

Según algunas fuentes, el presunto etarra detenido podría estar herido y habría sido trasladado hasta un centro sanitario. La Policía francesa trata de identificarlo, cotejando sus huellas dactilares con los archivos de las Fuerzas de Seguridad españolas.

El arresto de este presunto etarra tiene lugar catorce días después de la detención, también en Francia, de Iñaki Domínguez Atxalandabaso, uno de los terroristas más buscados y presunto enlace entre ETA y las FARC. Este pretendía introducir en Francia un importante cargamento de material electrónico de última generación que sirve para fabricar bombas, incluidas antenas de radioaficionado para activar artefactos a distancia.

Domínguez, conocido con los alias de ‘Txomin’ y ‘Patillas’ y uno de los mayores expertos en explosivos de la banda, fue interceptado el jueves día 16 en un control rutinario de la policía gala en la localidad fronteriza de Modane, cuando acaba de entrar a Francia en un tren que había abordado en Turín.

EL CORREO, 30/6/11