Errores del PSOE

Ángela Vallvey, LA RAZÓN, 26/11/11

Mentir negando la dolorosa realidad. Excitar las emociones «negativas» del votante, no su razón. Alimentar la beligerancia, la idea «pelea», con el dogma ideológico decimonónico socialista, frente a la prudencia que requieren las circunstancias. Enviar un mensaje desfasado y voluntarista desdeñando los hechos (paro, congelación de pensiones y sueldos, deterioro del Estado de Bienestar…), erigiéndose como los únicos «buenos» frente a la amenaza y el «programa oculto» de los «malos» (el PP, los mercados, los avarientos capitalistas…). Acusar a sus adversarios –a quienes han convertido en «enemigos», y por tanto en enemigos del «pueblo» cuya representación se arrogan–, de ser la temible «caverna» olvidándose de sanear a su propia «crapule stalinienne» (que diría Dani el Rojo). Los votantes sensibles a ese mensaje han preferido el original a la copia: han elegido a otros partidos más a la izquierda que, al menos, no han tenido la oportunidad, como el PSOE, de traicionar sus supuestos principios ideológicos diciendo una cosa y haciendo justo la contraria. Arrinconar a los más competentes de sus filas, y promocionar el esbirrismo y el petimetrismo entre sus conmilitones. Elegir las dudosas tesis de Philip Pettit sobre el futuro de la socialdemocracia europea. Propagar la idea marxista de que el motor de la historia es una lucha de clases feroz entre opresores y oprimidos, y atribuirse el altivo papel de abogados defensores de esa masa «oprimida» a la que, sin embargo, son ellos quienes recortan el sueldo o congelan las pensiones mientras, por si fuera poco, le endilgan un sermón de seminario. No asumir ni la más mínima responsabilidad respecto a la situación económica del país, presentándose como seres inmaculados, víctimas de «las fuerzas del mal» (el PP, los mercados, los bellacos capitalistas…), lanzando un mensaje que, en fin, a estas horas de la Historia, ya no cuela.

Ángela Vallvey, LA RAZÓN, 26/11/11