Escocia: empezar de cero como ‘nuevo Estado’

EL MUNDO 12/02/13

· Un informe del Gobierno británico dice que deberá solicitar el ingreso en la UE.

Una Escocia independiente debería solicitar su ingreso en la Unión Europea y en otros organismos como un «nuevo Estado», según dice un informe elaborado por expertos en derecho internacional a instancias del Gobierno británico, que ha iniciado así su vigorosa campaña por el no a la secesión ante el referéndum de 2014.

de entrada que no pone en duda la «capacidad» de Escocia para funcionar por libre. «Pero la pregunta real es si Escocia sería más fuerte, más segura, más rica y más justa dentro o fuera del Reino Unido», insistió el , en el momento de poner sobre la mesa los beneficios mutuos de la Unión desde 1707. «Creo que la respuesta está clara»…

El informe, rubricado por los profesores James Crawford y Alan Boyle, insiste en los mismos argumentos adelantados por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso. Sus conclusiones, contenidas en 57 páginas, tuvieron una doble lectura con repercusiones en otros países europeos que se enfrentan al reto independentista. «Si Escocia llega a ser independiente, sólo el resto del Reino Unido continuaría ejerciendo automáticamente los mismos derechos, obligaciones y poderes bajo la ley internacional», determina el informe legal, que considera que existe «un peso abrumador» de la jurisprudencia en este sentido.

El Reino Unido (sin Escocia) sería considerado en este caso como «Estado continuador» a todos los efectos y heredaría automáticamente los derechos y obligaciones de su predecesor. Una Escocia independiente sería calificada como «nuevo Estado», y como tal debería comenzar de cero no sólo ante organismos como la Unión Europea, Naciones Unidas o la OTAN sino incluso ante la Interpol. El informe legal se hizo público ayer, coincidiendo con la publicación de otro estudio sobre la «viabilidad económica» de la independencia presentado ayer por Alex Salmond. El primer ministro escocés ha estado especialmente activo durante las últimas semanas, a la luz de la reciente encuesta de Scottish Social Attitudes, que da un apoyo a la independencia del 23% (el más bajo en una década). Pese a la ventaja en los sondeos, David Cameron ha decidido abandonar la cautela mostrada hasta la fecha y decidió pasar a la ofensiva el domingo, horas antes de la publicación del informe que confirma que Escocia debería ponerse a la cola de la UE si vota por el sí a la independencia. Cameron aseguró premier «Dentro del Reino Unido, Escocia tiene un sistema de Gobierno con lo mejor de dos mundos», insistió Cameron, que criticó a Alex Salmond «por estar preparando ya el plan de transición separatistas, como si lo tuvieran ya en el bolsillo». La opinión de los expertos en Derecho Internacional provocaron por cierto la reacción fulminante de Edimburgo.

La viceprimera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, acusó a Cameron de adoptar «una actitud casi colonial» a la hora de negar los derechos adquiridos por Escocia como «socio igualitario» de la Unión. «Pienso que estamos ante una actitud increíblemente arrogante por parte del Reino Unido», declaró Sturgeon. «De alguna manera, alegan que ellos conservan los derechos, mientras que Escocia no obtiene nada a cambio». Según Sturgeon, el estatus tanto de Escocia como del Reino Unido, en el caso de una victoria del sí en el referéndum, «será determinado no por la interpretación de las leyes sino por la negociación y el acuerdo». De acuerdo con sus propios expertos legales, el Partido Nacional Escocés (SNP) sostiene que Escocia podría negociar sus condiciones en la UE «desde dentro». Alex Salmond asegura incluso que el tiempo que mediaría entre el referéndum (otoño de 2014) y la indendencia de facto (marzo de 2016) sería suficiente para que Escocia negociara su estatus con Bruselas. Salmond presentó también ayer su informe sobre «viabilidad económica de una Escocia independiente», avalado por el Premio Nobel Sir Jim Mirlees y por académicos como Andrew Hughes Hallet y Alex Kemp.

De acuerdo con el informe, «la economía de Escocia es lo bastante fuerte y está tan suficientemente alineada con el resto del Reino Unido, que no sería necesaria una divisa separada». Incluso en el caso de la independencia, Salmond aspira a seguir funcionando con la libra esterlina. El Gobierno británico ha puesto serias objeciones a esta posibilidad. De hecho, el informe legal presentado ayer apunta a la posibilidad de que la UE obligara a Escocia a adoptar el euro como moneda.

EL MUNDO 12/02/13