La Ertzaintza apresa a tres proetarras en busca y captura

ABC 20/01/13

· Dijeron en un vídeo que se iban a ocultar, pero facilitaron su detención al encadenarse en un hotel de San Sebastián.

· Estreno Es la primera actuación de la Policía autónoma contra el complejo ETA tras la vuelta del PNV a Ajuria Enea.

La Ertzaintza de Urkullu se estrenó ayer con la detención de tres proetarras que hace unos días habían divulgado, a través de un «vídeo» colgado en «Gara», su intención de pasar a la clandestinidad y evitar así su ingreso en prisión para cumplir una condena de 6 años por su pertenencia a Segi.

Se trata de Xabier Lujanbio Galparsoro, Maitane Linazasoro López y Arkaitz Anza Illarreta, que primero fueron condenados por la Audiencia Nacional y después, el pasado 18 de diciembre, por el Tribunal Supremo. A principios de enero, los tres anunciaron su intención de «esconderse» para seguir desarrollando su «actividad política». Sin embargo, aprovecharon la manifestación que convocó ayer la plataforma Eleak en su apoyo para hacerse visibles y facilitar su detención. Así, al cabo de la marcha, los condenados se encadenaron a unos barrotes en el exterior del hotel María Cristina. Inmediatamente hicieron acto de presencia agentes de la Ertzaintza que, tras soltarles y comprobar sus identidades, procedieron a su detención.

Lujambio, Linazasoro y Anza fueron detenidos por la Policía Nacional junto a otros proetarras el 18 de abril de 2008, acusados de formar parte de un grupo de «borrokalaris». Los tres ingresaron en prisión aunque Anza fue puesto en libertad bajo fianza en mayo de 2009 y los otros dos un año más tarde.

Adoctrinamiento

El 16 de enero del pasado año la Audiencia Nacional les sentenció a sendas penas de seis años de prisión, penas que fueron confirmadas por el Supremo en diciembre pasado. Las condenas fueron impuestas por el delito de integración en organización terrorista. En el momento de la detención, Maitane Linazasoro era la tesorera del grupo de Segi de Rentería, según la sentencia. Arkaitz Anza, por su parte, era militante de la misma organización a la que se había incorporado «sabiendo que había sido declarada ilegal por su vinculación a ETA y participaba activamente en ella elaborando pancartas en favor de los fines de la organización». A Lujanbio se le condenó por realizar labores de captación y adoctrinamiento.

Segi anunció hace meses su autodisolución, forzada por los golpes que ha recibido en los últimos años por parte de las Fuerzas de Seguridad.

ABC 20/01/13