La foto navarra

EL CORREO 21/05/14
ALBERTO AYALA

· La ausencia de UPN y de Geroa bai obliga a analizar con suma cautela los resultados del 25-M en la comunidad foral
· Para EH Bildu sería un fracaso no superar a los socialistas. El PNV verá su peso real sin socios

La campaña electoral enfila su recta final en el tono más anodino que uno recuerda, incluso para unos comicios europeos. De no haber sido por la zafia exhibición machista del candidato Cañete, metedura de pata que Elena Valenciano y el PSOE se esfuerzan para que dure y dure y dure como las pilas del viejo anuncio televisivo, los medios de comunicación hubiéramos tenido aún más problemas para dar el parte diario de novedades de la carrera hacia las urnas, por la sencilla razón de que prácticamente no las hay.

El PP insiste erre que erre en la herencia recibida de Zapatero, del todo inolvidable. Los socialistas caminan pegados a la denuncia de los recortes de Rajoy que han empobrecido a la población española, sin olvidar a Cañete, a quien su partido practicamente ha silenciado para evitar algún otro ‘susto’. Y las fuerzas menores buscan abrirse un hueco o incrementar su peso remarcando las mínimas diferencias entre los dos grandes, tanto cuando Bruselas exige plegarse a sus demandas como en su animadversión a empezar la regeneración de la vida pública española.

Ayer, populares vascos y navarros sí ofrecieron una foto un tanto inusual. Sus máximos dirigentes, Arantza Quiroga y Enrique Martín, y sus candidatos a eudiputado Pablo Zalba y Zoe Nubla, se trasladaron al norte de la comunidad foral, a Vera, para protagonizar un acto conjunto. El objetivo, reivindicar que es posible una colaboración leal entre ambas comunidades sin cuestionar sus respectivas señas de identidad.

Con la imagen, las dos organizaciones populares, ambas con sus urgencias, trataban de sacar la cabeza siquiera por un instante en esta campaña. Los conservadores vascos, ahora liderados por Quiroga, no pueden permitirse otro retroceso el domingo tras dejarse a dos de cada tres votantes por el camino en los últimos años. Los de la comunidad foral necesitan repetir victoria, sí o sí. Sería la quinta consecutiva en unas europeas.

Cuatro claves
Los comicios del domingo son la primera cita con las urnas tras la convulsión política que ha sacudido al viejo reyno en el último año y medio. Primero fue el escándalo de las dietas de Caja Navarra y luego su desaparición, engullida a precio de saldo por La Caixa. Hace unas semanas, el esperpéntico episodio de la fallida moción de censura del PSN contra la presidenta Barcina, abortada por Rubalcaba para no correr riesgos este domingo.

La ausencia de UPN y de Geroa Bai (la coalición del PNV), que no se presentan a estas europeas, va a hacer difícil extraer conclusiones del veredicto ciudadano el 25-M. Aun así, con todas las cautelas, las urnas ofrecerán algunos indicios, importantes, a un año de la renovación del Parlamento de Navarra.

En primer lugar habrá que ver si el electorado de UPN vota de nuevo en bloque la lista popular, y en qué porcentaje. También si los socialistas, que ganaron las dos primeras elecciones a la Cámara comunitaria y fueron segundos en las cuatro siguientes, repiten medalla de plata o se confirma el castigo que vaticinan algunos sondeos y muchos analistas.

En el campo nacionalista, se comprobará hasta qué punto se ha beneficiado la izquierda abertzale del descrédito de UPN y el PSN. La antigua Batasuna –o planchas situadas en su órbita– ha sido tercera en cuatro de las seis convocatorias europeas. No subir al menos un escalón este domingo constituiría un evidente fracaso.

El PNV, que lleva años en una cómoda posición inserto primero en la coalición Nafarroa Bai y ahora en Geroa Bai, podrá comprobar su valor real en Navarra sin socios y, sobre todo, sin el tirón de la carismática periodista pamplonesa Uxue Barkos.