Los vascos reclaman «unidad» a los partidos para apuntalar el final definitivo de ETA

EL CORREO, 4/2/12

Tres de cada cuatro creen que los presos deben pedir perdón a las víctimas, aunque apoyan su acercamiento

Los vascos reclaman a los partidos un acuerdo plural para apuntalar el final de ETA y afrontar los retos que se abren en una Euskadi cada vez más optimista en el cierre definitivo del ciclo de la violencia. Esta es una de las principales conclusiones que se recogen en el último Euskobarómetro, el estudio sociológico que elaboran casa seis meses expertos de la UPV sobre la situación política del país. Por una «abrumadora y creciente mayoría», los entrevistados exigen «unidad» a las formaciones democráticas para abordar la desaparición del terrorismo, tras el cese de «la actividad armada» decretado por la banda el pasado 20 de octubre.

LAS CLAVES
OPTIMISMO «Por primera vez» los encuestados confían en la voluntad de la banda de renunciar a la violencia
GENEROSIDAD Y FIRMEZA Más del 70% quiere un relato «sin vencedores y vencidos», pero exige un final sin impunidad

Y lo hacen sin distinciones de ideologías. En una sociedad en la que se mantienen las diferencias entre nacionalistas y no nacionalistas, la investigación revela la importancia que conceden los encuestados a un consenso transversal para poder abrir la etapa de la convivencia en el País Vasco. Un 87% de la población pide ese pacto, en una solicitud que gana adeptos y que concita el apoyo de todos los electorados. Desde el 73% de los votantes de Amaiur, hasta el 97% de los simpatizantes socialistas y de EB. En medio, los demás.

Petición casi unánime

Es casi unánime la petición de unidad para gestionar el final de ETA, en una solicitud que entronca con la columna del actual discurso de los partidos. Con distintos matices, todos ellos han llegado a la conclusión de la necesaria conciliación de intereses para hacer irreversible la desaparición de la violencia y afrontar un nuevo tiempo de paz. El PP acaba de plantear formalmente un liderazgo compartido a PSE y PNV, quienes defienden la búsqueda de un mínimo común denominador para encauzar el proceso de final del terrorismo. La izquierda abertzale reivindica asimismo su participación en un diálogo «inclusivo».

El Euskobarómetro, presentado ayer por su director, Francisco José Llera, parece haber recogido parte de este sentir de la sociedad vasca en el análisis de situación del segundo semestre de 2011. El trabajo de campo, elaborado a partir de 1.200 entrevistas personales, ha sido realizado en un momento clave de la política, entre el 25 de noviembre y el 19 de diciembre. Es decir, recoge tres momentos cruciales: un diagnóstico ya reposado sobre el cese definitivo de ETA, el triunfo por mayoría absoluta de Mariano Rajoy en las elecciones generales del 20 de noviembre y la fuerte irrupción electoral de Amaiur.

Los sociólogos destacan la llamada a la unidad por su carácter transversal. Pocos emplazamientos logran tantos apoyos como la necesidad de un gran acuerdo para asentar el nuevo tiempo sin ETA, en una sociedad que discrepa sobre el mejor modelo de país y que expresa diferentes sentimientos de identidad. Más allá del «’buenismo’» con el que los encuestados hayan querido adentrarse en el inexplorado territorio de la paz, los expertos resaltan que la petición para gestionar la desaparición de la violencia desde el acuerdo se mantiene al alza. Ha ganado siete puntos con respecto a la anterior oleada, que evaluó el primer semestre de 2011.

Incluso, los vascos consideran «imprescindible» el acuerdo entre PP y PSOE en esta materia, ahora que los populares han desplazado a los socialistas al frente del Gobierno central. En una tendencia «creciente», el 59% de los entrevistados reclama un clima de consenso a ambos partidos. Los no nacionalistas defienden en mayor número esta petición (76%), pero eso no quiere decir que la izquierda abertzale no lo quiera. Un 57% de los votantes de Amaiur también está a favor de la concordia entre las dos grandes formaciones en España para gestionar con garantías la desaparición definitiva de ETA.

Otra cosa es con qué hoja de ruta. El Euskobarómetro mide algunas de las cuestiones que últimamente son actualidad en la política vasca. Según los sociólogos, los encuestados oscilan entre la generosidad y la firmeza. Por ejemplo, hay una opinión muy extendida en favor del acercamiento de presos, respaldado por el 75% de los entrevistados. Sin embargo, se mantiene la exigencia a la banda, a la que se reclama su desarme antes de dar ningún paso. Esta petición es apoyada por el 73% de los vascos, que exigen en mayor porcentaje (77%) a los reclusos terroristas que pidan perdón a las víctimas.

División sobre la negociación

Los ciudadanos se muestran divididos por la reinserción de presos y la negociación entre el Gobierno y ETA. Aunque la mayoría respalda este eventual diálogo, cuatro de cada diez ciudadanos lo condiciona a que la banda abandone antes las armas de forma fehaciente.

Pese a que los vascos mantienen, por encima de ideologías, altas cotas de exigencia en varios capítulos sobre el final de ETA, la mayoría se decanta por un relato en el que no haya «ni vencedores ni vencidos», una de las tesis que defiende la izquierda abertzale. Pero eso no quiere decir que apoyen un final con impunidad. Al contrario, el 71% de los entrevistados declara que los presuntos terroristas «deben presentarse ante la justicia».

Los vascos refuerzan su optimismo sobre el nuevo tiempo abierto sin ETA, en unos porcentajes hasta ahora sin precedentes en el Euskobarómetro. El 68% se muestra optimista, en mayor medida entre los votantes de Amaiur (89%) y en menor en el electorado del PP -el 36% se declara aún pesimista-. Pero, «por primera vez», se destapa una «confianza mayoritaria» en la sociedad en dos asuntos capitales: la voluntad de ETA para renunciar a la violencia para siempre y de la izquierda abertzale para aceptar las reglas de juego democráticas.

EL CORREO, 4/2/12