Malestar de España con Chávez

España manifestó ayer un profundo malestar por el calificativo de «cobardía política» empleado por Venezuela para describir la actitud de algunos miembros del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que habrían vinculado al país sudamericano con ETA.

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La cancillería venezolana había calificado de «cobardes políticos» a miembros del gobierno de Zapatero

España manifestó ayer un profundo malestar por el calificativo de «cobardía política» empleado por Venezuela para describir la actitud de algunos miembros del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que habrían vinculado al país sudamericano con ETA.
La ministra de Asuntos Exteriores española, Trinidad Jiménez, llamó ayer por la mañana al embajador de Venezuela en España para comunicarle el enojo del gobierno con un comunicado emitido anteayer por la cancillería del gobierno de Hugo Chávez, en una nueva escalada de tensión diplomática entre ambos países por la presunta instrucción que habrían recibido en suelo venezolano algunos terroristas vascos.

«Existe un profundo malestar en el gobierno español en relación con la nota, entendemos que se vierten acusaciones que son inaceptables y que son injustificables», dijo el vicepresidente primero del gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba.

El también ministro del Interior es uno de los políticos a los que el gobierno de Chávez acusa de asociar a Venezuela con ETA. Jiménez y el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, son otros de los citados.

En un comunicado difundido anteayer, Caracas rechazó «tajantemente» las declaraciones de miembros del gobierno español que asociaron «al pueblo y al gobierno de Venezuela con la banda terrorista ETA».

«El gobierno bolivariano considera una demostración de cobardía política que la clase política española pretenda justificar su fracaso en la lucha contra este flagelo, intentando endorsárselo al gobierno y al pueblo de Venezuela», indica el comunicado. También señala que Venezuela es un país «extraño a este violento fenómeno cuya única raíz y razón de ser se encuentra en España» y agrega que el pueblo y el gobierno venezolano «son objeto día tras día de una violenta campaña de terrorismo psicológico ejercida por la muy sensacionalista prensa española».

Confesión de etarras

Los supuestos vínculos del gobierno de Chávez con ETA ya provocaron un cruce diplomático entre Madrid y Caracas en marzo pasado. En ese entonces, ambos países saldaron la polémica con un compromiso para luchar contra el terrorismo.

Un auto judicial de la Audiencia Nacional española difundido a principios de octubre reveló que Juan Carlos Besance y Xabier Atristain, detenidos por tenencia de explosivos y armas, y por integrar una organización terrorista, afirmaron haber recibido instrucciones en territorio venezolano en 2008.

Pérez Rubalcaba dijo en ese entonces que el hecho de que dos presuntos etarras confesaran que habían sido entrenados en Venezuela no confirmaba una relación del gobierno de Chávez con la agrupación vasca.

«Queremos que la colaboración con Venezuela en la lucha contra el terrorismo se mejore, y vamos a seguir trabajando para que sea así», manifestó ayer Pérez Rubalcaba.

La semana pasada, España solicitó a Venezuela la extradición del presunto etarra Arturo Cubillas, de 45 años, por diversos delitos de terrorismo relacionados con el supuesto entrenamiento de miembros de ETA y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

La Audiencia española considera que Cubillas -que ostentó cargos públicos durante la presidencia de Chávez- es el responsable de la conducción de ETA en esa zona de América y de la coordinación de las relaciones con las FARC.

Venezuela ha abierto una investigación sobre las actividades de Cubillas, pero Chávez niega siempre cualquier colaboración con ETA.

La Nación (Argentina), 6/11/2010