Mas ignora la mano tendida por Rajoy y por el Príncipe

EL MUNDO 09/01/13

Frente a las «vías de entendimiento» y el «juntemos fuerzas» se aferra al victimismo y pone a Europa como única referencia.

La histórica llegada de la alta velocidad ferroviaria hasta la frontera francesa sirvió ayer para que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de Cataluña, Artur Mas, exhibieran, bajo la atenta mirada del Príncipe, sus intenciones respecto al desafío institucional que ha planteado la Generalitat. Si Don Felipe subrayó la necesidad de «juntar fuerzas» para salir de la crisis, Rajoy aprovechó los 131 kilómetros de nuevos raíles de AVE para ofrecer al Ejecutivo catalán «vías de entendimiento»; pero Mas desdeñó esa vía de escape a su plan soberanista y, aunque se mostró menos combativo de lo esperado, apostó por volverse hacia el otro lado de la aduana: «La auténtica unidad de mercado debemos buscarla a escala europea».

El primer viaje de un AVE entre Barcelona, Gerona y Figueras congregó ayer a un sinfín de políticos, empresarios y periodistas, que llenaron todos los vagones del tren. A la esperada conexión de alta velocidad con Francia se unía el morbo del primer encuentro entre Mas y Rajoy desde las elecciones catalanas, que supusieron un varapalo para el proyecto independentista que el president todavía pretende llevar a cabo. Con el añadido de que presidía el acto el Príncipe, una figura que algunos nacionalistas han señalado como clave en el «proceso» catalán.

Pero el encuentro a alto nivel decepcionó un poco. Rajoy y Mas se mostraron cordiales y hablaron de fútbol y de las comidas navideñas en Barcelona. Sólo el presidente del Gobierno salió a recibir al Príncipe en la estación de Sants, pero fue por cuestiones de protocolo, según fuentes del Ejecutivo.

Luego, una vez el tren había dejado Figueras y había llegado hasta Gerona, Mas mostró una cara menos reivindicativa de lo que lo había hecho, por ejemplo, la semana pasada, cuando inauguró la autovía entre Gerona y Lérida. «Cuando dependemos de fuera, las cosas van más lentas o no van», dijo entonces el presidente catalán.

Ayer no fue tan lejos, aunque se esforzó por transmitir frialdad. Mas se limitó a subrayar que «queda pendiente» completar el trazado del corredor mediterráneo, que conectará toda la cornisa levantina con el resto del continente. Además, y en respuesta al discurso empresarial sobre la importancia de la unidad del mercado español, afirmó que esa homogeneización hay que buscarla «a escala europea».

En su discurso, Mas no olvidó tampoco el argumento del maltrato a Cataluña, que tanto usó en la última campaña electoral. Su comunidad, aseguró, «es el territorio del Estado con menos dotación de infraestructuras públicas». Sin embargo, fuentes de Fomento respondieron que, «entre 2000 y 2012», la inversión del Ministerio en Cataluña «asciende a 21.616,3 millones de euros», y que, «en términos absolutos, Barcelona es la provincia de España con mayor volumen de inversión de Fomento» en 2013.

Rajoy mantuvo su estrategia de no dar a CiU argumentos para el victimismo, y también insistió en que Cataluña es una prioridad para su Gobierno. «Es la primera comunidad que tiene todas sus capitales de provincia conectadas entre sí por la alta velocidad», recordó, por ejemplo.

Además, destacó que una de las ventajas del AVE es que «busca abolir distancias y unir territorios», en clara alusión al plan soberanista que, empezando por la convocatoria de una consulta, ha emprendido Mas.

El Príncipe, por su parte, subrayó que España es ya el país con más kilómetros de vías de alta velocidad de Europa. En un discurso en el que alternó el castellano y el catalán, sostuvo: «Este acto es la demostración de que somos un país en marcha. Juntando nuestras fuerzas, afrontaremos con éxito nuestro futuro».

EL MUNDO 09/01/13