Memorias líquidas

SANTIAGO GONZÁLEZ, EL MUNDO 27/11/13

· El problema de las memorias suele ser de naturaleza doble: tienden a suavizar las aristas de los hechos para permitir una interpretación que deje a salvo la imagen del autobiografiado. Sólo recuerdo dos memorias que sortean este peligro: Autorretrato sin retoques, de Jesús Pardo, que producía la impresión contraria, la de que algunas vilezas que se atribuía eran inventadas. Recuerdo haber pensado: «Tiene que tratarse de una exageración. En la vida real no existen hijos de puta tan perfectos».

Las otras son las memorias de mi querido Teo Uriarte. El autor es un espectador perplejo ante los hechos; renuncia a su cuota de protagonismo para dejar fluir al narrador, al testigo. Ésta no es, ciertamente, una virtud que compartan los libros que en este mes han presentado los tres últimos presidentes (González, Aznar y Zapatero) y el gran Solbes, el ministro de las dos últimas grandes crisis económicas: la de comienzo de los 90 y la de 2008.

Zapatero, que fue muy mal presidente, está resultando un ex presidente modélico. En su libro, dijo, no hay una crítica personal a nadie, lo que habla muy a favor de su buen talante, pero de donde ya se deduce que va a tener poco interés. Es mucho más útil acercarse a sus hagiografías, un suponer, la de Suso de Toro, y multiplicar por menos uno.

Sólo hubo «error» al reconocer la crisis, «no engaño ni ocultación», dijo ayer a los medios. Eso sí, el error fue grande, de libro. Recuerden: «España es la que más partidos gana, la que más goles mete en la Champions League de las grandes economías del mundo», en septiembre de 2007; «motivos para creer. Por el pleno empleo», en marzo de 2008. Cierto que un desiderátum no es una mentira, pero el dilema no es consolador: elegir entre la mentira o la confesión de incompetencia.

¿Le entregó el vicepresidente un informe negativo? Es dudoso. José Luis no solía admitir que se le llevara la contraria. De hecho, Solbes –no Solbes, cualquier estudiante de primer curso de Economía– se habría escandalizado con la reforma fiscal de 2007, la devolución universal de los 400 euros, los 2.500 euros por parto y los 210 euros de renta de emancipación. Si alguien le explicó en esos términos a Keynes, lo hizo a destiempo. A finales de 2009 pronosticó empleo neto para 2010; bueno, de hecho empezó a anunciar que «la recuperación económica ya se ha iniciado» el 23 de noviembre de 2009 (The Economist) y no paró hasta la Nochevieja de 2010 (Las Provincias).

Como los padres de Woody Allen: «Siempre he tenido buenas relaciones con mis padres. Me parece que sólo me pegaron una vez durante toda mi infancia. Empezaron el 23 de diciembre de 1942 y acabaron en la primavera de 1944».

SANTIAGO GONZÁLEZ, EL MUNDO 27/11/13