Messi somos todos

EL CORREO 16/06/13
J. M. RUIZ SOROA

El mundo se divide en tontos y listos históricos desde siempre

Andaba Messi un poco cabreado estos días a cuenta de la facilona y populista querella que ha registrado en su contra la Fiscalía, acusándole de no pagar todos los impuestos que le corresponden en función de sus ganancias, así como de haber montado un tinglado societario para que este impago sea legal. ¿Y por qué tengo yo que pagar esa millonada de impuestos que pretende el fisco español?, pensaba. ¿Es que no es suficiente con todo lo que ya pago en mi IRPF, que equivale seguramente a lo que pagan en conjunto muchos miles de españoles? ¿Por qué no tienen en cuenta mi singularidad, es decir, que soy el mejor jugador del mundo y que para los españoles es un lujo verme jugar en su liga? ¿Por qué tengo yo que sostener con mis impuestos a miles de parados y desocupados, o pagar la enseñanza y la sanidad de los andaluces –por ejemplo– cuando ellos no dan palo al agua y yo me mato a entrenar? Una cosa, reflexionaba Messi, es la justicia fiscal y otra es la uniformidad tributaria: el fisco no puede ignorar mi especifidad como caso único, mi historia desde pequeñito como crack futbolístico. Me he ganado a pulso un trato especial porque yo no soy como los demás, tengo méritos que nadie tiene. Y si no, que jueguen ellos al fútbol y verán lo que se divierten.

Messi se calla en público, sin embargo, porque sus asesores legales y de imagen le han convencido de que ese tipo de discurso –tan de sentido común– no es popular en estos tiempos que corren. No está bien visto reclamar un trato privilegiado fiscal sólo porque uno es una estrella del fútbol con mejor gambeteo que los demás. Se hace, sí, faltaba más, pero uno no lo proclama con la cabeza alta sino que lo camufla con toda la ingeniería fiscal que pueda.

Bueno, pues resulta que por aquí vivimos un par de millones de Messi que llevamos más de un siglo practicando esa misma filosofía: los vascos y navarros. Nosotros nos quedamos con nuestro producto y nuestras ganancias, que es mucho y substancioso porque somos muy listos y hacendosos, y nos negamos de raíz a contribuir a las necesidades de los españoles de otras regiones pobretonas. Sus necesidades, su enseñanza, su sanidad y sus autovías que se las paguen ellos –si pueden– y si no que se aguanten. O que se las paguen otros jugadores ricos que no han sabido montárselo a tiempo, como los catalanes, madrileños, baleares o valencianos, que fueron tan tontos de tragar un sistema fiscal igualitarista. El mundo se divide en tontos y listos históricos desde siempre. Nosotros hemos sido siempre más listos que ellos y hemos sabido montárnoslo desde el régimen antiguo: es una ingeniería simple, pero eficaz: se lama concierto, convenio y cupo. Y la historia no puede corregirse, faltaba más.

La diferencia con Messi no es lo que hacemos, en absoluto, sino lo que decimos. Messi se calla su elitismo fiscal porque los tiempos no están para aguantar a ricos insolidarios que presumen de gambeteros excelsos. En cambio, los gerentes de ‘Euskadi Sociedad Anónima’ y ‘Navarra Sociedad Anónima’ reacionan en público con orgullo y desprecio cuauando a un patán populista (además socialistlista, fíjense) se le ocurre ponernos una querella ante la opinión pública. ¡Será idiota el tío! ¿Es que no sabe que nosotros tenemos el privilegio ancestral de no pagar desde la noche de los tiempos, antes de que Dios fuera Dios y el mundo fuera mundo? ¿Es que no sabe que nos lo merecemos, y más, por la razón evidente de que somos vascos o navarros? ¿Es que pretende implantar una política tan absurda como la de que todos contribuyan por igual a las cargas de todos? ¡Socialista tenía que ser este gilipollas! ¿Cómo vamos a pagar lolo mismo los vascos y los catalanes, cuando hasta el más ciego se da cuenta de que no somos iguales que los demás españoles? Entérese, Sr. Navarro (que parece mentira su nombre), usted es catalán, nosotros somos vascos o navarros. ¿No se da cuenta de la diferencia abismal de identidad que hay entre nosotros? ¿Y no se da cuenta de que la identidad justifica el privilegio?

Pase que ustedes pidan la independencia. Allá ustedes si quieren dejar de ser españoles. Pero si se quedan en el equipo nacional, ni se les ocurra pensar que todos somos iguales en ese equipo. Unos somos Messi –y eso conllevava un trato especial– y los demás sois morralla igualitarista, unos trotones del campo que bastante suerte tenéis con contarnos en el equipo. ¡Pues sólo faltaba que encima de quedarnos en este equipo de matados tuviéramos que contribuir a vuestras necesidades, y ayudaros a pagar la enseñanza de vuestros hijos o la sanidad de vuestros enfermos! La identidad está antes de la igualdad, eso lo sabe hasta el más bobo en esta sociedad nuestra.

Además, para que se entere, hasta la Constitución actual recoge el privilegio de vascos y navarros, lo cual es un argumento inapelable. Lo conseguimos en su día con nuestro trabajo callado, mientras que ustedes los catalanes se reían de nosotros y decían que el sistema de concierto no era moderno ni eficaz. Nosotros nos callamos, pusimos unos cuantos muertos en la mesa y convencimos a los españoles de que si nos daban el concierto los muertos se acababan volando. ¿Capta la táctica? Y así fue. Nos lo dieron, y en cuarenta años se acabaron los muertos. Así que a aguantarse y a respetar la regla fundamental: Santa Rita, lo que se da no se quita. ¡So borrego!