Miles de españoles apoyan en Madrid a sus «compatriotas vascos y catalanes»

ABC 07/12/12

«No vamos a tolerar que la unidad de España se precipite por el sumidero de la Historia».

Miles de ciudadanos abarrotaron ayer la Plaza de Colón, en el corazón de Madrid, para defender la unidad de España y proclamar a los cuatro vientos que no permanecerán impasibles ante las pretensiones de los independentistas de fragmentarla. Secundaban así la convocatoria de la Fundación Denaes, que había recibido el apoyo de gentes de izquierdas y de derechas.

En un ambiente plenamente festivo, los asistentes exhibieron numerosas banderas de España, en ocasiones unidas a la señera catalana, además de pancartas con mensajes como «los nacionalismos dividen y enfrentan», «Barça+Madrid+otros=La Roja» o «Mas también quiere dividirnos a los catalanes». Entre los asistentes figuraron el vicepresidente del Parlamento Europeo, Alejo Vidal-Quadras; el eurodiputado Carlos Iturgaiz, al que no pudo acompañar Jaime Mayor por haber sufrido un accidente que le mantiene de baja; la exalcaldesa popular de Lizarza, Regina Otaola; el concejal del PP en Elorrio, Carlos García; el funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara y el portavoz de Ciutadans en elParlamento catalán, Jordi Cañas, quien calificó como «vergonzosa» la ausencia de representantes del PSOE, pese a que socialistas como Joaquín Leguina, Nicolás Redondo o Teo Uriarte habían apoyado la convocatoria. No obstante, durante el acto se leyeron mensajes de adhesión enviados por el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa; el exdiputado de IU Pablo Castellano, y la expresidenta del PP vasco, María San Gil, que se encuentran entre quienes han suscrito el manifiesto «España somos todos».

Himno con letra de Juaristi

Durante el acto, sonó en dos ocasiones una versión del Himno Nacional con letra de Jon Juaristi, y cantada por la joven promesa Elena Fernández de Córdoba y, después, por la hispano cubana Yanela Brooks, que participa en el programa televisivo «La Voz».

En su intervención, el presidente de Denaes, Santiago Abascal, recordó la proclama que en 1808, en el contexto de la Guerra de la Independencia, lanzaron los «vascongados» al resto de españoles: «Aragoneses, valencianos, andaluces, gallegos, leoneses, castellanos, catalanes, todos nombres preciosos y de dulce recuerdo para España, olvidad por un momento estos mismos nombres de eterna memoria y no os llaméis sino españoles». En otro momento, Abascal recordó cómo hace pocos meses «nos llamaban agoreros, fatalistas» y «se nos caticaturizaba» como «los del España se rompe». Pues bien, «ya nadie puede hacer chanzas, porque «ya están llamando a la puerta los que quieren romper España», y el peligro para su unidad es «gravísimo».

En otro momento, el presidente de Denaes alertó de que una parte de la población, por pereza, ceguera, educación… o «por el deseo de esquivar disputas», aún no le da a este órdago secesionista, «que está sobre la mesa», la importancia que tiene. Ello, pese a que los independentistas «están bien financiados con nuestros propios impuestos, asistidos por la poderosa arma de la educación, una educación adoctrinadora, y una doctrima falseada, que no han dudado en usar contra España».

«Provocación nacionalista»

En su opinión, «otros españoles bienintencionados», por hartazgo, «han caído en la trampa de los separatistas, y sostienen «esa frase fatal y derrotista: ¡que se vayan, que les den la independencia!». «No caigamos en su provocación», pidió. «¿Cómo íbamos a permitir eso? ¿Cómo vamos a aceptar que se vayan solo por no oír a los cabecillas separatistas». «Queremos a nuestros compatriotas catalanes y vascos y nunca nos permitiremos abandonar a esos compatriotas a su suerte. Menos aún a los más débiles; a aquellos que están siendo discriminados por el nacionalismo», sentenció. «No vamos a tolerar que la unidad de España se precipite por el sumidero de la Historia –advirtió–. Al menos no lo vamos a tolerar mansamente y sin ofrecer resistencia, sentados en nuestros sofás, viendo el televisor».

Tras exigir que se cumplan las leyes y que «los separatistas no ataquen impunemente las libertades y la igualdad ciudadana», Abascal se mostró convencido de que «nuestros gobernantes se verán obligados a decir basta a los separatistas y a actuar con determinación y con firmeza desconocidas en décadas». En su opinión, «el pueblo español sabrá comprender, e incluso aplaudir, esa determinación».

Durante el acto, Carmelo González narró el vía crucis que vivió en Cataluña para que su hijo aprendiera en castellano y, ante la imposibilidad, se desplazó a Canarias «el punto más lejano de mis perseguidores».

ABC 07/12/12