Nada que negociar

ABC 17/09/13
JUAN CARLOS GIRAUTA

¿Nadie se detiene a reflexionar sobre la intoxicación de la cuna a la tumba, sobre cómo Mas ha envenenado el ambiente?

« SI los catalanes lo queremos tanto, al final España se tendrá que rendir», nos cuenta Estel, de 13 años, en el canal infantil de TV3, que ha dedicado un programa especial a los niños de la Diada, versión local de los pioneritos de Castro. «En 1714 dejamos de ser independientes», informa Anna, 12 años. Esta disposición de los chavales a pensar en España como enemigo a batir (¡queriéndolo mucho, pensándolo muy fuerte!), o a repetir mentiras históricas de manual de las juventudes convergentes, es representativa de lo que sucede. Así es la Cataluña más indefensa, así será Cataluña toda en el futuro si no se corrige esta tenaz manipulación que, fuera de los círculos enloquecidos y liberticidas de la educación y la televisión pública, repugna.
En una típica inversión de la relación víctimavictimario, la presidenta de Òmnium Cultural, la de las dos mentiras, dio en comparar con maltratadores infantiles a los padres que solicitan educación en castellano. La «catalanización de la enseñanza», prioridad nacionalista desde los años ochenta, tenía mucho menos que ver con la lengua del aula que con la implantación de una ideología. El nacionalismo ha abusado de los niños. Toma nota, viejo. Los ha penetrado sentimental e intelectualmente. Se trata de una violación; recuperarse les resultará muy difícil. Cuando me citen lo anterior los comisarios políticos y señaladores de turno con carné de periodista de Barcelona o de Madrid, no olviden olvidar las palabras de la presidenta de Òmnium.
El diálogo de Rajoy con esa gente, sin fecha de caducidad, está en marcha. No deberían temer que lo llamemos negociación. Lo es incluso dentro del marco legal, no nos engañemos. Es feo que la negociación sea secreta, que busque los restaurantes y los rincones, que eluda el parlamento y la luz. Pero amén de la luz elude las luces. Hay que carecer de ellas para creerse que el movimiento nacionalista-secesionista catalán va a conformarse con el pacto fiscal que –ahora sí– le quieren dar a Mas. Cuando prometen a los programadores de pioneritos el «bloqueo» de la inmersión lingüística (que es ideológica), ¿cómo piensan cumplir? ¿Qué hacemos con las sentencias del TC, el TS y el TSJC?
En los momentos de relajo y camaradería, porque al fin y al cabo nos necesitamos, porque todos somos gente de orden, y porque fíjate lo que puede pasar en las elecciones generales de 2015, y porque a los de Esquerra los vamos a soltar deprisa, y tal, y cual… cuando sale la palabra «consulta» y especulan con preguntarle al personal cosillas varias «dentro del marco legal», ¿nadie se detiene a reflexionar sobre la intoxicación de la cuna a la tumba, sobre cómo Mas ha envenenado el ambiente? ¿Nadie comprende que Convergència va a perder las elecciones catalanas, que Junqueras se lo ha llevado al huerto? ¿Quién creen que tiene el decisivo censo de la cadena humana?