Negociación en la calle

Los escoltas de los ediles amenazados siguen sin poder entrar en el Ayuntamiento de Andoain (Guipúzcoa), donde gobiernan los independentistas de Bildu. La alcaldesa, Ana Carrere, mantiene la orden que les impide el acceso a las dependencias municipales.

Esta prohibición provocó ayer un hecho completamente surrealista. Cuando el portavoz socialista y exregidor, Estanis Amuchástegui, acudió a primera hora de la mañana a la reunión que tenía concertada con Carrere para tratar de encauzar la polémica por las medidas de seguridad en la casa consistorial, se encontró con que la Policía Local no le permitió pasar adentro con sus guardaespaldas. Amuchástegui se negó a entrar solo, por lo que la alcaldesa optó por salir a la calle para celebrar la reunión.

«Hemos estado hablando unos 20 minutos, de pie, en los soportales del Ayuntamiento», explicó Amuchástegui. Según su versión, la alcaldesa le hizo ver que su decisión de prohibir la entrada de los escoltas en el Ayuntamiento es una muestra de que la situación política en el País Vasco se está «normalizando». Carrere le indicó asimismo que la Policía Local es «suficiente» para garantizar la seguridad de los ediles amenazados. «La normalidad que ella dice no existirá para los concejales socialistas mientas exista ETA», le replicó el portavoz socialista, para quien detrás de la decisión de la regidora hay un «pulso» y «el deseo de vender a los ciudadanos la sensación de que no existe ETA».

«Yo necesito a los escoltas para que garanticen mi seguridad. Solo quiero que los escoltas revisen las instalaciones antes de que yo entre al edificio y comprueben que no hay ningún problema», le comentó el portavoz del PSE.

Amuchástegui acudió a la reunión con la alcaldesa con una propuesta para reconducir la crisis abierta en el municipio por este asunto. Los socialistas están dispuestos a que al menos se permita acceder a uno de sus escoltas para que revise las dependencias municipales a las que se dirigen los concejales. Una vez realizada esta inspección, el escolta se mantendría «fuera del Ayuntamiento, como han hecho hasta ahora», aseguró Amuchástegui. Carrere quedó en analizar esta solución y volver a reunirse.

El exalcalde de Andoain afirmó que impedir la entrada de los escoltas en los edificios municipales «reduce la seguridad de los concejales», dado que el mismo día que Carrere tomó posesión de su cargo, el pasado 11 de junio, fueron retirados el arco detector de metales y el escáner de la entrada consistorial.

Carrere tiene previsto reunirse hoy con Asunción Guerra, la única edil del PP, quien también va a plantear que se permita a los escoltas realizar una revisión previa, tras la que abandonarían las instalaciones.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó ayer que el problema de los escoltas en Andoain «ya se está resolviendo». El ministro añadió que Bildu, «al ser un partido que está en democracia, tiene que cumplir la ley, y la va a cumplir», como hacen todos los gobernantes.

EL PAÍS, 28/6/2011