Ni bloqueo ni pinza…

TONIA ETXARRI, EL CORREO 22/05/2013

Tonia Etxarri
Tonia Etxarri

· Ni acuerdo. A falta de pacto de estabilidad (rebajado con la búsqueda de acuerdos básicos en política fiscal y económica), el lehendakari no se podía permitir que de la cumbre con los partidos del Parlamento saliera ayer fumata negra. Pero es lo que, prácticamente, ocurrió. Se conformaba con sacar adelante un apoyo para presentar a la sociedad una reforma fiscal. Pero el estilo de Urkullu de exponer a los demás la pésima situación económica que estamos atravesando, sin proponer nada más concreto que la necesidad de consenso, le llevó una vez más a posponer los problemas. De hecho, el lehendakari ha intentado salir del paso con un calendario de nuevas convocatorias, ahora, eso sí, bilaterales. Con la secreta esperanza de que, al final, sean los socialistas de Patxi López quienes le resuelvan el problema. Cuestión de tiempo.

Con esta cumbre, corregida en forma (en la Lehendakaritza en lugar de Ajuria Enea para evitar que le critiquen por pretender emular al gran pacto de 1988, y sin fotos para que nadie le acuse de buscar en una imagen la compañía que no tiene en el Parlamento), el lehendakari quiso volver a intentarlo.

Si la oposición no había ocultado su escepticismo antes de comenzar la cumbre, no era debido a una intención de «bloquear» (como suele decir el PNV) cualquier iniciativa del lehendakari, sino porque ya habían constatado sus diferencias donde hay que hacerlo: en el Parlamento. Y la distancia entre el Gobierno y la oposición ha sido tan kilométrica, hasta ahora, que el lehendakari, en su día, tuvo que retirar sus Presupuestos por falta de apoyo. Sin molestarse en debatir, en pleno, las razones de las cuatro enmiendas a la totalidad que le habían dejado los grupos de la oposición, y presentándose como una víctima del «bloqueo». Pero como un gobernante únicamente se puede permitir ejercer su cargo en soledad con cierta soltura institucional cuando disfruta de una mayoría absoluta (como le ocurre a Rajoy), el lehendakari ayer volvió a pedir ayuda.

Con la propuesta de los socialistas de que sea el Parlamento quien decida sobre política fiscal (y no las Juntas Generales, como prevén la Constitución y el Estatuto), el jefe del Ejecutivo tenía una baza que le compensaba esa imagen de soledad de la que tanto se ha venido quejando. Porque el PP, ya en anteriores discusiones, se había posicionado junto al PNV. Pero como no es suficiente para alcanzar el necesario apoyo de los 38 votos en el Parlamento, el portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka, por si acaso, hablaba ya de la «pinza» de la izquierda. Pero es posible que sea esta izquierda quien acabe acompañándole en esta legislatura.

Después de la reunión de ayer parece que estemos en un momento en el que el lehendakari sólo aspira a que la opinión pública desvíe el foco hacia la oposición, como si fuera la responsable de esta parálisis que sufre el Gobierno vasco. El último mensaje de WhatsApp que salía de la Lehendakaritza decía: «Hemos acordado seguir hablando». El último salvavidas al que se sigue aferrando el lehendakari.

TONIA ETXARRI, EL CORREO 22/05/2013