PSOE y PP negocian un texto común sobre la gestión del final de ETA

Luis Aizpiolea, EL PAÍS, 21/2/12

Ambos partidos se oponen a la propuesta de UPyD de ilegalizar Amaiur

El PSOE y el PP negociaban a última hora de ayer un texto comúnsobre la gestión del final de ETA, con la pretensión de extenderlo al PNV y CiU. El texto parte de la constatación del cese definitivo de la violencia de ETA, anunciado por la banda terrorista el 20 de octubre pasado, y el reconocimiento de un “tiempo nuevo”, comprobado, durante estos meses, por las Fuerzas de Seguridad del Estado y la Ertzaintza. También precisa el texto que el final de la violencia de ETA es fruto de la victoria de la democracia sobre el terrorismo.

El borrador que el socialista Ramón Jáuregui ha presentado a Leopoldo Barreda, del PP, para acordarlo y extenderlo a otros partidos, exige a ETA que pase del cese definitivo de la violencia a su disolución, y anima, a su vez, al Gobierno vasco y a los partidos vascos a que contribuyan con unas medidas acordadas al reconocimiento de la memoria de las víctimas del terrorismo y a la conciliación social en Euskadi, una manera eufemística de referirse a la activación de medidas de reinserción de los presos etarras.

Los socialistas han aprovechado la propuesta parlamentaria que Rosa Díez, de UPyD, presentó el pasado martes de instar al Gobierno del PP para que ilegalice a Amaiur y Bildu, y que hoy por la tarde votará el Congreso, para promover un texto común alternativo con el PP y el resto de los partidos democráticos que no se limite a oponerse a dicha ilegalización.

Pretenden alcanzar un texto común que constate el inicio de un “tiempo nuevo”

Su pretensión es ir más allá y alcanzar un texto común que constate la apertura de un “tiempo nuevo” sin violencia de ETA y que fije las pautas para esa nueva etapa, en la que también se reclama a la banda su disolución.

Con este texto, el PSOE pretende repetir lo que los partidos democráticos han hecho en otros momentos clave de la lucha antiterrorista, como fueron los pactos de Madrid y de Ajuria Enea, que en 1988 establecieron una primera hoja de ruta política contra ETA, o el acuerdo parlamentario de mayo de 2005, que con la única excepción del PP dio cobertura al proceso de diálogo entre el Gobierno y ETA de 2006, fracasado finalmente con el atentado de la banda terrorista en la T-4 de Barajas.

Ahora se trata de fijar una guía común para la gestión del final de ETA ya que existe una base para dicho acuerdo entre los principales partidos. Cuando el pasado martes, Rosa Díez, de UPyD, reclamó en el Congreso la ilegalización de Amaiur y Bildu, el ministro del Interior, Jorge Fernández, se opuso y aludió a un tiempo nuevo, algo sobre lo que ya se han pronunciado en distintas declaraciones el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti.

El PSOE está dispuesto a ayudar al Ejecutivo del PP a escenificar ese giro con un acuerdo político al que sumar a otros partidos, como PNV y CiU. La cobertura política del acuerdo, que viene reclamando desde hace semanas en Euskadi Antonio Basagoiti, le vendría bien al Gobierno del PP para neutralizar las presiones de la derecha más radical y de algunas asociaciones de víctimas del terrorismo, y de posiciones como las de Rosa Díez que se anclan en el inmovilismo en política antiterrorista.

A última hora de ayer no había garantías de que la negociación del acuerdo llegara a buen puerto. El PP, que parte como el PSOE de quela situación de España y el País Vasco atraviesa por un “tiempo nuevo” tras el cese definitivo de ETA del 20 de octubre, pretendía introducir algunas cautelas en el texto alternativo al de Rosa Díez que el PSOE no aceptaba y que podían dar al traste con el logro de un texto común.

No obstante, en el caso de que PSOE y PP no cerraran el acuerdo, sí se iba a mantener el rechazo de ambos partidos, hoy en el Congreso, a la propuesta de Díez de ilegalizar a la izquierda abertzale. La diferencia radicaría que cada partido defendería el rechazo con sus propios argumentos. El PSOE ya ha adelantado que no tiene sentido promover la ilegalización de Amaiur y Bildu cuando ya ha cesado la violencia de forma definitiva.

Luis Aizpiolea, EL PAÍS, 21/2/12