Rajoy y Rubalcaba, declaración conjunta contra el secesionismo de Cataluña

El Mundo 15/11/12

LUIS MARÍA ANSON

LA MAYORÍA absoluta no le ha dado fuerza suficiente a Mariano Rajoy para hacer frente al temporal secesionista desencadenado por Arturo Mas. El thinktank monclovita cree que lo mejor es no hacer nada, que el tiempo arreglará las cosas. La eminencia gris que alienta tras el presidente, Pedro Arriola, hombre muy seguro en sus errores, estimula la tendencia natural de Rajoy a verlas venir. En este caso, el error puede conducir al presidente popular al ludibrio de la Historia.

La clave de la Transición española consistió en el pacto de Estado del centro derecha y el centro izquierda, es decir, del 80% del voto ciudadano, para actuar de acuerdo en los grandes asuntos nacionales: la territorialidad, el terrorismo, la gran política internacional… Suárez, Calvo-Sotelo, González y Aznar mantuvieron, gracias al pacto de la Transición, la estabilidad de España. Zapatero cambió de socio constituyente, relegó al Partido Popular al zaquizamí de la Historia y se entendió con los partidos secesionistas que terminaron devorándole. Las siembras de Caín sembradas por Rodríguez Zapatero en Cataluña han granado en la cosecha secesionista que quiere recolectar ahora Arturo Mas.

La verborrea de declaraciones enfáticas, a la que es tan aficionado el Partido Popular, sirve de poco. José María Aznar desde su alfar vigilante señaló el camino a recorrer en el discurso que pronunció al entregar el premio de su Fundación a Mario Vargas Llosa. Está claro que es necesario restablecer el espíritu de la Transición, adaptado a las circunstancias de los tiempos. Y ese espíritu exige que Mariano Rajoy descienda del Olimpo, reconozca su impotencia para actuar solo, convoque a Alfredo Pérez Rubalcaba en Moncloa y, de acuerdo ambos líderes, hagan una declaración conjunta que rechace el secesionismo catalán y que advierta a Arturo Mas de la decisión del PP y el PSOE de cerrar filas y actuar conjuntamente contra cualquier maniobra encaminada a fragilizar la unidad de España. Cinco siglos de historia unida avalan una posición compartida por el centro derecha y el centro izquierda que suman las cuatro quintas partes del voto español, en concordancia además con el sufragio universal de los siglos. Carmen Chacón se ha adelantado a lo que deben hacer Rajoy y Rubalcaba con unas admirables declaraciones que carecen de desperdicio.

El presidente del Gobierno puede prolongar la política estúpida de no hacer nada y creer que él solito puede con todo, ayudado solo por el tiempo. No es así. Está resolviendo con habilidad la crisis económica, esa es la verdad, pero se le está escapando de las manos la inquietante realidad secesionista porque lo peor de la herencia zapatética no es la catástrofe de la economía sino de la política.

Nadie le ha dicho a Mariano Rajoy que la Transición le exige acordar con el líder del PSOE una declaración solemne y rotunda que coloque en su sitio a Arturo Mas y que aleje de la vida española los aspavientos secesionistas.