Rodolfo Ares: «Los presos plantean reivindicaciones irreales»

EL CORREO, 5/6/12

El dirigente socialista pide a la izquierda abertzale que no traslade «falsas promesas que no se van a materializar»

Rodolfo Ares no puede ocultar su «decepción» por el comunicado que el colectivo de presos de ETA hizo público el pasado sábado en Gernika en el que ligaron «toda salida» a la amnistía y a la autodeterminación. En una entrevista realizada por Txetxu Ugalde, Naiara Vink y el redactor de EL CORREO David Guadilla en el programa de Punto Radio ‘Ciudadanos en Punto’, el consejero del Interior pidió a la izquierda abertzale que apueste por soluciones «factibles».

«Tienen que interiorizar que deben plantear soluciones factibles para ir por el buen camino»

– ¿Qué sensación le dejó la declaración de los presos?

– Me pareció bastante decepcionante teniendo en cuenta las expectativas que los propios dirigentes de la izquierda abertzale habían creado. Algunos de sus portavoces dijeron que iba a ser una declaración histórica, y todo apuntaba a que querían que los presos emprendiesen un camino por el que al final no han ido. Da la sensación de que la izquierda abertzale no han tenido capacidad para que el colectivo de presos cubriera las expectativas que ellos mismos habían ido trasladando a la opinión pública.

– ¿Por qué es tan malo el texto?

– Porque sigue planteando reivindicaciones que nada tienen que ver con la realidad. No habrá amnistías, y luego lo mezclan con la autodeterminación…

– ¿Y no será así?

– Hay que dejar muy claro a los presos que no habrá soluciones generales; y cuanto antes lo asuman, mejor. Cuanto antes tomen la decisión de independizarse de ETA, de abandonar el apoyo a la violencia, de asumir el daño causado y demostrar que son capaces de seguir el camino de la reinserción, antes podrán beneficiarse de lo dispuesto en nuestra legislación para, si quieren, poder reinsertarse en la sociedad. Y parece que una parte importante de este colectivo no acaba de entenderlo.

– ¿Por qué?

– Lo peor que les puede ocurrir es que alguien les siga engañando. El camino está trazado y el que quiera seguirlo lo puede hacer.

– ¿No es un paso atrás?

– Lo importante es que la izquierda abertzale interiorice que cuanto antes reivindique soluciones factibles estaremos en el buen camino. Si no, estarán engañando al colectivo con falsas promesas que no se van a poder materializar.

– ¿Cree que la antigua Batasuna ha estado detrás de la redacción del texto?

– No lo parece, porque o bien estaban teniendo falsas expectativas o éstas no se han cubierto

– ¿Supone un jarro de agua fría para el plan de reinserción diseñado por el Gobierno central que ustedes respaldan?

– Nosotros ya sabíamos que el camino para poder avanzar en la reinserción tenía dificultades, pero es que no hay otro camino. Pero insisto, el futuro de los presos está en sus manos, son ellos los que tienen que tomar decisiones. Siempre tendrán que cumplir las condenas pero, si se alejan de la violencia, reconocen el daño causado y quieren, podrán recorrer el camino de la reinserción y acogerse a los beneficios penitenciarios.

– ¿Hay que seguir creyendo en la vigencia del fin de la violencia a pesar de las últimas detenciones en Francia?

– Todos los datos que manejamos indican que ETA ha abandonado toda su actividad terrorista. Otra cosa es que la banda no ha desaparecido, por tanto, sigue desarrollando actividades ilegales para mantenerse en la clandestinidad. Tenemos que seguir trabajando para combatir a ETA y conseguir que desaparezca definitivamente. Ojalá hubiera un anuncio de disolución, pero mientras esto no se produzca, nosotros seguiremos con la guardia alta. Pero también hay que decir que ETA, tal y como la hemos conocido, ha desaparecido.

– Hay quien critica que ustedes quieran arrogarse el final de ETA.

– Siempre hemos dicho que lo hemos conseguido con el apoyo de mucha gente, pero si no hubiera sido por la política de tolerancia cero que hemos aplicado no habríamos conseguido acabar con las actividades terroristas ni que el mundo de la antigua Batasuna llegase a la conclusión de que tenía que alejarse definitivamente de la violencia para hacer política.

EL CORREO, 5/6/12