Una pregunta a Bardem y Cruz

ABC 05/08/14
EDURNE URIARTE

· Se trata de salvar a los israelíes y de salvar a los palestinos atrapados por sus dirigentes extremistas

AHORA que arrecian de nuevo las habituales condenas a Israel, la ignorancia deliberada sobre Hamás y las proclamas políticamente correctas sobre las bondades del diálogo y la paz, vayamos a los hechos de esta guerra. Sobre el terreno. Sobre el nuestro propio, que es donde mejor se visualizan esos hechos en forma de bombas. Y preguntemos a quienes condenan a Israel e ignoran a Hamás, Javier Bardem y Penélope Cruz entre los más famosos, qué harían si alguno de nuestros países vecinos nos atacara en Sevilla, en Madrid o en Santander con cientos de misiles. Además de construir túneles para llegar a nuestros pueblos y casas con sus armas. Pongamos que ese vecino estuviera gobernado por un movimiento, Hamás, considerado como grupo terrorista por las organizaciones internacionales. Que persiguiera la construcción de un Estado islámico gobernado por la sharía y creyera firmemente en la yihad. Que su objetivo final fuera acabar con España. Y que estuviera apoyado y sostenido militarmente para todo lo anterior por una gran potencia regional, Irán, en posesión de armas nucleares y algunos de cuyos dirigentes hubieran expresado su deseo de aniquilar nuestro país.

Lo más probable es que hasta Bardem y Cruz coincidieran con esa inmensa mayoría de israelíes, incluida la oposición a Netanyahu, que apoya el derecho a la defensa de Israel y la respuesta militar a los ataques de Hamás. Y en una guerra en la que deben implicarse todos los jóvenes israelíes, hombres y mujeres, dada la obligatoriedad del servicio militar, una guerra que no la hacen los demás, sino los propios hijos y nietos, y, sin embargo, apoyada mayoritariamente. Por una cuestión de supervivencia. La que viviríamos los «civilizados» y democráticos países europeos que no somos atacados por misiles extranjeros ni amenazados por una potencia nuclear que ha expresado su deseo de aniquilarnos.

Ahora bien, ¿debe exigirse que esa defensa se haga sin matar a civiles indefensos palestinos? ¿Y debe exigirse que Israel busque el diálogo y la paz? Sí, pero. El pero de la verdad en lo dicho por el primer ministro Netanhayu: «Nosotros usamos los misiles para proteger a nuestros civiles y ellos usan a sus civiles para proteger sus misiles». O la conocida estrategia de colocar los puntos de ataque entre los civiles. Incluso así, sin embargo, la potencia militar de Israel debe usarse para la defensa de los propios israelíes, pero también de los palestinos utilizados por Hamás como escudos humanos para su guerra propagandística. Se trata de salvar a los israelíes y de salvar a los palestinos atrapados por sus dirigentes extremistas.

Otra cosa son las posibilidades del diálogo. Como el que pedía la cantante israelí Noa en las páginas de Haaretz este domingo («There are only two sides in this conflict: moderates and extremists»). Sus palabras eran bellas, pero sus dosis de realidad, limitadas, a la manera de muchos dirigentes europeos, cuando planteaba el conflicto como un enfrentamiento entre moderados y extremistas de uno y otro bando. He ahí el problema, que hay moderados y extremistas en Israel, pero solo tiene voz Hamás, el extremismo, en Gaza. Y ese extremismo está armado y sostenido por Irán, un país cuyo líder supremo, Ali Jamenei, llamó hace dos semanas a la «aniquilación de Israel», y si bien añadió que no de los judíos, sino del Estado de Israel, no parece que eso deje mucho resquicio para los moderados que dialoguen con Israel.