Abertzalismo y delirio en la Universidad del País Vasco

‘¡Basta ya!’ nos ofrece una muestra significativa de lo que algunos nacionalistas y amigos suyos se empeñan en llamar «cultura vasca perseguida».

Creemos interesante que nuestros lectores puedan conocer de primera mano una muestra significativa de lo que algunos nacionalistas y amigos suyos se empeñan en llamar «cultura vasca perseguida». En primer lugar, el artículo «Mentalidad de blanco» del profesor de la UPV-EHU Alfontso Martínez de Lizarduy (o Lizarduikoa), actualmente en libertad provisional bajo fianza tras haber sido detenido y acusado por el juez Garzón de haber desempeñado labores de mediación entre ETA y empresarios extorsionados, en concreto de la empresa navarra Azkoyen. El delito del que se le acusa es de allegar fondos a una organización terrorista. El juez decidió liberarle bajo fianza atendiendo al informe del forense que advertía del alarmante estado mental del detenido.

Además de estas actividades poco edificantes, Alfontso Martínez de Lizarduy desarrolla usualmente otras no menos peligrosas en el campo educativo. Miembro del Departamento de Lógica y Filosofía de la Ciencia, es profesor de una asignatura en euskera llamada «Etnozienziak Euskal Herrian: euskaldunen jatorrizko pentsamenduaren bila», que trata de las especificidades de un «pensamiento vasco» y de una «civilización vasca» original que se remontarían a la prehistoria, actualmente amenazadas de extinción por la conjura capitalista-imperialista-españolista.

Martínez de Lizarduy es sin duda uno de los máximos exponentes del peor nacionalismo étnico vasco, en su caso con una evidente propensión al delirio totalitario. Pretende fundamentar su lamentable racismo ideológico en supuestas «pruebas etnocientíficas» perfectamente contradictorias, antagónicas o incoherentes. Podría parecer divertido -otro profesor chiflado más, un émulo vasco de Jiménez del Oso o Von Daniken- si no fuera porque esos disparates tienen consecuencias muy conocidas: la propagación de la ignorancia y el fanatismo étnico, la promoción del totalitarismo político como alternativa a las maldades de la globalización que amenaza a los pueblos sin Estado, y finalmente la justificación del terrorismo como «violencia defensiva».

Muestras igualmente significativas son los artículos de Mikel Sorauren «¿Es Navarra una nación?», de Erlantz Urtasun «La batalla de Orreaga» y de Tomás Urzainqui «Noain, recuperación de la memoria histórica nacional».

Todos ellos junto con el mencionado Alfontso Martínez de Lizarduy forman el grupo denominado Nabarralde que ofrece una página web supuestamente de Historia, cuya presentación «Euskal Herria, el pueblo-nación más antiguo de Europa, es una supervivencia», resulta definitiva hasta el punto de que han sido contratados por el Departamento de Educación del Gobierno Vasco para dar formación al profesorado en activo de las áreas de Ciencias Sociales e Historia.

Alfontso Martínez de Lizardui es un viejo conocido de los investigadores serios y competentes, que le consideran un destacado ejemplo de seudociencia y disparatología. Así es tratado, por ejemplo, en el siguiente artículo del arqueologo gallego José Mª Bello: «Arqueología, pseudociencia y ciencia patológica».

BASTA YA, 18/5/2004