Aguirre vende en Londres la bondad de ser verso suelto «frente al pensamiento único»

EL CONFIDENCIAL 14/03/14

Fiel a su estilo liberal, Esperanza Aguirre aprovechó su intervención en el Parlamento británico a puerta cerrada para aplaudir que en Reino Unido se valore la originalidad y la excentricidad frente al pensamiento único de que “todo el mundo piense igual”. La presidenta del PP de Madrid, que no se muerde la lengua ante las políticas de su propio partido, sobre todo desde que dio un paso atrás en la primera fila política, ha vendido desde el atril de la Cámara de los Comunes las bondades de ser un verso suelto. En un perfecto inglés, Aguirre abogó por aliñar con un “toque British” la política española para que los partidos políticos “no sean monolíticos”.

Una vez más, Aguirre intenta marcar el paso a la dirección de Génova, ya habituada a los desmarques de una de sus dirigentes más populares. El tirón de la madrileña permanece intacto hasta entre los residentes en Londres: más de 500 personas se interesaron por un acto en el que sólo cabían 180. Aguirre no defraudó a su público: se declaró “anglomaníaca”, pero sacó su orgullo español. “Creo en una buena mezcla de las dos maneras de entender la vida: la británica y la española. Podría ser una fórmula ideal para todo. Con unas gotas de anglomanía, todo en España marcharía mejor”, matizó.

Quienes auguraron el fin de ciclo de la presidenta cuando abandonó la Real Casa de Correos en septiembre de 2012 se han topado este jueves con un aguirrismo más fortalecido que nunca, justo cuando las encuestas siguen propinándole un desplome electoral al Partido Popular. Consciente de que el discurso que estaba soltando en la Cámara de los Comunes se escucharía en el Congreso de los Diputados, Aguirre se volvió a desmarcar del Gobierno de Mariano Rajoy con una frase: “No me gusta que todo el mundo piense igual, sea igual y haga lo mismo”.

Aguirre admiró el patriotismo de los británicos, “que les lleva a defender siempre los intereses de su patria” y alabó el “fair play” que caracteriza a las discusiones en el Parlamento británico y su “question time”, un sistema de control al Gobierno que hace que las sesiones sean mucho más ágiles y directas que en España.

La expresidenta de la Comunidad de Madrid se permitió también criticar indirectamente el intento secesionista de Cataluña cuando subrayó que Gran Bretaña no tenga una Constitución escrita. “Es la mejor demostración de que nadie en su país duda de lo que es su nación, de cuáles son sus derechos y de cuáles son sus deberes”, añadió. En los veinte minutos que duró su discurso, reafirmó su admiración por la cultura y la sociedad británica, de la que resaltó que siempre se valore el “individualismo y siente recelo ante los colectivismos”

Lleno hasta la bandera
Las expectativas en la madrileña eran tan altas que más de la mitad de los interesados en escucharla no pudieron hacerlo. La British-Spanish Society, que organizó la conferencia de la expresidenta, ofreció a los que se interesaron en asistir a ella a una recepción privada el miércoles por la tarde en un hotel de Londres. Aguirre desembarcó en la ciudad del Támesis el miércoles. Llegó acompañada de su familia y estuvo flanqueada durante su estancia por Federico Trillo, embajador de España en Londres y viejo compañero de Aguirre en la era de José María Aznar.