Urkullu coquetea con Bildu en su búsqueda de socios de gobierno

ABC 06/10/16

· El PNV prefiere al PSE, pero se «esforzará» en acercar posturas con los proetarras

Tras la primera ronda de conversaciones mantenida con todos los partidos para formar Gobierno, el PNV anunció ayer que abrirá una segunda vuelta y «centrará sus esfuerzos» con el PSE y con Bildu para explorar acuerdos sólidos que garanticen su estabilidad parlamentaria. Estas dos formaciones son las dos únicas que se han mostrado abiertas a un pacto estable con el PNV, mientras que Podemos y PP se han descartado ya como eventuales socios, según resumió su presidente, Andoni Ortuzar. El objetivo del partido de Iñigo Urkullu es lograr formar gobierno a finales de noviembre. «Queremos un Gobierno fuerte y abierto, con certidumbres legislativas y presupuestarias», insistió Ortuzar en una rueda de prensa en Bilbao.

El PNV se dispone así a profundizar en sus negociaciones solamente con el PSE y con Bildu, aunque Ortuzar advirtió de que «las relaciones» con los proetarras «vienen lastradas por una desconfianza y desencuentro» en cuanto al pasado de violencia terrorista de ETA, que les aleja de posibles pactos de largo alcance. No descartan, sin embargo, que estas reuniones «marquen un punto de inflexión» para el entendimiento mutuo. Eso sí, a cambio exigen a Bildu un compromiso previo en materia de «paz y convivencia», que rechace expresamente a ETA y suponga una autocrítica de su pasado de connivencia con el terror.

· Descartes
Podemos y PP han anunciado que serán oposición, pero abiertos al diálogo

Ortuzar resaltó que solo PSE y Bildu han mostrado una «disposición abierta al diálogo en general», mientras que Podemos y el PP se han situado «fuera de los ejes de gobernabilidad, aunque abiertos al diálogo» en temas puntuales. De todos modos, seguirán las reuniones a cuatro bandas para negociar la constitución de los órganos del Parlamento vasco y los nombramientos que de él dependen.

Aunque en público sigue sin deshojar la margarita, el PNV se inclina por firmar un acuerdo de legislatura con el PSE, extendiendo los pactos que ya mantienen en las diputaciones y las capitales de provincia. Ortuzar aseguró que ve en los socialistas «una nítida predisposición a dar estabilidad» al Gobierno vasco, aunque reconoció que existen «zonas grises» en cuestiones como el debate territorial. Urkullu defiende el «derecho a decidir» y la celebración de una consulta para refrendar un nuevo estatuto que reconozca el País Vasco como una «nación». El PSE, que sí se muestra dispuesto a reconocer la «realidad nacional» vasca, rechaza cualquier posibilidad de celebrar un referendo. Ese es el gran punto de fricción.