Bildu facilita el acercamiento de PSE y PNV tras revolucionar los pactos electorales

La irrupción de Bildu en las diputaciones y ayuntamientos vascos como segunda fuerza política abre un abanico enorme de pactos postelectorales entre los cuatro partidos mayoritarios (PNV, Bildu, PSE y PP). Bildu y el PP son los únicos que tienen clara su estrategia. La formación abertzale votará a cualquier partido con tal de que el PP no gobierne, y los populares harán lo mismo para evitar que Bildu encabece ningún consistorio.

PNV y PSE no se cierran a ningún acuerdo, ni siquiera a explorar un pacto entre ambos. Los radicales se han quedado a solo cinco puntos porcentuales de los peneuvistas (30,01% frente a 25,52%) a dos años de las autonómicas y son una clara alternativa de poder, lo que probablemente facilite el acercamiento entre nacionalistas y socialistas.

La batalla más interesante se libra en las diputaciones de Vizcaya, Álava y Guipúzcoa, hasta ahora gobernadas por el PNV, pero tras el 22-M con un partido al frente de cada una. Bildu se ha quedado muy cerca de la mayoría absoluta en Guipúzcoa, con 22 junteros sobre 51, a mucha distancia del PNV, la segunda fuerza, con 14. Le siguen el PSE con 10, el PP con 4 y Aralar, con uno. Solo un pacto entre PNV-PSE-PP puede arrebatar el control a la izquierda abertzale.

Íñigo Urkullu, presidente peneuvista, asegura que no va a participar en ningún frente anti-Bildu, pero las fuentes nacionalistas consultadas no descartan que presente a su cabeza de cartel, Markel Olano, como candidato a presidir la diputación foral y esperar el voto, sin reclamarlo explícitamente, de socialistas y populares.

Quién dirigirá el ayuntamiento de la capital, San Sebastián, es también una incógnita. Bildu es también aquí la fuerza mayoritaria, con 8 concejales sobre 27, seguida de PSE, 7 concejales, y PP y PNV, con 6 cada uno. La mayoría absoluta (14) de Bildu sería posible con el apoyo de cualquiera de los tres partidos minoritarios. Descartado el PP, el PNV anunció que en ningún caso votaría al candidato socialista, Odón Elorza, alcalde durante 20 años, pero su renuncia al escaño y la designación de Enrique Gasco como sucesor abre la posibilidad a un pacto PNV-PSE.

Para contrarrestar esta operación, Bildu se ha apresurado a anunciar que votará al candidato del PNV en la diputación foral de Álava, Xabier Aguirre (13 junteros), y que lo hará sin ninguna contrapartida. Los peneuvistas guardan silencio y no han querido anticipar si aceptarán la oferta. Si lo hacen, necesitarán también el respaldo de los dos representantes de EB para conseguir la mayoría absoluta. El PSE no tiene nada que aportar, ya que sus 9 escaños no deciden nada aunque votaran a favor del PP que, no olvidemos, le sostiene al frente del Gobierno vasco.

Vitoria, para el PP

La alcaldía de Vitoria le correspondería al PP como fuerza más votada, 9 concejales, seguida de PNV, PSE y Bildu con 6 cada una. Bildu votará también al candidato peneuvista, pero la suma de ambos, 12 concejales, no alcanza la mayoría absoluta, 14. Una vez más sería necesaria la coalición de las tres fuerzas minoritarias para desbancar a los populares. Las fuentes consultadas aseguran a este diario que el PSE dará su apoyo al PP y a su candidato, Javier Maroto.

En la diputación foral de Vizcaya está todo más claro. El PNV tiene 21 junteros, por 12 de Bildu, 10 del PSE y 8 del PP. Solo una triple alianza entre estos tres últimos arrebataría la diputación a los nacionalistas, y el PP ha descartado cualquier alianza con los radicales. En el ayuntamiento de Bilbao no hay discusión posible porque Íñaki Azkuna (PNV) ha logrado la mayoría absoluta.

Más complejo aún es el mapa de pactos en el resto del País Vasco. Bildu, con el 25,52% de los votos, tiene mayoría absoluta en 74 ayuntamientos, por 6 el PP, y es la fuerza mayoritaria en otros 22, por 2 de los populares. Sus 955 concejales están a mucha distancia de los 164 del partido que lidera Antonio Basagoiti.

El desplome del PSE hace que no tenga la posibilidad asegurada de gobernar en ningún municipio, que solo en 10 sea el partido más votado, y que su representación se limite a 234 cargos electos. El PNV, que sigue siendo la fuerza más votada, se sitúa también por debajo de la izquierda abertzale, con el control de 59 ayuntamientos y el relativo en 38 más, además de 871 concejales.

Las otras dos formaciones con representación parlamentaria, Aralar y EB, han sido fagocitadas en la contienda. La escisión de la izquierda abertzale ha logrado 38 concejales, puede gobernar en dos ayuntamiento, y en uno más ha sido el partido más votado. Lo de EB es una hecatombe en toda regla: 13 concejales y la imposibilidad clara de tener siquiera una opción de situarse al frente de algún consistorio, lo que la sitúa al límite de la desaparición municipal.

Bildu entra también con fuerza en Navarra y se convierte en la tercera fuerza tras Unión del Pueblo Navarro (UPN) y el PSN. UPN tiene una holgada mayoría en el parlamento (19 escaños), por 9 del PSN, la segunda fuerza, y 8 de Bildu. Los regionalistas son también mayoritarios en el ayuntamiento de Pamplona, con 11 concejales y puede contar con el respaldo de los 2 del PP.

EL CONFIDENCIAL, 30/5/2011