Boadella: «Los Pujol en Sicilia habrían sido los amos»

EL CONFIDENCIAL 04/08/14

«Para morirse de la risa». Así cataloga Albert Boadella que la cúpula política catalana se muestre sorprendida tras descubrirse el escándalo de Jordi Pujol. En declaraciones a Efe, el director teatral señala que “los Pujol en Sicilia habrían sido los amos”.

Boadella fue uno de los pioneros en señalar las sospechas que recaían sobre los miembros de la familia Pujol en sus hilarantes obras de teatro. Así fue en 1981, con Ubú Rey y posteriormente en 1995 con Ubú President.

En la primera plasmó a Jordi Pujol junto a su esposa Marta Ferrusola con la intención de pagar una terapia utilizando fondos reservados. «Luego, cuando la revisamos, en 1995, había dos niños Pujol que pasaban constantemente delante del despacho del padre con maletas que al final se abrían y de las que caían fajos de billetes«, rememora el director.

Además, en Ubú President se muestra a un Pujol que se sentía rey del mundo. Sirve como ejemplo la escena del molt honorable jugando con un globo terráqueo gigante, al más puro estilo de Charles Chaplin en su papel de Hitler en ‘El Gran Dictador’.

Posterior a esa escena, el ahora expresident se sienta en un columpio-trono en el que se balancea por encima de todos, haciendo ver a los que están debajo que él está por encima del resto; esta parte es un reflejo de la opinión de Boadella sobre Pujol: «Es la demostración clara de la importancia que tiene un solo hombre sobre la sociedad«.

Boadella se califica a sí mismo como un “exiliado” catalán residente en Madrid. Lo es con motivo, ya que su opinión sobre los poderosos catalanes -jamás ocultada- no ha sido nunca favorable: «Si llega a haber una Agencia Tributaria catalana, esto jamás habría salido a la luz, porque está pensada para mantener el privilegio feudal que siempre ha sido su debilidad, una idea que se concreta en la familia y la de Pujol es una familia ‘muy bien entrenada'», afirma.

Para Boadella, Pujol «cambió muchísimas cosas en Cataluña conforme a su ideología, a su educación, a su moral, y ahora sucede lo mismo. Un solo hombre desmonta la moral del conjunto de una ciudadanía sometida a la ficción de futuros fantásticos, heroicos y ricos», lamenta.

Sus críticas teatrales siempre fueron dirigidas hacia esa dirección. Para Boadella, el «fallo» de Jordi Pujol es la «impunidad» que le ha rodeado, que pensaba que iba a ser «para siempre y suficiente»: «Tenía a Cataluña a sus pies y pensaba que eso era suficiente. Se había olvidado que pertenece a una gran nación que es el Estado español y que tiene unas instituciones».