Cae un yihadista que quería atentar en España fascinado por la célula del 11-M

ABC 01/12/16

· Estaba dispuesto al «martirio» y se adelantó su arresto por temor a un ataque sorpresivo

La Policía y la Guardia Civil, con la colaboración del CNI, han realizado hasta cinco operaciones contra el terrorismo yihadista solo desde el pasado domingo. El dato demuestra la intensidad de la amenaza, reforzada por llamamientos contundentes de Daesh para atacar en Occidente como el del pasado sábado (ver despiece). Solo ayer fueron detenidos tres individuos en otras tantas intervenciones en Aranjuez (Madrid), Irún (Guipúzoa) y San Sebastián.

Operaciones
Con la captura de otro magrebí en el País Vasco, son ya cinco las operaciones en solo cuatro días

El perfil más inquietante de todos los arrestados lo tiene un albañil de nacionalidad marroquí, identificado como Zoubair Ajanan, cuyo arresto por parte de la Comisaría General de Información de la Policía se precipitó por orden de la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela. Con los informes policiales sobre la mesa, se consideró que existía un peligro real de que perpetrara un ataque en cualquier momento. No se trataría de un atentado planificado –no se han detectado movimientos en este sentido–, sino de una acción sorpresiva, según las fuentes consultadas por ABC.

Bin Laden, su ídolo
Ajanani sentía una fascinación muy especial por la célula del 11-M, su referente, y había mostrado su admiración por los terroristas que se «inmolaron» al mes siguiente de la matanza de Madrid en un piso de Leganés tras ser descubiertos por la Policía. En el suceso perdió la vida el GEO Francisco Javier Torronteras. Su ídolo, además, era Osama bin Laden. No obstante, y a pesar de sentirse reflejado en ese grupo, está considerado un «actor solitario» («lobo solitario, según otra denominación al uso) que se autoadiestraba en internet para cometer atentados terroristas contra la población. Su círculo social era muy pequeño, otra de las características de este tipo de yihadistas.

Lo más preocupante es que este albañil marroquí, que antes que en Aranjuez había residido en Asturias, tenía perfectamente interiorizados los llamamientos de Daesh para que sus seguidores cometan atentados en Occidente. Es más; no tenía intención alguna de abandonar nuestro país y sí, en cambio, de perpetrar un atentado aquí. De la misma forma, tenía asumido que una acción de este tipo podía costarle la vida, algo que consideraba un «acto de martirio».

De hecho, visionaba una y otra vez vídeos y leía publicaciones con referencias a las acciones suicidas de jóvenes muyahidines, y había aceptado la llamada de Daesh a realizar la «yihad individual» donde se insta a «trasladar la guerra al corazón de los hogares de Occidente».

Era tal su radicalización que en las redes sociales no adoptaba especiales precauciones a la hora de defender los atentados de Estado Islámico, difundir su propaganda y hacer acciones de proselitismo. Era también indicativo de su peligrosidad el hecho de que aprovechara su horario laboral para estas actividades en las redes sociales utilizando su teléfono móvil. «Daba la sensación de que no tenía nada que perder, que había asumido su destino», señalan las fuentes.

Además, la Policía asegura que se trataba de un miembro muy activo y clave dentro de la estructura descentralizada de propaganda y adoctrinamiento de Daesh. Una de sus prioridades era la captación de individuos con diversos perfiles y capacidades y a diario recibía y distribuía contenidos cada vez más violentos. Para ello tenía varios perfiles en las redes sociales donde contaba con una multitud de «amistades», algunas de las cuales mostraban de manera explícita y sin artificios contenidos yihadistas de extrema dureza.

Entre los marginados
Horas más tarde, en San Sebastián agentes de la Brigada Provincial de Información detenían en esa ciudad a un marroquí de 24 años en busca y captura por hacer actividades de propaganda, apología y adoctrinamiento en beneficio de Estado Islámico a través de internet y redes sociales. Así, publicaba vídeos, soflamas y escritos de apoyo a Daesh en círculos y ambientes que favorecían su labor de captación entre personas susceptibles de sufrir exclusión social.

Fuentes de la lucha contra el terrorismo consultadas por ABC insisten en que Estado Islámico está redoblando sus llamamientos para que sus seguidores ataquen en Occidente desde que está sufriendo importantes pérdidas de territorio. Si antes el objetivo principal era que los muyahidines viajaran a la tierra de la yihad, ahora el mensaje es que lleven el terror a sus países de origen. «La amenaza es muy seria», advierten las fuentes.