Conclusiones de encargo

FLORENCIO DOMÍNGUEZ, EL CORREO 28/05/2013

Florencio Domínguez
Florencio Domínguez

· La ‘hoja de ruta’ contenida en la Declaración de Aiete de 2011 estaba agotada por la evolución de los acontecimientos. ETA y la izquierda abertzale se encontraban en una situación de estancamiento estratégico y para salir de esa situación necesitaban poner en marcha otra iniciativa que les diera impulso propagandístico para otra temporada.

Esa iniciativa ha sido el ‘foro social’, un foro a medida de las necesidades de la izquierda abertzale, pero que carece del alcance de la Conferencia Internacional de Aiete.

Tras varias semanas de retraso y algunos regateos con el nacionalismo institucional, ayer se presentaron las conclusiones elaboradas a partir del ‘foro social’. El documento final es, en algunos aspectos, fruto de la resignación de la izquierda abertzale ante la terca realidad. Parece asumirse que no habrá una negociación entre ETA y los gobiernos de España y Francia para discutir sobre el desarme porque no se reclama ese diálogo. También se apela a la necesidad de que los presos acepten la legislación de manera individual, descartando medidas colectivas como las pretendidas hasta la víspera. Y como se acepta ya que no habrá negociación, se recomienda una reducción de efectivos policiales, que era, precisamente, lo que ETA quería conseguir en la mesa de diálogo.

Sin embargo, el documento sigue dejándose llevar por los tics de la izquierda abertzale. Esos tics aparecen, por ejemplo, en la apelación a la justicia transicional como alternativa a la aplicación de la justicia ordinaria. La justicia transicional se aplica en situaciones en las que la ordinaria está desbordada –lo que no es el caso de España– y, además, se aplica para evitar situaciones de impunidad, no para favorecerla como pretende el documento de ayer. Aparecen los tics sesgados de la izquierda abertzale al dibujar un paisaje irreal de la situación legal española como cuando se afirma que se niega la libertad a las personas que han cumplido su condena o cuando se piden reformas para garantizar los derechos humanos.

Los autores del documento han asumido como propia la visión de la izquierda abertzale sobre supuestas carencias de la democracia española que deben subsanarse para que llegue la paz. En realidad, para hacerle un favor a la izquierda abertzale tendrían que haberle dicho que son ellos los que arrastran carencias y que cuanto antes las corrijan mejor para todos, que son ellos los que deben integrarse en el sistema democrático y no éste en los esquemas de ETA y Batasuna.

El documento de ayer se ocupa por extenso de los terroristas presos y de los huidos de la justicia, a los que define como «actores activos», pero se olvida de las víctimas del terrorismo, a las que se despacha con una mención marginal.

 

La izquierda abertzale ya tiene otra hoja de ruta sobre la mesa para hacer agitación por los foros internacionales, pero si la de Aiete, que tenía más relevancia, se agotó sin que diera los frutos que quería, menos partido le van a sacar a ésta.

FLORENCIO DOMÍNGUEZ, EL CORREO 28/05/2013