Consejos irlandeses

Florencio Domínguez, EL CORREO, 3/4/12

Uno de los errores del anterior Gobierno en la etapa final de su mandato fue dar el visto bueno a la celebración en San Sebastián de la conferencia internacional presidida por Kofi Annam. De aquella conferencia salió un plan de acción, una hoja de ruta que le llaman, hecho a la medida de ETA y la izquierda abertzale que ahora invocan aquella declaración como si se tratara de la verdad revelada.

La conferencia de San Sebastián es la cobertura que usa la izquierda abertzale en la esfera internacional para ganar apoyos. El entorno político de ETA está desarrollando una gran actividad en diferentes ámbitos internacionales, mientras que el Estado no da muestras de ser capaz de contrarrestar esos movimientos. Ni siquiera de intentarlo.

El apoyo internacional es uno de los instrumentos claves a los que está recurriendo Batasuna. En sus previsiones políticas para este año se ha fijado como meta superar «cualquier bloqueo del Estado activando a la mayoría social vasca y con la ayuda de la comunidad internacional». La semana pasada el Parlamento Europeo fue escenario de un acto celebrado bajo el título ‘La conferencia de Aiete, ¿una hoja de ruta para la paz en el País Vasco?’. La estrella invitada fue Jonathan Powell, exjefe de gabinete de Tony Blair, que desde Bruselas ofreció consejos al Gobierno español a pesar de que el año pasado, en el documental ‘Pluja seca’ (Lluvia seca), decía que no era «experto en España y no voy a hablar de conflictos de otros porque no los conozco». Habrá aprendido desde entonces.

Llama la atención la abultada presencia en los foros de pacificadores que actúan en el País Vasco de personajes que tuvieron algún papel en el proceso de paz de Irlanda del Norte. Tres de las seis personalidades que formaron la comisión de la conferencia de Aiete –Bertie Ahern, Gerry Adams y el propio Powell– venían avalados por su actuación en el proceso que acabó en los Acuerdos de Viernes Santo de 1998.

La influencia del caso irlandés, transmitida por Tony Blair, sobre José Luis Rodríguez Zapatero fue muy importante durante el proceso de negociación con ETA de 2006. Ahí, posiblemente, reside buena parte de las claves del fracaso, ya que impidió al presidente ver lo que realmente ocurría en las conversaciones con ETA, deslumbrado como estaba por las lecciones de su amigo Blair que le servían para interpretar, de manera equivocada, las actuaciones etarras. El premier británico ofreció a Zapatero el contacto con Powell para que conociera de cerca el proceso de Irlanda del Norte. En declaraciones a Íñigo Gurruchaga y publicadas por éste en su blog de EL CORREO el 1 de mayo de 2009, el jefe de gabinete de Blair reveló que su papel en el diálogo entre el Gobierno español y ETA fue asesorar al centro Henri Dunant, de Suiza, sobre los detalles del proceso de paz norirlandés.

Una paz con limitaciones como muestran los datos que ofrece el Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI): desde el 1 de abril de 2000 al 31 de enero pasado, en Irlanda del Norte se han registrado 81 asesinatos y se han contabilizado 1.926 tiroteos y 1.163 ataques con bomba. En ese tiempo, sin estar en paz, se han registrado 55 asesinatos de ETA, 32 atentados con armas de fuego y otros 301 con explosivos. La paz de Irlanda, que tanto se pone como modelo, es manifiestamente mejorable. Además, algunos de sus logros principales, como las excarcelaciones de presos o el establecimiento de un gobierno autónomo, son algo que en España se hizo hace más de treinta años.


Florencio Domínguez, EL CORREO, 3/4/12