C’s hace suyas las cuentas del PP

EL MUNDO 31/03/17

· El Gobierno deja a Rivera todo el protagonismo para vender un acuerdo de 4.100 millones para los Presupuestos
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La formación naranja se atribuye que no haya recortes ni subidas de impuestos, como el de bebidas azucaradas

No hubo brindis con champán, que por Ciudadanos no habría habido problema, pero sí un café de confraternización. Minutos después de que Albert Rivera exhibiera en el Congreso el acuerdo con el Gobierno por 4.100 millones, tras el que su partido ratifica el sí a los Presupuestos, Luis Garicano, su gurú económico, y Luis de Guindos, ministro de Economía, tomaban un café en un bar cercano a la Cámara Baja. Comedida celebración para dos de los artífices de un pacto en el que el Gobierno ha cedido a Ciudadanos todo el protagonismo, le ha permitido apropiarse en exclusiva de las medidas pactadas, venderlas a la sociedad como propias, colgarse la medalla y, además, ceder en algunas pretensiones que provocaron tiranteces hasta última hora. La renuncia a los impuestos a las bebidas azucaradas y los hidrocarburos; 342 millones para un plan contra la pobreza infantil; 500 millones para el complemento salarial para menores de 30 años; o la reducción del IVA cultural del teatro, la danza, la música y los toros –no el cine– al 10% son algunos ejemplos.

Hacienda estima que el impacto de esta rebaja del IVA cultural será de unos 55 millones. Aunque C´s habría preferido incluir el cine entre los beneficiados, el Ejecutivo optó, sin embargo, por los toros, tras recibir una sugerencia en ese sentido del ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, y considerar que el descenso de la recaudación sería menor.

«Estamos muy contentos», repetían los dirigentes de C’s. En medio de la escalada de tensión entre ambas formaciones, con la comisión sobre la financiación del PP y la crisis de Murcia como acelerantes del fuego, Rajoy y Rivera cerraron a última hora del miércoles, en una conversación telefónica, un acuerdo «mejor de lo que pensábamos», según confesó ayer el propio presidente de Ciudadanos. En su pacto de investidura, en agosto, acordaron un paquete social con una inversión de 5.000 millones. En diciembre, Rajoy la rebajó a 3.800 y finalmente será de 4.100 millones. «Es incluso mejor de lo que pactamos», insistió Rivera en varias ocasiones. «Y sin recortes sociales», afirmaba eufórico el presidente de Ciudadanos, así como miembros de su equipo económico.

«Que quede claro, son los primeros Presupuestos después de muchos años sin recortes en Sanidad, Educación, Dependencia… Incluso se incrementan algunas partidas pese a que no sube el techo de gasto. Y sin meter la mano en el bolsillo de la clase media», reflexionó Rivera.

Desde su equipo económico insistieron en que no habrá recortes en partidas de Educación o Sanidad, dos temas muy sensibles. Lo justifican en medidas como el aumento del 14% para la financiación de la lucha contra la violencia de género –pasando de 28 a 32 millones–; un aumento del 10% en la partida para la Atención a la Dependencia –que supone 100 millones–; o los 50 millones para libros de texto gratis y los 30 millones de un plan contra el fracaso escolar. También se incluyen 1.200 millones para políticas de formación para el empleo y para el desarrollo de un nuevo sistema de cheques de formación. El objetivo de esta última medida es quitar el monopolio de la formación a sindicatos y patronal, y que el demandante de empleo reciba directamente el dinero y elija él los cursos.

En las «reformas naranjas», que así fue como el Gobierno permitió a Ciudadanos vender el acuerdo, la formación hizo suyo el «triunfo» de que no hubiera subida de impuestos. No sólo el IVA o el IRPF, sino que tampoco se creen unos nuevos como el de las bebidas azucaradas o el de hidrocarburos, que el Ejecutivo sí contempló hasta el último momento y que incluso se incluían en el borrador que mandó a Bruselas hace semanas. «Es una exigencia nuestra», afirmaron fuentes de Ciudadanos.

«Pedimos para nuestro apoyo que no hubiera más presión fiscal y finalmente el Gobierno retiró esos nuevos impuestos del acompañamiento de estos Presupuestos, como eran los de bebidas azucaradas y el medioambiental», fue la exposición que hizo Rivera, sin que ningún representante del Gobierno contradijera ayer esta versión. La parte política del acuerdo se selló con Montoro y la técnica con los secretarios de Estado de Hacienda y de Presupuestos.

El gesto del Gobierno hacia Ciudadanos es claro, en un momento en que si bien los votos de Ciudadanos no son suficientes para aprobar las cuentas públicas, sí son necesarios, junto a los del PNV y Coalición Canaria. La negativa del PSOE, Unidos Podemos y los nacionalistas, obliga al PP a contar con 175 votos para superar el primer debate de las enmiendas a la totalidad. Y los 32 escaños de Rivera son necesarios para que salgan las cuentas.

El detalle de Rajoy con Rivera es amplio. Primero, porque el Ejecutivo ha cedido a las exigencias sociales de Ciudadanos. Segundo, porque dejó todo el protagonismo de la venta del acuerdo a la formación de Rivera. De Guindos sólo se limitó a confirmarlo por la mañana, sin dar detalles. Rajoy, en Malta, donde ha participado en el congreso del Partido Popular Europeo, rehusó valorar el acuerdo, alegando que ya lo había hecho Rivera. Le cedió todo el protagonismo. Tan sólo afirmó a los periodistas: «Estamos contentos. Ahora hemos tenido que cerrar algunas cosas. No ha sido fácil, pero bueno, nada es fácil en la vida y también lo difícil a veces tiene más atractivo», en referencia a las tensiones de última hora por parte de Ciudadanos.

Tercero, porque ayer también el PP votó a favor de la comisión de investigación sobre su presunta financiación irregular. Una exigencia de C´s previa al pacto de investidura que los populares se negaban a cumplir, pero que ayer finalmente respaldaron, resignados, eso sí, para no quedarse solos en la votación.