El 11-M no fue terrorismo

Si la ‘kale borroka’ no es terrorismo porque los cócteles molotov no son armas, tampoco la masacre del 11-M, porque menos arma sería la cloratita. Gran argumento para la defensa de los fundamentalistas islámicos encausados por aquellos atentados donde no se usaron ni escopetas ni metralletas ni revólveres.

Las sentencias judiciales sientan jurisprudencia. Si la «kale borroka» no es terrorismo «porque los cócteles molotov no son armas» tampoco puede calificarse de esa manera la masacre del 11-M «porque menos arma sería todavía la cloratita». Esto es lo que se deduce exactamente del argumento que han dado los jueces Alfonso Guevara, Santiago Pedraz y Carlos Ollero para justificar el fallo que ha puesto en libertad a toda la macarrada procesada en la Audiencia Nacional por su probada pertenencia al entramado Jarrai-Haika-Segi. Y es que, mientras los cócteles molotov sólo pueden fabricarse con una intención criminal, hay que aceptar que la cloratita, en cambio, se fabrica única y exclusivamente con fines constructivos y pacíficos entre los que se hallan -como todo el mundo bien sabe- la construcción de carreteras o la extracción de minerales, como es el caso del material explosivo que se robó en Asturias para perpetrar la tragedia de los trenes de la muerte. Ya sabe ahora a qué gran argumento puede acogerse la defensa de los fundamentalistas islámicos encausados por su implicación en aquellos atentados donde no se usaron ni escopetas ni metralletas ni revólveres.

Asimismo si la complicidad en un atentado no es un delito mientras no se utilicen dichas armas no sé a qué viene detener a la cúpula de ETA en Francia que no pega tiros sino sólo ordena pegarlos. Y, siguiendo este argumento jurídico de tan profundo y sutilísimo calado, deduzco que si se está buscando al famoso «autor intelectual» del 11-M no es para juzgarlo sino para darle el Príncipe de Asturias de las Humanidades por lo intelectual que fue su labor en esa carnicería en la que «no se ensució las manos». Digo todo esto sin el menor ánimo de bromear, como tampoco bromearán los cómplices del 11-M cuando demuestren que han tomado buena nota del tratamiento judicial y político que están recibiendo sus coleguillas de ETA. Los terroristas se copian entre ellos. ETA copia al IRA su retórica del «proceso de paz irlandés» -como si los vascos estuviéramos divididos en dos bandos beligerantes de católicos y protestantes- mientras el IRA copia a ETA la estrategia de no desaparecer por más que se desarrolle la autonomía del Ulster o precisamente porque esa autonomía se está desarrollando y para poder seguir actuando una vez que se haya desarrollado del todo y resulte más fácil el empujoncito a la puerta de la independencia. ETA sueña con un atentado masivo en Madrid desde que vio los efectos políticos del 11-M y los asesinos del 11-M no tardarán cuando conozcan sus sentencias en exigirle a Zapatero un diálogo con Al Qaeda y el fundamentalismo islámico igual al que él propone con ETA y el nacionalismo vasco. Como no fue a la manifestación del 4-J, Pilar Manjón aprobará una negociación con los culpables del 11-M -que no son terroristas según Guevara, Pedraz y Ollero- así como ver en libertad al Gitanillo, que no cometió delitos de sangre.

Iñaki Ezkerra, LA RAZÓN, 23/6/2005