El acuerdo de los partidos que conforman el Gobierno Vasco con la banda terrorista ETA

Historia de uno de los episodios más indecentes en la historia de la democracia

El acuerdo con ETA.

El 9 de marzo de 1999 la policía francesa capturó en París a Irantzu Gallastegui 1 y a

José Javier Arizcuren Ruiz, (a) «kantauri», jefe de los grupos de asesinos que la propia

banda denomina «comandos». En la misma operación fue capturado José Ignacio

Herranz Bilbao, en cuyo piso franco la policía encontró un documento que puso en

evidencia lo que era ya de dominio público: la existencia de un pacto «secreto» entre

ETA, el PNV y EA.

En Agosto de 1998 los dos partidos nacionalistas autodenominados «democráticos»

alcanzan un acuerdo con la banda. Posteriormente, cuando tiempo después de

formalizarse el pacto de Estella empiecen a aparecer en la prensa referencias a este

(entonces «supuesto») acuerdo con los terroristas, ambos partidos adoptarán

inicialmente una actitud de negación de su existencia.

El lehendakari Ibarretxe, en respuesta a preguntas del PSOE y PP, llegó a afirmar

públicamente en el parlamento de Vitoria: «Ustedes no han traído aquí la contestación

que yo les he dado. Están hablando ustedes, calumniando de nuevo y mintiendo,

hablando de un acuerdo con ETA que no existe. Por lo tanto, yo les digo públicamente

hoy aquí y quiero trasladar a la sociedad que ustedes están mintiendo y calumniando.

El Partido Popular y el Partido Socialista están mintiendo y calumniando, están

intentando dividir a la sociedad vasca trasladando un mensaje falso»2.

Carlos Garaikoetxea, llegó incluso a negar al presidente del gobierno José María Aznar

la existencia del acuerdo en una entrevista mantenida entre ambos en el palacio de la

Moncloa y que el primero relata en su libro de memorias publicado en 20023. La

entrevista tuvo lugar «poco después de producirse la tregua» y el propio Garaikoetxea

cuenta que el presidente Aznar le preguntó:

«-¿Habéis adoptado acuerdos con ETA?»

Y el, «Sorprendido por una pregunta tan directa, pude resolver la situación sin faltar a

la verdad: «

«- Nosotros no hemos consumado acuerdo alguno con ETA.»

Más tarde, los dos partidos pasan a una fase de reconocimiento tácito de la existencia de

«conversaciones» pero negando en todo momento que el acuerdo hubiese llegado a

materializarse. En su mejor tradición, tratan de alterar la realidad mediante

explicaciones que aparecen como verosímiles para quien no profundice en el asunto,

dirigidas seguramente a tranquilizar sus votantes más moderados.

Dentro de esta retórica que persigue negar el acuerdo con ETA mostrando su propia

«realidad virtual», resultan ejemplares las memorias del entonces presidente de EA, en

las que califica el acuerdo de «supuesto«4. En un párrafo titulado La verdad sobre los

«acuerdos» con ETA5, Garaikoetxea reproduce la tesis del nacionalismo «democrático»

según la cual ellos, (EA) se reunieron con ETA una única vez, el 30 de julio de 1998,

como consecuencia de un escrito que ETA les dirigió fechado en junio de ese año, en el

que les proponía una reunión para el mes siguiente «con el propósito de entrar a fondo

en el análisis de la situación política y de sus posibles soluciones». A Garaikoetxea, un

«demócrata» que jamás ha dejado que nadie le dé lecciones de democracia, le parece

muy normal que la banda les convoque a una tranquila reunión de análisis de la

situación y de búsqueda de soluciones y por ello, naturalmente y como no podía ser de

otra manera, acuden. Se trata de la misma banda que mata y extorsiona a los vascos, (y

no vascos si tienen cara de enemigos de la patria abertzale y para ellos, prácticamente

todo el mundo es enemigo), pero este detalle no parece ser obstáculo para la «buena

gente» de EA.

Y acuden (según el) porque, como «la confrontación policial y la colaboración

internacional que logra el Gobierno español en la lucha contra ETA tiene que haber

hecho mella en tal organización a la hora de evaluar la idoneidad de la estrategia

armada6 y su continuidad«, creen que ahora pueden, más que nunca, «persuadir a la

organización para que sustituya la estrategia violenta por la acción política e

institucional».

Merece la pena prestar atención a la exposición que hace el presidente de EA. Para él

(como para todo el nacionalismo), la persecución de los terroristas es «confrontación

policial«; el terrorismo es «estrategia armada» y lo verdaderamente importante es que

ETA «evalúe la idoneidad» de esta «estrategia«, no de que se percaten de la inmoralidad

que supone. La exposición es digna de un «buen demócrata». En fin.., sigamos.

Garaikoetxea nos cuenta en su libro las peripecias de los «delegados» de EA para

reunirse con ETA, (aclarando que ellos no habían mantenido contactos personales

directos con la banda, «como era el caso del PNV»), adoptando cautelas y precauciones

«propias de un contacto con una organización clandestina». Cuenta también que

mantuvieron una reunión «larguísima, una jornada completa» mientras «delegados» del

PNV se reunían con ETA en habitación aparte, ya que «estos (los del PNV) no eran

partidarios de reunirse conjuntamente con EA», de forma que sus representantes

terminaron la reunión aquella noche, «en un mano a mano con los dirigentes de ETA».

Como resultado de aquel «dialogo hasta el amanecer», los de EA regresaron a Zarauz al

día siguiente «radiantes de esperanza, y con razón». Efectivamente no solo habían

aclarado a ETA sus propuestas políticas, «francamente formuladas» en sus «ponencias

congresuales», sino que también habían podido reiterar su «decidida apuesta por las

vías políticas y pacíficas como único medio, no solo legítimo, sino también el más

eficaz para defender las reivindicaciones abertzales». Además habían recibido un

documento con el sello de la «organización«7, conteniendo una propuesta que

básicamente encajaba en sus propias formulaciones8.

Resulta bastante inverosímil que un acuerdo como el que, según veremos, firmaron

ETA y los dos partidos nacionalistas, se pudiese alcanzar en el transcurso de una única

reunión en la que, además, las tres partes no llegaron a estar en ningún momento juntas,

pero esto es lo que nos cuenta el entonces presidente de EA y no tenemos pruebas para

rebatirle en este punto.

Según Garaikoetxea, el día 12 de Agosto tuvieron una reunión en la sede de EA de San

Sebastián con Eguibar y Aguirre del PNV, en el transcurso de la cual decidieron hacer

una serie de «precisiones a la propuesta e ETA».9 Acordadas las «precisiones», les

pareció que lo mejor era ponerlas por escrito en el reverso del propio documento de

ETA, «para evitar cualquier manipulación o versión mutilada si existían filtraciones

por cualquier causa». Posteriormente, dice que pusieron «sus sellos» en ambas caras y

los de EA encargaron a los del PNV que hiciesen llegar el documento a ETA y les

pidiesen su aceptación y que pusieran su sello también en el reverso, cosa que no

hicieron porque, según Garaikoetxea, «el PNV aprovechó su papel de emisario para

explicar a la organización armada10 que las condiciones añadidas al documento de

ETA habían sido un empeño de EA y que al PNV no le parecían oportunas»

Según el, la banda no se dio por enterada de las condiciones añadidas y por contra, les

envió una carta («durísima misiva») en la que reprochaba a EA «el procedimiento

empleado para formularlas» y arremetía contra supuestas indiscreciones de ese

partido11.

Para Garaikoetxea, es decir, para EA (y para el PNV), como ETA no respondió a las

«condiciones» que ellos pusieron al dorso del documento, «el acuerdo con ETA quedó

así inacabado como una sinfonía de Schubert»12

Esta versión del nacionalismo «democrático» pretendiendo hacer creer que el acuerdo

no se materializó por la falta de firma por parte de ETA a las condiciones que ellos

añadieron el 12 de agosto, se compadece muy mal con la realidad de lo que

posteriormente ocurrió, ya que todos los pasos pactados por las tres partes fueron

cumpliéndose meticulosamente (como veremos) y cuando en un pacto falta el «apretón

de manos», pero lo pactado se cumple, es porque simplemente EXISTE.

Tampoco es verosímil que la gente de ETA invite a los dos partidos a charlar en el

«confort de la clandestinidad» para hacer un «análisis de la situación y de búsqueda de

soluciones» y que la charla se desarrolle en reuniones bilaterales en lugar de estar todos

juntos en «dialogo franco y ambiente de camaradería», como cabría esperar de gentes

«jatorras» que comparte indisimuladamente los mismos fines. Y menos verosímil aún es

que la banda se descuelgue al final con un documento de acuerdo entre las tres partes

que se saca improvisadamente de la chistera. La reunión «contada» por Garaikoetxea (si

no fueron varias las reuniones) tiene todo el aspecto de una negociación a tres bandas y,

como veremos, es esta además la única explicación mínimamente razonable de su

naturaleza.

 

 

El PNV y su página en Internet

Mucho después de verano de 1998, el PNV insertó en su página de Internet, al alcance

de cualquiera, seis documentos repartidos en diez páginas en formato gráfico JPEG, que

recogían los detalles de los papeles presentados por la banda para su ratificación por las

tres partes y la correspondencia posterior intercambiada entre ellos.

Dado que no se trata de documentos interceptados a la banda (y que por tanto podrían

tener origen cuanto menos dudoso) sino que, aparentemente para justificar la

inexistencia del acuerdo, es el propio PNV quien «da fe» de que se trata de

documentación cierta, su publicación resulta bastante inaudita ya que como veremos,

acaba siendo muy útil para comprobar fehacientemente, precisamente todo lo contrario,

es decir:

• que ambos partidos negociaron un acuerdo «secreto» con la banda,

• que este acuerdo fue el paso previo para el pacto «publico» de Lizarra y

• que como mínimo resulta una valiosa información, reconocida directamente (y por

tanto «dada por buena») por una de las tres partes firmantes, para que el Ministerio

Fiscal pueda abrir un expediente para imputarles la posible comisión de algún tipo

de delito de colaboración con banda armada, conspiración de carácter criminal o

simplemente de ocultación a la policía de información valiosa, que podría haber

servido para la detención de delincuentes.

El libre acceso a esta documentación en la pagina de Internet del PNV permite a

cualquiera ver con sus propios ojos la naturaleza del acuerdo antes negado, apreciar sin

tapujos y en su plenitud la catadura moral de los firmantes y la naturaleza real de su

condición de «demócratas». (Por si a estas alturas existiese todavía alguna duda al

respecto).

 

 

El acuerdo básico. Un análisis de la documentación hecha publica por el

PNV.

Primer documento

El primero de los documentos presentados por el PNV es resume el acuerdo básico

alcanzado por ETA con los negociadores de PNV y EA. Identificado por el PNV como

«Doc 1» (ver apéndice 1) en el se dice:

ETA, PNV y EA «Teniendo en cuenta la situación que vive Euskal Herría y con la

intención de iniciar una nueva era en el conflicto con España, firman el siguiente

acuerdo básico»

A continuación se desarrolla ese «acuerdo básico» en cuatro puntos en los que se afirma

(ver apéndice 1):

1. Que las tres partes se comprometen a «a dar pasos efectivos desde hoy, en aras a

la creación de una estructura institucional única y soberana» que abarque no

solo a la CAV sino también a Navarra y a las provincias vasco francesas.

2. Que «junto con las fuerzas partidarias de la construcción de Euskal Herría, o

asimismo junto con las fuerzas partidarias de los derechos democráticos de

Euskal Herría, se comprometen a fomentar dinámicas o lograr acuerdos, tanto

puntuales como de largo alcance en torno a las necesidades básicas y mínimás»

(¿?)

3. Que tanto PNV como EA se «comprometen a romper los acuerdos que

mantienen con los partidos que tienen como objetivo la construcción de España

y la destrucción de Euskal Herría», para después aclarar que esos partidos que

buscan » la destrucción de Euskal Herría» son PP y PSOE.

4. Que ETA se compromete a «dar inicio» a un alto el fuego indefinido, aunque con

algunas condiciones puesto que pretende mantener tanto «las tareas de

aprovisionamiento como el derecho a defenderse en caso de posibles

enfrentamientos». En este párrafo aparece una llamada que encamina al lector a

una nota al pié que aclara que, «a pesar de que el alto el fuego se presentará al

público como indefinido, tendrá un primer plazo de cuatro meses al inicio,

tendente a la comprobación de los compromisos adoptados por EA y EAJPNV,

dependiendo su prolongación o su carácter definitivo de los citados

compromisos».

En la base del documento aparece una nota que indica que se trata de la página del

PNV, que es de color azul oscuro.

Segundo documento

El segundo documento (Doc. 2) tiene dos hojas. La primera muestra la misma hoja del

documento nº 1 con un añadido en la base, justo antes de la nota «aclaratoria» arriba

indicada, que está escrito con un tipo de letra de máquina de escribir antigua (el resto

del documento está aparentemente confeccionado en ordenador), en la que se indica

«Al dorso de esta página, desarrollo del acuerdo suscrito»

La segunda hoja es el reverso de la anterior y aparentemente se trata del «desarrollo del

acuerdo suscrito» y recoge las «condiciones» al articulado de las que habla

Garaikoetxea en sus memorias.

El primer párrafo («en lo que se refiere al primer y al segundo punto») los

«demócratas» le dicen a ETA que para poder crear «una institución única y soberana

en Euskal Herría es imprescindible que los firmantes pongan sobre la mesa y

acuerden unas propuestas de estrategia, intenciones, pasos, medidas y ritmos«, y

terminan indicando que el seguimiento y la evaluación de los acuerdos «deberá hacerse

de forma mancomunada, para evitar la posibilidad de ruptura por parte de cada una

de las partes». Es decir, que lo que quieren es ir «más despacio» e intentar que ETA no

se les desmande, pero no discuten para nada la «bondad» de ambos puntos, ya que están

totalmente de acuerdo con ellos.

En el segundo párrafo matizan eso de «la ruptura» con los partidos que «tienen como

objetivo la destrucción de Euskal Herría» ya que (dicen) «si la participación de otras

fuerzas resulta necesaria para poder conseguir la gobernabilidad y la estabilidad de

las instituciones de cada ámbito, desde el punto de vista de la defensa de la nación

vasca, intentaremos encontrar las fórmulas de gobierno más adecuadas» 13. Vamos

que si «la ruptura» les supone perder las poltronas, ni hablar de romper, que con las

cosas de comer no se juega.

El siguiente párrafo hace mención al alto el fuego de ETA, indicando que «Un alto el

fuego indefinido supone el respeto de los derechos humanos de todas las personas» y

para terminar, en el último párrafo de sus «condiciones», los «demócratas»,

repentinamente conscientes de que su pacto con la banda no parece muy presentable,

pretenden mantenerlo oculto de la opinión pública indicando que «Los firmantes se

comprometen a no hacer público este acuerdo, sin acuerdo de las tres partes«.

El tercer documento

Identificado por el PNV como Doc.3 (ver apéndice 1), aparece como misiva enviada por

este partido a ETA y su encabezamiento es el que sigue:

«A Euskadi Ta Askatasuna, sobre el acuerdo firmado»

Tiene fecha del mismo mes de agosto de 1998 y en el se exponen de nuevo las

«condiciones» anteriores. Este documento resulta prueba fundamental para verificar

fehacientemente que PNV y EA sí establecieron un acuerdo con ETA. De otro modo no

pueden explicarse frases como las siguientes, incluidas en el propio documento (de

nuevo hay que insistir que procede de la página en Internet del propio PNV por lo que

está irrebatiblemente legitimado para servir como prueba):

 

«A Euskadi Ta Askatasuna, sobre el acuerdo firmado» Se trata del titulo del

documento. En el se afirma que el acuerdo está ya firmado. Quizá en la frase se oculte

alguna clave esotérica que altere su significado y que solo un nacionalista que «esté en

la pomada» pueda entender pero, el común de los mortales solamente entiende en ella lo

que exacta y precisamente dice: Que a esas alturas de agosto de 1998 al menos el PNV

ya creía haber firmado un acuerdo con ETA y EA también lo creía, puesto que en el

propio documento que ambos partidos devolvieron a ETA con el dorso emborronado, se

decía: «Al dorso de esta página, desarrollo del acuerdo suscrito»

«Teniendo en cuenta la situación que vive Euskal Herría, EAJ14 siempre ha

mencionado a ETA que para encontrar una solución al conflicto que tiene Euskadi

para con España era y es imprescindible utilizar vías democráticas y pacíficas»

Al leer eso de «EAJ siempre ha mencionado a ETA», uno no puede menos que

entender que se ven con frecuencia y se «mencionan» estas cosas; y además observa que

EAJ, como ETA, cree que «el conflicto» lo «tiene Euskadi para con España«, por lo

que se ve con claridad el valor (nulo valor) que para ellos tiene la opinión de los vascos

que no son nacionalistas.

«Han pasado demásiados años en los que dos estrategias irreconciliables han

funcionado cada una por su lado y enfrentándose. Se nos ha propuesto, y hemos

firmado, un acuerdo básico dirigido a dar comienzo a una nueva etapa.»

Traducción inevitable del párrafo, en el que de nuevo se ratifíca por parte del PNV que

se trata de un acuerdo que ya «hemos firmado» :

«Así que, después de tantos años de enfrentarnos, aquí estamos los partidos

nacionalistas que nos llamamos «democráticos» matizado un «acuerdo básico» que ya

tenemos firmado con la banda, (porque «se nos ha propuesto», no se vayan a creer otra

cosa) y, justo en el momento en que la banda estaba más hundida tanto por el

desprestigio originado por las animaladas hechas contra Miguel Angel Blanco y

Ortega Lara, como por la actuación de la policía, vamos nosotros, los «demócratas», y

le metemos a la banda un «pico» de oxigeno en vena, no vaya a ser que dejen de caer

nueces«.

Los siguientes párrafos recogen las «precisiones» que estaban ya en el documento

anterior aunque sin embargo es importante prestar atención a las «matizaciones»

referidas al punto tercero del acuerdo firmado:

«Respecto al tercer punto:

Lo perfilamos con vistas al futuro, aunque a corto plazo ( a partir de junio de 1999, a

pesar de que un primer reflejo se dará en la formación del próximo Gobierno Vasco).

EAJ no acostumbra a romper la palabra dada. EAJ dará los pasos necesarios para

formar mayorías y gobiernos en la Comunidad Autónoma del País Vasco, en

Nafarroa y en Iparralde, de la mano de EAJ, de HB y de EA. Como objetivo, será

siempre necesario conformar mayorías entre los tres, y si no, dar entrada a un cuarto

(o a los que sean necesarios). Porque no podemos dejar la estabilidad y el control de

las instituciones vascas en manos no abertzales»

El PNV le dice aquí a ETA que, aunque el acuerdo es con vistas al futuro, se verá

pronto su «primer reflejo» (Primer reflejo que se vio bien en el primer gobierno de

Ibarretxe, ratificando los hechos posteriores 15 lo acordado)

También le dice que «EAJ no acostumbra a romper la palabra dada«. Es decir, que lo

firmado firmado está y no se va a romper, «palabra de vasco». Como la palabra «está

dada» podemos apreciar de nuevo que el acuerdo ya estaba firmado y bien firmado a

esas alturas. (Al menos es lo que en ese momento afirma el PNV)

Al margen de que con frecuencia, la «excusa no pedida, acusación manifiesta», resulta

curiosa esta afirmación de que «EAJ no acostumbra a romper la palabra dada»

viniendo de un partido en el que su propio presidente (y un buen puñado de sus

«burukides») no tuvo en su día ningún problema en «romper la palabra dada» a su propio

Dios.

Lo que sigue después del rollete de «la palabra dada» permite apreciar que para los

«demócratas» firmantes, como para el Tribunal Supremo, ETA y HB «la misma mierda

es» (Ermua dixit). Están decididos a hacer las componendas que sean necesarias para

gobernar con ellos, pero es evidente que nadie tiene capacidad para involucrar en una

acuerdo a un tercero ausente como HB (un cuarto en este caso). Los «demócratas» saben

muy bien que firman con ETA porque ellos son los que mandan; HB es un mero

apéndice que hará lo que diga la banda.

La última frase del párrafo nos deja un poco desconcertados. ¡¡ Nosotros que alguna vez

creíamos que eran de verdad «demócratas»!!. «Porque no podemos dejar la estabilidad

y el control de las instituciones vascas en manos no abertzales»

¿Ah no? ¿Aunque los «no abertzales» obtengan más votos? Que curiosa manera de ser

«demócrata» la suya….

La última frase del documento está muy bien. Para que no haya dudas. Clara, concisa,

contundente. Nada de medias tintas ni palabrería farragosa:

«EAJ entiende así el acuerdo firmado, y promete que lo cumplirá.»

Como está ya firmado, pues eso, a cumplirlo. Y vaya si lo cumplió.

 

 

Documento cuarto (Doc 4)

Se trata de una carta de tres páginas de extensión que ETA dirige a los «aficionados a

JEL». Tiene fecha de septiembre de 1998. Desmonta cruelmente la afirmación de

Garaikoetxea (ver arriba) de que no hubo respuesta de la banda a sus «condiciones o

precisiones». Como mínimo, el entonces presidente de EA miente en esto.

Los etarras dicen que «una vez estudiada la respuesta que habéis dado a la propuesta

de acuerdo que os dirigimos, os queremos trasladar las siguientes decisiones y

reflexiones. Nos parece poco serio, desde el punto de vista formal, realizar

modificaciones sobre le documento original. Más si esas modificaciones pretenden

ser una lectura o desarrollo del acuerdo. Según nos dijisteis vosotros también lo

veíais así y fue el deseo de EA la razón de hacer las cosas así. Entendemos, por tanto,

que las responsabilidades son diferentes, pero como está firmado por ambos, nos

vemos obligados a deciroslo también a vosotros».

Se ve que la banda protesta por la falta de seriedad que supone emborronar un acuerdo

ya firmado con «condiciones» sobrevenidas, que únicamente «pretenden ser una lectura

o desarrollo del acuerdo» y que aunque no lo desvirtúan en esencia, ellos no están por

la labor de aceptarlas porque les parece que lo único que pretenden PNV y EA es

mantener sus poltronas («su espacio«) y porque además les parecen unos «caguetas». (A

eso le llaman «falta de arrojo«).

Los etarras confirman después lo que decía Garaikoetxea sobre la preferencia del PNV

por las «relaciones bilaterales», pero ellos creen que este es una acuerdo entre tres ya

que «la responsabilidad de la construcción nacional nos corresponde a todos» .

El resto de la carta16 es una «reflexión» con reproches para ambos partidos sobre como

han manejado «su tregua» haciendo creer que se trata de una «evolución» y

transformación de la «izquierda abertzale»17

Para ETA, que el PNV hable de paz y no de soberanía como habían acordado no está

bien porque lo realmente importante no es «la respuesta que den Madrid o París, sino

el compromiso que asumimos o los pasos que damos los abertzales».

Esta tesis llevará más tarde a ETA18 a culpabilizar de la ruptura su «alto el fuego» a los

dos partidos por no haber cumplido el compromiso de ruptura establecido en el acuerdo de agosto de 1998, a pesar de lo cual, todo el poder mediatico nacionalista se centrará en

echar la culpa al gobierno de Aznar por su «inflexibilidad». Los nacionalistas siempre

han sido expertos en encontrar culpables ajenos (y externos) para todos los

desaguisados que ellos mismos preparan.

Documento quinto (Doc. 5)

Para verano de 1999 los etarras estaban bastante hartos de los dos partidos ya que,

(según ellos mismos dicen en su comunicado de ruptura del «alto el fuego»)19

«Examinando el punto en que se encontraba el proceso y viendo que no se cumplía lo

firmado en el verano del año pasado (ni los pasos efectivos ni la ruptura completa con

las fuerzas partidarias de España), decidimos «dejar en el aire» la interrupción de

[nuestras] acciones vigente desde septiembre del 98 y así se lo hicimos saber al PNV y

a EA en el verano del 99. Hace ya cuatro meses.»

Vemos que la banda, con un preaviso de cuatro meses, decide «denunciar» el contrato

que tenía con PNV y ETA porque veía que no lo estaban cumpliendo, al menos no

como ellos querían, es decir, rompiendo con los «enemigos de Euskal Herría» lo antes

posible.

Sin embargo, antes de la ruptura total del contrato, la banda envía un nuevo documento

( DOC.5 ) de acuerdo con propuestas muy concretas y precisas:

• Como han «jurado respetar la palabra de (ente imaginado) Euskal Herría»,

asumen el compromiso de hacer que esa palabra «se concrete«, mediante la

creación de un «sujeto soberano»

• Como es necesario un método, deciden apostar por «el método más democrático

que se ha inventado hasta ahora, esto es, celebrar en Euskal Herría unas

elecciones libres y democráticas»20

• Las elecciones tendrían como espacio electoral toda Euskal Herría y su objetivo

«como en cualquier elección, sería crear un Parlamento compuesto por las

diversas opciones políticas que se presenten» y esos parlamentarios «serían

también representantes21 de (el ente) Euskal Herría» y serán los que elijan «al

que será lehendakari de Euskal Herría» y además deberán asumir «la dirección

del proceso de reconstrucción22 de Euskal Herría así como la creación de una

Constitución Soberana de Euskal Herría».

• También asumen la responsabilidad de conseguir el máximo de apoyo para estas

elecciones (quizá a bombazos y tiros, que es lo que mejor dominan) y de que se

lleven a cabo en el más corto espacio de tiempo posible.

• Asumen también la responsabilidad de hacer todo lo posible para conseguir que

estas elecciones se lleven a cabo «en una situación lo más democrática posible, dando todas las facilidades a todos los ciudadanos vascos que quieran

participar» y «dejando a un lado a todas las fuerzas extranjeras que puedan

resultar un obstáculo para las elecciones»24.

• ETA manifiesta también que, en concordancia «con el vigor y estabilidad del

parlamento que surja», daría por terminada «la defensa de Euskal Herría por

medio de las armás» y, si PNV y EA firman este nuevo acuerdo la banda

decretaría un «cese de acciones armadas» indefinido que pasaría a ser definitivo

siempre y cuando esas elecciones se celebren con rapidez.

En Agosto de 1999, tanto despropósito y puesto todo tan junto, resulta probablemente

demasiado para los nacionalistas «democráticos». Quizá para entonces ya se han dado

cuenta de que ETA no iba de farol en el acuerdo de agosto de 1998 y de que el riesgo

para ellos (léase la segura pérdida de las poltronas que han estado ocupando «desde

tiempo inmemorial») es enorme. Además la subida del nacional-socialismo que controla

ETA en las elecciones de octubre de 1998 les ha sentado como una autentica «patada en

el trasero». A esas alturas ya tienen probablemente decidido «romper» con ETA.

Junto con este nuevo acuerdo, ETA había enviado al PNV una «reflexión» en dos

páginas que el PNV no ha incluido en su Web de Internet. Sin embargo sabemos que

esta «reflexión» existe porque el PNV la menciona en su respuesta, recogida en el

siguiente documento.

 

Documento sexto (Doc. 6)

La respuesta del PNV a la propuesta última de la banda no se hace esperar: El PNV

escribe una carta con el sonoro título de «A ETA» (Doc. 6). La carta vuelve a confirmar

lo que ya hemos visto con anterioridad.

La reflexión política que desarrollasteis a lo largo de dos páginas puede resumirse en

dos claves fundamentales, por un lado, los suscrito hasta el momento y su transcurso

y, por el otro, la propuesta que tendría el título «Nuevo Acuerdo».

Queda por tanto aclarado de nuevo que para el PNV, el acuerdo de agosto de 1998 fue

«suscrito», es decir, las partes firmantes llegaron a un acuerdo. Por si hubiese duda, poco

más tarde reiteran (y subrayan) que «De todas formas, por lo que respecta el PNV, el

EBB añadió a lo suscrito el anexo fechado el 13 de agosto de 1998. No nos hemos

alejado en absoluto del citado anexo«. Al leer este último párrafo uno no puede menos

que constatar varias cosas:

• De nuevo el PNV reitera que el acuerdo fue efectivamente suscrito.

• El PNV engaña hasta a sus «socios» cuando le conviene. Cuando en agosto de 1998

fueron en su nombre y en el de EA a presentar «las condiciones» escritas (por ambos

partidos) sobre el acuerdo previo con ETA, contaron a los terroristas que «había

sido EA partidaria de hacer las cosas así»25. Ahora sin embargo afirman que fue el

EBB quién hizo «el añadido».

Uno se queda con la impresión de que la gente del PNV son mentirosos compulsivos

por naturaleza, que manipulan las situaciones a su antojo y a los que no importa engañar

incluso a sus propios socios. Cuando, como le ocurre al PNV, uno miente de continuo,

acaba cayendo en contradicciones (esta última es solo una más) que hacen que la verdad

aflore descarnada. Sin embargo a ellos no parece les importe demasiado que esas

«contradicciones» afloren: como hemos visto les basta con reiterar «ad nauseam»

afirmaciones sonoras como la que aparece a continuación en este documento: «Basta

con nuestra afirmación para certificar la citada consideración,26 dado que somos un

Partido fiel a su palabra«.

Esto ya lo hemos visto antes ¿verdad?. El PNV, partido de la mentira acumulativa

donde los haya, se ve en la necesidad de reiterar la «excusa no pedida». Uno se pregunta

como es posible que aún haya gente incauta (como EA por ejemplo) que sea capaz de

pactar algo con ellos.

Para el PNV, aunque basta con su propia afirmación «para certificar la citada

consideración», la prueba más evidente de que esta vez ( y sin que sirva de precedente)

es verdad lo que afirman sobre su ruptura con los partidos «enemigos de Euskal Herría»,

es la «cruzada que han organizado ambas organizaciones en contra de nuestro

partido, Lizarra – Garazi y en contra de cualquier tipo de senda que pretenda lograr

una salida política al conflicto que vive Euskal Herría».

Queda claro que para el PNV (como para ETA, EA, IU y todos los grupos, grupusculos

y organizaciones, «demócratas-creyentes-en-entes» de todo tipo que se han juntado en el

pacto de Estella), hacer un montaje totalitario que, saltándose todo tipo de norma y

excluyendo al 50% del electorado de la CAV, (enemigos obviamente del ente-nación y

por tanto sin derecho a voto27) pretenda «dar la palabra» la ente-nación Euskal Herría, es

en realidad «una salida política al conflicto que vive Euskal Herría».

Para el PNV, tras «estos últimos 22 años» de «dirección política contrapuesta» (se

refieren a la suya, obviamente, ya que es la única que ha habido) la cosa ha cambiado

mucho en estos últimos 12 meses. Se han dado pasos gigantescos dicen. Efectivamente

en los últimos 12 meses. Se ha puesto en marcha el Frente Nacional que con tanto

ahínco buscó Txillardegui, para marchar unidos, prietas las filas, a la recuperación de la

nación, comunidad imaginada, perdida. («reconstrucción» le llaman a eso)

El «Nuevo Acuerdo» que ETA propone es rechazado por el PNV («dimos una

respuesta negativa al Nuevo Acuerdo» en «la propia reunión celebrada el 11 de julio

del presente año«), pero el rechazo no deriva de que haya un desacuerdo en los

términos del mismo (sobre todo en eso de excluir a los «enemigos de Euskal Herría»)

sino en que «se sitúa totalmente fuera de la realidad actual de Euskal Herría» y en su

opinión, «antes de adentrarnos en la vía que nos proponéis«28 si se quiere recabar «la

adhesión de los ciudadanos, es necesario realizar una gigantesca labor pedagógica» y ello requiere «atar las cuestiones concienzudamente» ya que el reto que tienen entre

manos es demasiado importante

Por esto, frente a la propuesta de acciones rápidas y concretas de ETA, el PNV propone

el típico rollo inconexo en tres puntos, muy propio del nacionalismo «logorreico»

autodenominado «democrático» y que probablemente dejaría bastante fríos a los etarras.

(de hecho el PNV se «queja» al final de la carta de que su propuesta-rollo, enviada por

escrito a ETA en junio de 1999 junto con una propuesta de reunión para hablar sobre

ello, no había tenido aún respuesta de la banda)

Los tres puntos de la propuesta del PNV son:

1. «Euskal Herría, reconociendo que constituye un pueblo que posee la capacidad

de DECISION, siendo protagonista de su historia,

¿Quién reconoce? ¿la propia Euskal Herría de los nacionalistas? (es decir, los

ciudadanos de Euzkadi o C.A.V. más los navarros y los vasco franceses), ¿los estados

de Francia y España?. Salvo los propios nacionalistas, nadie reconoce que semejante

«pueblo» exista. Y desgraciadamente para ellos, los «creyentes» son minoría en esa

Euskal Herría – ente imaginado, así que probablemente la interpretación correcta de la

frase podría ser: «Euskal Herría, creyendo nosotros los nacionalistas que constituye un

pueblo que posee la capacidad de DECISION». Escrita así se entendería mucho mejor.

Lo de «siendo protagonista de su historia» es bonito. No sabemos lo que quiere decir

pero suena bien y lo que viene después, eso de «reafirma el objetivo de estructurar el

estatus político y jurídico necesario y conveniente para que sea reconocido el carácter

de nación de Euskadi» como parece continuación de la frase inicial, también se

entiende «raro». Probablemente deberían haber escrito algo así como «reafirmamos

(nosotros, los nacionalistas creyentes) nuestro objetivo político de estructurar el estatus

político y jurídico necesario y conveniente para que sea reconocido el carácter de

nación de Euskadi, que es a lo que nuestra fe nacionalista nos lleva». Tampoco dicen

de quién esperan ese reconocimiento. Quizá eso no les importe. Quizá con reconocerlo

ellos mismos ya les vale.

También resulta curioso que en el mismo primer párrafo hablen de Euskal Herría como

pueblo constituido para que, poco más tarde, sea Euzkadi29 quién tiene el carácter de

nación. Juegan tanto a deformar el sentido de las palabras y a llamar a las cosas de

formás distintas que a menudo se contradicen. En esto la banda es más coherente. Jamás

utiliza el «palabro» euzkadi.

2. «Partiendo del derecho de autodeterminación de Euskal Herría, impulsaremos un

proceso político y social que protagonizarán los ciudadanos de los seis territorios.

En este proyecto político se definirían tanto la estructuración interna de nuestro

pueblo como las relaciones a tener con otros estados y, al mismo tiempo,

partiendo de ese momento histórico, se establecerían el estatus político y los

niveles de poder que son necesarios para nuestro Pueblo cara a los próximás

décadas.»

Esto está bien. Parten del derecho de autodeterminación de un ente que solamente existe

en su cabeza y lo presentan prácticamente como un derecho «natural». Esto es propio de

los nacionalistas. No les importa que los ciudadanos lleven años «autodeterminandose»

en las urnas. Para ellos solo vale la autodeterminación colectiva del ente-pueblo. (que

por cierto, según el hijo de Higinio, solo sirve «para plantar berzas»). Además ese

«derecho» les sirve de punto de partida para impulsar un proceso político y social que

deben protagonizar «los ciudadanos de los seis territorios». El tal proceso (que

naturalmente no aclaran en que consiste) pasa a continuación a ser un proyecto que

tampoco aclaran en que consiste pero que ya nos podemos imaginar puesto que, de lo

que se trata es de definir «tanto la estructuración interna de nuestro pueblo como las

relaciones a tener con otros estados» así que ya sabemos que es un proyecto para crear

un estado distinto a los dos que actualmente albergan lo que ellos llaman Euskal Herría.

Lo de partir «del momento histórico» es algo que no se sabe que significa pero debe

afectar a alguna «fibra» oculta de la creencia nacionalista, porque lo usan con frecuencia

y alguna utilidad debe tener porque de otro modo sería una gran memez invocarlo de

continuo. Quizá haya que ser creyente y subir con ellos al monte varias veces para

entenderlo. Sin embargo debe permitir establecer «el estatus político y los niveles de

poder que son necesarios para nuestro Pueblo cara a los próximás décadas». Esto

deberían patentarlo para que no se lo copien. Si uno va y simplemente «Partiendo del

momento histórico» puede ya definir el estatus político y los niveles de poder necesarios

para las próximás décadas, seguro que también resulta útil para acertar a las quinielas.

Partamos pues del momento histérico. (perdón histórico)

No sabemos si el PNV pretende involucrar a «los ciudadanos de los seis territorios» en

su delirante proyecto de grado o por la fuerza. Sí sabemos que sin el uso de la fuerza,

los ciudadanos involucrados «sacarán un dedo» monumental a los nacionalistas, que son

espectacularmente minoritarios en el conjunto de «su» Euskal Herría. También sabemos

que no podrán hacer nada sin contar con el resto de los ciudadanos de Francia y España

porque las respectivas leyes (apoyadas, dicho sea de paso, por la inmensa mayoría de

los ciudadanos convocados) lo impiden. Así que todo este rollo nacionalista solo sirve, a

efectos prácticos, para emborronar papel y engañar a incautos, generando de paso una

tensión social sin precedentes.

3. «Una vez desarrollado y completado el proceso, una vez lo que de el haya surgido

reciba el apoyo democrático de la mayoría de la sociedad vasca, los ámbitos de

decisión que en estos momentos condicionan el futuro de la sociedad vasca

habrán de respetar lo resultante del proceso, adaptando los marcos jurídico

políticos a esa voluntan (sic) popular libre y democrática»

«lo que de el haya surgido» Uno lee la frase y se imagina al autor enviando anuncios a

la sección de contactos de un periódico: «se ofrece creyente en ente-nación, maduro/a y

de buen ver, bien situado/a, para amistad y lo que surja.» (eufemismo popular para

explicar que si se tercia, mojaremos).

«Lo que surja» quizá sea el Departamento de los Pirineos Atlánticos, Navarra y la

C.A.V. Uno tiende a pensar que eso será «lo que surja» porque votación tras votación,

elección tras elección, eso es «lo que ha surgido». Solamente a los nacionalistas les

parece que no «ha surgido» lo que ellos quieren y por eso insisten. Que no han mojado,

vamos.

Cuando ya «haya surgido» lo que «tenga que surgir», y reciba el apoyo «democrático» de

la mayoría de la sociedad vasca30 «los ámbitos de decisión que en estos momentos

condicionan el futuro de la sociedad vasca habrán de respetar lo resultante del

proceso, adaptando los marcos jurídico políticos a esa voluntan (sic) popular libre y

democrática». No se pierdan la frase. «los ámbitos de decisión que en estos momentos

condicionan el futuro de la sociedad vasca«. ¡¡Chapeau !!. Es difícil escribir de forma

más retorcida. El de los anuncios a la sección de contactos es un artista. Mojará seguro.

 

De cómo las consecuencias demuestran los hechos

Hemos podido apreciar que el acuerdo entre la banda y los partidos nacionalistas

«democráticos», o primer acuerdo fundacional del Frente Nacional, tuvo lugar, es decir,

ocurrió y se materializó, en agosto de 1998. Lo hemos visto porque ellos mismos lo han

escrito así y lo han publicado para que todo el mundo lo conozca.

De la misma manera que un acuerdo (pongamos por ejemplo) matrimonial, queda a

salvo de cualquier duda sobre su «consumación» cuando nace un niño que es «el vivo

retrato de su padre», el acuerdo del Frente Nacional tuvo sus hijos que permiten

confirmar su consumación «canónica».

 

Udalbiltza

El acuerdo decía que las partes se comprometían a dar los pasos para la creación de una

estructura institucional única y soberana, aún con la matización incluida por PNV y EA

de que las «estrategias, pasos, medidas y ritmos» debían ser pactadas. Pues bien, la

citada estructura se materializó en la forma de UDALBILTZA, agrupación de

municipios en poder de los nacionalistas creada a imagen y semejanza de la que sirvió

de apoyo a la presentación del «estatuto de Estella» de 1931.

Udalbiltza, generosamente dotada con fondos públicos desde las instituciones

controladas por los nacionalistas,31 no cumplió con sus objetivos fundacionales porque

los «caguetas» nacionalistas «democráticos» no estuvieron a la altura de lo que la banda

y sus formaciones políticas nacional socialistas deseaban (y por cierto habían pactado).

Por eso se escindió en dos Udalbiltzas, financiadas a partir de ese momento una de ellas

por las instituciones controladas por los nacionalistas «democráticos» y la otra por las

controladas por el nacional socialismo etarra. Naturalmente no han llegado a cumplir

con los fines para los que se creó la primera de ellas, pero el pacto entre la banda y los

dos partidos se consumó en su punto primero, con la creación inicial de UDALBILTZA.

 

El pacto de Estella

El PNV, EA y la banda acordaron en su segundo punto (y al margen de la matización

sobre «el tempo») propiciar la «formación de dinámicas y el establecimiento de

acuerdos» con las «fuerzas partidarias de la construcción de Euskal Herría». Este acuerdo se materializó en EL PACTO DE ESTELLA (de LIZARRA para los

nacionalistas).

ETA, como no podía ser de otra manera, aplaudió la firma del pacto que, dejando de

lado a los «partidarios de la destrucción de Euskal Herría«, tuvo como único fin la

consecución de un ambiente propicio a la ruptura del marco legal y la creación del entenación

Euskal Herría.

De nuevo los hechos demuestran que el pacto entre los tres se consumó plenamente en

su punto segundo.

 

Ruptura con los partidos «partidarios de la destrucción de Euskal Herría»

(PP y PSOE)

No hay duda de que la ruptura se consumó. No era posible otra cosa ya que parece

difícil que los partidos que defienden los derechos de los individuos que la constitución

consagra, puedan acordar nada con partidos que anteponen los supuestos derechos

«colectivos» del ente-nación y que no tienen además inconveniente en pactar con la

banda que mata y extorsiona a sus militantes y votantes.

Que PNV y EA han rehuido desde entonces cualquier acuerdo con estos partidos es una

evidencia diaria. Que les han ninguneado de continuo también lo es. Desde «planes

Ibarretxe» de los que PP y PSOE «se enteran por la prensa» hasta manifas organizadas

desde el poder a las que «mejor que no asistan», pasando por presupuestos que, aún

estando en minoría, tratan de imponer sin ningún tipo de negociación, para luego echar

la culpa al otro por no votarlos, así como continuos insultos y descalificaciones

groseras.

De nuevo los hechos demuestran que el pacto entre los tres se consumó plenamente

también en su punto tercero.

 

El alto el fuego de ETA

El cuarto punto del acuerdo consistía en que la banda decretaría un alto el fuego, cosa

que hizo, para romperlo únicamente porque sus socios no estaban cumpliendo lo

acordado y no prestaron la debida atención a su Nuevo Acuerdo.

La banda hizo lo que había pactado, demostrando que también el cuarto punto se

cumplió plenamente.

 

Resumen

Los hechos constatables, ocurridos públicamente y por tanto perfectamente valorables

demuestran, sin lugar a la más mínima duda, que los cuatro puntos del acuerdo se

cumplieron en su integridad durante el último cuatrimestre de 1998. Por tanto,

constatada la consumación resulta imposible creer al entonces presidente de EA cuando

afirma ante el presidente del gobierno que «- Nosotros no hemos consumado acuerdo

alguno con ETA.». Eso es simplemente una mentira.

Otra cosa distinta es que el acuerdo «durase poco tiempo» (que duró poco) ya que los

nacionalistas «democráticos» por un lado quedaron muy afectados por el ascenso del

nacional socialismo etarra en las elecciones y, por otro, siempre temieron perder, si aplicaban los «ritmos» pactados inicialmente con la banda, sus «poltronas» y los ingentes

ingresos que los presupuestos públicos les producen.

 

Conclusiones

Es difícil imaginar algo más amoral y abyecto que dos partidos supuestamente

«democráticos» y en el poder gracias a los votos obtenidos en elecciones libres

propiciadas por una legislación amplisímamente apoyada por los ciudadanos, pacten

con una banda terrorista una «revolución» para imponer su proyecto mediante la

«superación» del marco jurídico que asegura su poder. Viene a la cabeza de uno el

ejemplo de un equipo directivo de un banco que a espaldas de sus accionistas

estableciese un pacto secreto con una conocida banda de atracadores de bancos para

apoderarse de todos los fondos, pacto con el que están conformes plenamente tanto los

ejecutivos como la banda, salvo en el método y los plazos de ejecución de la «limpieza».

Unos quieren hacerlo rápidamente y si es posible mediante la coacción, los otros dicen

querer hacerlo quedamente, suavemente, respetando «los derechos humanos», sin perder

sus puestos, pero ambas partes persiguen el mismo fin.

Resulta ofensiva en extremo para los ciudadanos, la imagen del presidente del gobierno

vasco negando públicamente en el parlamento (y por tanto mintiendo) un acuerdo cuya

existencia ha quedado perfectamente demostrada .

PNV y EA, estando ambos en el gobierno responsable de la policía autónoma y por

tanto responsables máximos a su vez de la persecución de todos los delitos, se han

reunido (varias veces) y han pactado con la banda que extorsiona y asesina a los

ciudadanos que precisamente ellos tienen el deber y el encargo de proteger. Al margen

de la inmensa indecencia que esto supone y al margen de que la misma salpica a todos

sus afiliados y votantes si no lo denuncian, uno se queda con la sensación de que

además, todo ello debería ser objeto de persecución por la justicia.

Tanto los planes mostrados en el acuerdo inicial con ETA como los que recogen el

«Nuevo Acuerdo» presentado por la banda así como la propuesta posterior del PNV,

muestran una nula falta de respeto por todos los sistemas de leyes que los ciudadanos de

«su» Euskal Herría han aprobado mayoritariamente y ratificado repetidamente a lo largo

de multitud de elecciones. El planteamiento totalitario que subyace en estas propuestas

descalifica la condición de «demócratas» de sus patrocinadores.


Apéndice 1.

Documentos publicados por el PNV en su página de Internet

Apéndice 2.

Comunicado de ETA dando por terminado su «alto el fuego»

Traducido de original en euskera al español por la RED VASCA ROJA

Tomado de la WEB de este grupusculo nazi

Declaración de Euskadi Ta Askatasuna al Pueblo Vasco

Llegada la hora de realizar un nuevo balance de la iniciativa iniciada hace más de un

año, Euskadi Ta Askatasuna quiere hacer llegar mediante esta declaración su análisis y

la decisión que ha tomado. Debido a la gravedad de esa decisión, intentaremos

asimismo hacer públicos de la forma más detallada y clara las razones del proceso

político materializado en el último año.

En septiembre del año pasado, Euskal Herría se hallaba en el umbral de una situación

nueva, dado que los diversos obstáculos que España y Francia habían puesto a la

libertad de nuestro pueblo habían fracasado:

• El Estatuto de la Moncloa y el Amejoramiento del Fuero de Nafarroa no servían

para saciar la sed de libertad de los ciudadanos vascos; y era asimismo evidente

el deseo de un reconocimiento institucional de Lapurdi, Baxenafarroa y Zuberoa.

• La estrategia opresora había fracasado: frente al castigo más implacable que

nunca se haya infligido a una fuerza política, la Izquierda Abertzale

independentista ha mantenido en pie la posibilidad de una Euskal Herría libre:

las mesas político-militares de Madrid, Ajuria Enea e Iruñea no tenían

alternativa alguna frente a la Alternativa Democrática para la paz [planteada por]

la izquierda abertzale.

• En la sociedad vasca era evidente el deseo de una paz basada en una solución

política justa.

• Y, por último, las diferentes fuerzas políticas que durante veinte años han

aparecido como conformes y colaboradoras con las migajas aprobadas por

España y Francia (PNV, EA, ELA), comenzaban a mostrar su deseo de [pasar a]

otra situación.

En una palabra, llegamos a la conclusión de que existía una oportunidad para dar un

paso firme para cambiar el viejo marco político-jurídico que se ha mantenido en vigor a

lo largo de veinte años, el que provenía de la reforma de la dictadura, en favor de un

marco jurídico-político basado en la democracia para el Pueblo Vasco.

Ese contexto motivó que Euskadi ta Askatasuna hiciera en el verano de 1998 al PNV y

a EA la propuesta de un acuerdo.

Según ese acuerdo, los firmantes asumían el compromiso de dar pasos decisivos en

favor de una institución única y soberana que abarcara a toda Euskal Herría. Del mismo

modo, se comprometían a lograr acuerdos de mínimos en favor de los derechos e

intereses de Euskal Herría y de los ciudadanos vascos. Por otra parte, El PNV y EA se

comprometían a romper definitivamente las relaciones con las fuerzas españolistas que

aparecían como enemigas de Euskal Herría, y Euskadi Ta Askatasuna anunciaría una

interrupción indefinida de sus acciones. Ese acuerdo era secreto, y según él se marcaba

un plazo de cuatro meses para una primera evaluación.

31

PNV y EA aceptaron y firmaron ese acuerdo. Y basándose en esa firma puso en marcha

ETA la Iniciativa que se ha ido materializando a lo largo de este año.

Las virtudes principales de esa Iniciativa han sido las siguientes:

• La nueva ilusión e impulso que ha nacido en la sociedad vasca.

• El Pacto que firmaron el 12 de septiembre las fuerzas políticas, sociales y

sindicales, identificando las raíces políticas del conflicto entre Euskal Herría y

España/Francia, y proponiendo una metodología radicalmente democrática para

acabar con él.

• El nacimiento de la primera institución nacional de la era moderna que abarca a

la totalidad de Euskal Herría.

En una palabra, se hacía patente la naturaleza política del conflicto y se diseñaba una

solución, activando las diversas fuerzas de la sociedad vasca.

En los primeros meses de la Iniciativa se produjo una modificación fundamental de la

situación política. Pero al cabo de cuatro meses las cosas comenzaron a cambiar. La

Iniciativa se bloqueó en un impasse. Las razones de ese cambio, en nuestra opinión, son

las siguientes:

• El terremoto político provocado por los buenos resultados obtenidos por la

izquierda abertzale en las elecciones de octubre, y la ostensible viabilidad de la

Iniciativa demostrada en la primera reunión de Udalbiltza encendieron las luces

de alarma en los gobiernos español y francés, provocando la consiguiente

reacción represiva, con detenciones, torturas, y el asesinato de nuestro

compañero de lucha Ttotto.

• La estrategia marcada por PNV y EA para las elecciones de junio, respondiendo

a sus intereses partidistas.

Las presiones ejercidas por España y Francia sobre el PNV y EA trajeron consigo el

intento de modificar la naturaleza misma de la Iniciativa: de ser un proceso de

construcción del Pueblo, se quiso convertirlo en un proceso de paz sin contenido.

Intentando ahogar a la izquierda abertzale en la «normalidad» política y con la

pretensión tenaz y capciosa de convertir la interrupción «indefinida» de las acciones de

ETA en un cese «definitivo».

A lo largo del pasado verano ha sido evidente el frenazo al proceso y el olor a podrido

que despedía.

Euskadi Ta Askatasuna ha mantenido, y mantiene, su intención de llevar hasta el final el

proceso iniciado el año pasado, Debido a esto, emprendimos un análisis de las

dificultades y problemás con que tropezaba la Iniciativa:

• Por un lado, la naturaleza secreta del acuerdo, que provocaba la confusión del

contenido y función del Pacto de Lizarra-Garazi y traía consigo al mismo tiempo

una identificación dañina.

• Como hemos dicho, el intento por parte del PNV y EA de desnaturalizar el

fundamento mismo del acuerdo firmado y de vender ante la sociedad el proceso

que debía ser de construcción popular como un «proceso de paz» y de

desactivación de los instrumentos de lucha de respuesta de la izquierda

abertzale.

A fin de cuentas, en opinión de ETA existe en Euskal Herría la mása crítica suficiente

para llegar a una situación democrática, y por parte de los compañeros de viaje era

evidente la falta de voluntad para activar el proceso con toda la fuerza [necesaria].

Examinando el punto en que se encontraba el proceso y viendo que no se cumplía lo

firmado en el verano del año pasado (ni los pasos efectivos ni la ruptura completa con

las fuerzas partidarias de España), decidimos «dejar en el aire» la interrupción de

[nuestras] acciones vigente desde septiembre del 98 y así se lo hicimos saber al PNV y a

EA en el verano del 99. Hace ya cuatro meses.

Era evidente que la situación se encontraba en un impasse, pero no se ponía sobre la

mesa ninguna propuesta política efectiva. El PNV y EA, aferrándose al marco

estatutario de la Moncloa, daban importancia a su gestión acostumbrada, y no a las

iniciativas encaminadas a [la construcción de] un nuevo marco jurídico-político.

Lo que estaba en juego era el propio futuro de Euskal Herría, y en tanto no se hacía

pública ninguna propuesta política ni estrategia detallada, ETA subrayaba la necesidad

de nuevas propuestas políticas. Y puso sobre la mesa la suya.

En pocas palabras, ésta es la la propuesta política que daba por buena Euskadi Ta

Askatasuna: que los ciudadanos vascos de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Lapurdi, Nafarroa

y Zuberoa eligieran libre y democráticamente, en una sola circunscripción, una

asamblea constituyente y soberana. Así, la voz de cada ciudadano vasco valdría lo

mismo a lo largo y ancho de Euskal Herría.

En la medida en que constatara la firmeza y estabilidad de las diferentes instituciones

puestas en marcha por y desde ese proceso constituyente, es decisión de ETA dejar a un

lado la lucha armada utilizada en defensa de los derechos de Euskal Herría.

Muchos son los agentes políticos, sociales y sindiales que han tenido noticia de esa

propuesta. Más aún desde que los textos de debate de Euskadi Ta Askatasuna cayeron

en manos de la policía y llegaron a los medios de comunicación y a los dirigentes de los

partidos.

[Estando] así las cosas, ETA hizo llegar la propuesta de un acuerdo basado en ese

planteamiento impecablemente democrático al PNV ya EA. Pero ni uno ni otra han

dado hasta ahora ninguna respuesta concreta.

Mucho es lo que Euskal Herría ha avanzado en los últimos años en el camino de la

libertad. Las claves de esos avances han sido, como siempre, la lucha y el trabajo

callado, haciendo frente con todas las formás de lucha a la opresión que nos aplasta.

En este último año, además, hemos recuperado el diálogo y la costumbre de colaborar

entre abertzales, y así debemos seguir; pero mientras, España y Francia continúan con

su opresión, ocupación y ataques represivos; y las fuerzas presentes en Euskal Herría no

se han activado lo suficiente para hacer frente a ese ataque y proseguir en el camino de

la construcción [nacional].

Así las cosas, se está sufriendo el bloqueo y la ostensible pudrición del proceso

emprendido el año pasado, y Euskadi Ta Askatasuna, respondiendo al compromiso de

defender a Euskal Herría, ha tomado la decisión de activar de nuevo la utilización de la

lucha armada.

33

Para llevar hasta el final el proceso iniciado el año pasado se necesitarán más fuerzas e

iniciativas más precisas que las puestas en funcionamiento en este último año, y

llamamos a todos los ciudadanos vascos a que prosigan el trabajo de construcción.

Haciendo frente al enemigo y fortaleciendo los pilares fundamentales de nuestro pueblo.

La interrupción de acciones que entró en vigor el 18 de septiembre de 1998 queda desde

ahora anulada.

A partir del 3 de diciembre de 1999, queda en manos de Euskadi Ta Askatasuna hacer

saber a los comandos operativos cuándo comenzar las acciones.

Gora Euskadi askatuta!

Gora Euskadi socialista!

Jo ta ke independentzia eta sozialismoa lortu arte!

Euskal Herrían, 1999ko Azaroan

Euskadi Ta Askatasuna

ETA

 

 


Apéndice 3.

Parlamento Vasco. Diario de sesiones. 26 mayo 2000

El Sr. PRESIDENTE:

Punto decimocuarto del orden del día: “Pregunta formulada por el ilustrísimo señor

don Rodolfo Ares Taboada, parlamentario del Grupo Socialistas Vascos-Euskal

Sozialistak, al excelentísimo señor Lehendakari, referente al conocimiento de los

documentos sobre supuestos acuerdos entre ETA, PNV y EA”.

Punto decimoquinto del orden del día: “Pregunta formulada por el ilustrísimo señor

don Jesús Eguiguren Imaz, parlamentario del Grupo Socialistas Vascos-Eus-kal

Sozialistak, al excelentísimo señor Lehendakari, so-bre los contactos mantenidos entre

PNV y EA con la or-ganización terrorista ETA”.

Punto decimosexto del orden del día: “Pregunta formulada por el ilustrísimo señor

don Leopoldo Barreda de los Ríos, parlamentario del Grupo Popular Vasco-Euskal

Talde Popularra, al excelentísimo señor Lehendakari, relativa a la confirmación por

ETA de la existencia de acuerdos con PNV y EA”.

Señorías, en el tratamiento de estas tres preguntas, que además así fue acordada su

substanciación conjunta, debo advertirles lo siguiente. En aplicación del Reglamento

en vigor, y según interpretación de esta Presidencia, la pregunta es precisamente una

figura de control parlamentario que no es transferible entre sus señorías. Pero, no

obstante, en este caso, dado que se da una circunstancia de tratamiento conjunto de

las tres, y dándose además como añadido, aun cuando ésta no es la razón principal

que me hace optar por la flexibilidad en este caso, pero debo mencionarlo, dada la

situación que se está viviendo en esta Cámara hoy, desagradable situación sin duda

alguna también para esta Presidencia, de la ausencia del señor Eguiguren, he optado

por permitir que el señor Ares, en el uso de la palabra, presente el texto o el contexto

de las dos iniciativas del Grupo Socialista.

Señor Ares, suya es la palabra. Sabe usted que tiene un tiempo de cinco minutos para

sus dos intervenciones.

El Sr. ARES TABOADA: Gracias, señor Presidente, en este caso por su flexibilidad.

Señor Lehendakari, recientemente los medios de comunicación recogían con todo lujo

de detalles los documentos sobre las conversaciones y acuerdos que su partido, el

PNV-EA, ha mantenido y sellado con ETA en agosto de 1998.

En los citados documentos se recogía con claridad, a nuestro juicio, que su partido

(queremos saber también si usted) sabía ya desde agosto de 1998 que ETA con su

tregua no pretendía conseguir la paz, sino la construcción nacional y la ruptura del

sistema democrático y de autogobierno vigente.

Lo recogido en los documentos difundidos por ETA, señor Lehendakari, es muy grave,

le afecta a usted como miembro del PNV, pero también puede afectar a la formación

de su Gobierno, pudo afectar a la formación de su Gobierno. Por eso queremos que

nos diga cuándo conoció que su partido y EA estaban negociando y llegando a

acuerdos con ETA, y en qué medida los citados acuerdos condicionaron la formación

de su Gobierno. Porque, señor Lehendakari, estas preguntas, aclarar estos extremos,

es crucial para conocer las claves de esta legislatura. Se trata de que nos aclare si el

actual Gobierno Vasco se produjo en conversaciones normales entre partidos

democráticos o fue fruto de un acuerdo con ETA. Se trata de aclarar si el actual

Gobierno Vasco fue fruto de algún tipo de conspiración para, con la excusa de la paz,

conseguir avances nacionalistas en la unidad territorial y en la soberanía.

En espera de su respuesta, muchas gracias.Eskerrik asko.

El Sr. PRESIDENTE: Eskerrik asko, Ares jauna.

Barreda jauna, zeurea dozu hitza. Sabe su señoría que tiene dos minutos treinta

segundos para sus dos intervenciones.

El Sr. BARREDA DE LOS RÍOS: Sí, señor Presidente. En el mismo sentido,

Lehendakari, la pregunta es: ¿de qué modo conoció el Lehendakari esas

negociaciones y acuerdos entre el PNV, EA y ETA? ¿Y de qué modo influyeron (y

entendemos, por lo que se viene conociendo, deben de seguir influyendo) en la

formación de su Gobierno y en la acción de gobierno hasta hoy desarrollada por su

Ejecutivo?

El Sr. PRESIDENTE: Eskerrik asko, Barreda jauna.

Lehendakari jauna, zeurea dozu hitza.

El Sr. PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Ibarretxe Markuartu): Gracias, Presidente.

Bueno, quiero dejarles una cosa clara antes de empezar, y es que he conocido, he

participado y participaré activamente en todos los procesos de diálogo que ha habido

con ETA y con todos los partidos políticos en este país, también los que se hace

mención en su pregunta.

Por lo tanto, y además como lo he dicho públicamente en varias ocasiones, lo digo

directamente en esta Cámara. Así como digo también que participaré, como no puede

ser de otra manera, participaré activamente en todos los procesos de diálogo que se

puedan realizar en relación con ETA y con los partidos políticos para tratar de alcanzar

la paz y la normalización política.

Les diré a continuación que contestaré sus preguntas si ustedes se retractan de haber

dicho aquí que tenemos acuerdos con ETA, porque interpretaré que si no me dicen por

qué tenemos los acuerdos con ETA están ustedes mintiendo y calumniando.

El Sr. PRESIDENTE: Eskerrik asko, lehendakari jauna. Barriro ere, Ares jauna, zeurea

dozu hitza.

El Sr. ARES TABOADA: Gracias, señor Presidente. Señor Lehendakari, sigo

afirmando que su partido y EA tuvieron conversaciones con ETA y sellaron un acuerdo

con ETA. Se han publicado en todos los medios de comunicación los sellos de ETA,

PNV y EA. Ya sé que después ustedes han hecho un esfuerzo terrible para dar

explicaciones, explicaciones que desde luego a nosotros no nos retiran de la

afirmación de que esos acuerdos existieron, pero es que incluso nadie ha negado que

el primer documento fuera sellado. El presidente de su partido llegó a decir incluso que

se selló en un coche. En la respuesta o intento de anexo, intento de anexo que

ustedes enviaron a ETA, implícitamente reconocen que el primer documento estaba

sellado. Pero lo que es más importante, señor Lehendakari: es evidente que una parte

muy importante de ese primer acuerdo se ha cumplido, lo que confirma que existió. No

hubo acuerdos con partidos que no fueran nacionalistas, que era uno de los aspectos

que se contenía en el documento; se pedía crear una institución nacional vasca, y se

36

creó Udalbiltza; se pedía avanzar en la unidad nacionalista, y usted constituyó un

gobierno con EH.

Mire, yo creo que ustedes fueron muy lejos en sus conversaciones y acuerdos, insisto,

con ETA. Tan lejos, que se podría decir con absoluta claridad que si se hubieran

llegado a aplicar en su totalidad habrían vulnerado derechos fundamentales de

ciudadanos vascos, que es imprescindible que su Gobierno y usted defiendan.

Lo que se ha dado a conocer a la opinión pública confirma que en el País Vasco se ha

vivido un engaño permanente en esta etapa; que el Gobierno Vasco a partir de esas

conversaciones, que fueron secretas y que después se conocieron, se ha sostenido

sobre la base de un pacto contra natura entre partidos democráticos (PNV y EA) y una

organización (EH) que claramente es un partido antidemocrático y supeditado a ETA.

El pacto, desarrollado en la más absoluta opacidad (después ETA lo hace público), es

tan inconfesable que por eso no lo contaron. No es nada extraño que quien lo haga

público sea quien no se avergüenza de promoverlo. Señor Lehendakari, su partido y

EA fueron muy lejos, como le digo, en esos acuerdos. Dijeron que buscaban la paz

con sus acuerdos con ETA, y desde agosto de 1998 sabían que por lo menos ETA en

esas conversaciones y acuerdos les había dejado ya muy claro que simplemente

quería avanzar en objetivos nacionalistas para imponer a toda la sociedad vasca su

proyecto político.

Acabo, señor Presidente. Yo creo que hoy, señor Lehendakari, tiene una oportunidad

para reconocer en esta Cámara que se equivocaron, pedir disculpas a la sociedad

vasca y comunicar que van a rectificar su estrategia política. Gracias.

El Sr. PRESIDENTE: Eskerrik asko, Ares jauna.

Barreda jauna, zeurea dozu hitza.

El Sr. BARREDA DE LOS RÍOS: Muchas gracias, señor Presidente.

Lehendakari, no hay calumnia, ninguna. Ustedes en ningún momento han dicho que

los tales sellos fueran falsos. Ustedes en todo momento han reconocido que hasta

donde se llegó a un acuerdo se llegó a un acuerdo, y bastante grave era, por mucho

que ustedes quieran ahora retractarse de aquello. Que ustedes hicieran una apuesta

de mejor o peor fe, eso lo juzgará la historia, pero lo cierto es que los frutos están a la

vista de todos. Y ya es casualidad, si no había acuerdo, porque con ustedes hay que

hacer toda una teoría de la casualidad, que su gestión concuerde con esos pactos al

dedillo, al milímetro, como decía el señor Ares. Y ya es casualidad que todo lo

reflejado en esos documentos, que tan incómodo le resulta que hayan salido a la luz,

tenga perfecta concordancia con la realidad que hemos vivido en estos años. Y hasta

el presente. Y yo decía “hasta el presente” en mi primera intervención porque hoy, que

la sociedad vasca sigue exigiendo la disolución de ETA con claridad meridiana, nos

encontramos con que los partidos que respaldan a su Gobierno piden otra tregua. Lo

piden expresamente. Hay quien dice que se pide y que alguno lo niega, y hay quien lo

reconoce expresamente, como la presidenta de Eusko Alkartasuna.

Y nosotros queremos saber, puesto que usted ha conocido, participado y participará

en todo lo que se haga en esta materia, qué datos conoce de las actuales

conversaciones de PNV-EA con ETA para una nueva tregua, en qué consisten esas

conversaciones, en qué afectan a su Gobierno, a la gestión de su Gobierno, a sus

Consejeros o a la ejecución de su Presupuesto. Queremos saber si el Lehendakari hoy

conoce, hoy está informado, por lo que pueda afectar a su Gobierno, del precio que

están dispuestos a pagar PNV y EA para una nueva tregua de ETA, y queremos que

exponga esa información o reconozca ese desconocimiento en esta sede

parlamentaria. Muchas gracias.

El Sr. PRESIDENTE: Eskerrik asko, Barreda jauna.

Lehendakari jauna, zeuk dozu hitza.

Señor Lehendakari, tiene usted la palabra.

El Sr. PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Ibarretxe Markuartu):

Para aclarar algunos términos, porque fundamentalmente con mi mensaje me quiero

dirigir a la sociedad.

Ustedes no han traído aquí la contestación que yo les he dado. Están hablando

ustedes, calumniando de nuevo y mintiendo, hablando de un acuerdo con ETA que no

existe. Por lo tanto, yo les digo públicamente hoy aquí y quiero trasladar a la sociedad

que ustedes están mintiendo y calumniando. El Partido Popular y el Partido Socialista

están mintiendo y calumniando, están intentando dividir a la sociedad vasca

trasladando un mensaje falso.

La filtración no se produce por parte de ETA, señor Ares, no sea usted tan ingenuo. La

filtración se produjo por parte de Mayor Oreja. Y usted, que ha hecho la intervención

con el periódico… (El Sr. Hueso Abancens profiere una frase malsonante.)

Presidente…

El Sr. PRESIDENTE: Silencio, por favor…

El Sr. PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Ibarretxe Markuartu): No, no, silencio no. Me

imagino que… ¡Pero qué bueno, pero…!

Señor Presidente, muchísimas gracias.

El Sr. PRESIDENTE: Eskerrik asko, lehendakari jauna.

Perdone, señor Presidente, pero no han llegado a mis oídos esas palabras.

El Sr. PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Ibarretxe Markuartu): Señor Presidente, doy

por terminada mi intervención. Yo estoy dispuesto a dialogar con personas, pero no

estoy dispuesto a aguantar insultos por parte de los parlamentarios. ¡Faltaría más!

Tengo una alta consideración de la dignidad que merecen la Lehendakaritza y las

instituciones vascas. No estoy dispuesto a aguantar este tipo de despropósitos y de

boicots que el Partido Popular viene haciendo en los últimos tiempos contra las

instituciones vascas y contra el Lehendakari.

El Sr. PRESIDENTE: Perfectamente.

Muchísimas gracias, Lehendakari, por sus palabras, pero, no obstante, quiero

manifestar lo siguiente. Yo no he tenido la posibilidad de escucharlo, pero una

miembro de la Mesa me manifiesta, sin duda alguna, una expresión verdaderamente

inaceptable en esta Cámara. Ruego entonces a quien ejerce de portavoz, al señor

portavoz, al señor Barreda, del Partido Popular, retire inmediatamente esa

manifestación. De lo contrario, me veré obligado a tomar otra serie de decisiones.

Pulsando una sola vez, señor Barreda, es suficiente. Hable usted.

El Sr. BARREDA DE LOS RÍOS: Evidentemente, señor Presidente, yo retiro en

nombre de mi grupo la expresión que se ha proferido en la Sala. Pido expresamente

disculpas al Lehendakari, y lamento extraordinariamente el incidente.

El Sr. PRESIDENTE: Perfectamente, muchísimas gracias. Mila esker.

 

 

Notas

1 Gallastegui, sanguinaria asesina de Miguel Angel Blanco, es nieta de Elías Gallastegui, historico

nacionalista «Sabiniano» protagonista de dos escisiones en el PNV

2 Parlamento Vasco. Diario de sesiones. 26/mayo/2000. Ver Apéndice 3 (Puede consultarse libremente en

la página WEB del Parlamento de Vitoria).

3 Carlos Garaikoetxea, «Euskadi. La transición inacabada. Memorias políticas». Planeta. Barcelona 2002.

Pag. 338

4 Carlos Garaikoetxea, Op.Cit. Pag. 325.

5 Carlos Garaikoetxea, Op.Cit. Pag. 329 y siguientes.

6 Al aceptar la terminología de la banda llamando «estrategia armada» a lo que es «terrorismo»,

Garaikoetxea, como los demás nacionalistas, se sitúa en el lado de la banda, en una estratégia subliminal,

indirecta, de justificación moral de la violencia terrorista o, como mínimo, de ausencia de rechazo, sobre

la base de una supuesta «defensa» de su nación – comunidad imaginada. Otro buen ejemplo de esta

«elevación moral» del delito se encuentra en la persistencia entre los nacionalistas de la terminología

etarra al llamar «impuesto revolucionario» a lo que no es más que extorsión mafiosa.

7 Se refiere a «la banda»

8 Es decír que, como veremos más adelante, estaban de acuerdo en todo con ETA salvo en matizaciones

referidas exclusivamente a los plazos de ejecución de los planes de la banda, a no poner en riesgo sus

«poltronas» y a que el pacto (suponemos que por la manifiesta indecencia del mismo o incluso por su

posible carácter delictivo) trascendiera.

9 Más adelante se verán las «precisiones»

10 Aquí también se refiere a «la banda»

11 Veremos luego que los únicos interesados en mantener la discreción en todo momento fueron los dos

partidos, no ETA.

12 Garaikoetxea, Op. Cit.

13 Aquí ya no se les califica como las fuerzas que buscan «la destrucción de Euskal Herría», quizá sería un

poco fuerte mantener la idea de un pacto así con vistas a «la defensa de la nación vasca».

14 Eusko Alderdi Jeltzalea = PNV. Literalmente «Partido vasco de aficionados o seguidores de JEL.»

«JEL= Jaungoikoa Eta Lege zarra»= «El señor de lo alto (Dios) y ley vieja». Acrónimo creado por el

señorito nazi Sabino Arana.

15 Esta es otra demostración persistente y cabezona de la existencia REAL del acuerdo proporcionada por

los hechos que han ido ocurriendo desde la firma del acuerdo, bien a pesar de lo que digan PNV y EA

16 Ver apéndice.

17 Izquierda y Abertzale. Terminos incompatibles tal como hierro y madera. El nacionalismo (creyentes

en un ente – la nación – que está por encima de todo, incluyendo los derechos de los individuos) socialista

siempre fué derecha extrema. La izquierda nunca tuvo nación, es internacionalista por definición. La

creencia en el ente es un principio totalitario puesto que mantiene que «el ente» es sujeto de derechos que

nunca pueden estar subordinados a los derechos de los individuos, sino más bien lo contrario. Los únicos

que pueden interpretar los deseos y los derechos del ente imaginado son los nacionalistas ya que son los

únicos que creen en su existencia, por lo que ellos están siempre en condiciones de pisotear los derechos

de los demás en nombre de su ente y de declarar enemigos de este a quienes ellos quieran. También los

nacionalistas autodenominados «democraticos» son creyentes en un ente -la nación- que está por encima

de todo, incluyendo los derechos de los individuos. Si no creyesen en ese ente «nación», simplemente no

serían nacionalistas pues esta ceencia es precisamente lo que diferencia a un nacionalista de otro que no lo

es.

18 Ver comunicado de ETA anunciando la ruptura de su «alto el fuego» y las razones para ello en el

apéndice 2

19 Ver apéndice 2

20 Esto lo escriben los mismos que tratan de impedir que los partidos calificados por ellos como

«enemigos de Euskal Herría» se presenten a las elecciones, utilizando para ello el método «democratico»

de amenazar y matar a los candidatos y cargos electos de esos partidos. Naturalmente para ETA ellos no

son ciudadanos vascos, son enemigos de la nación vasca, el ente imaginado y administrado por ellos (En

ardiente disputa con los otros dos administradores de las esencias, PNV y EA). Por tanto, cuando hablan

de elecciones libres y democráticas, quieren decir «solo» para nacionalistas. ¿Qué no se lo creen? Sigan

leyendo un poco más y lo verán tan claro como el agua de Urberuaga.

21 Es decir, no son simplemente representantes de sus votantes sino que lo son del ente-nación imaginado

por ellos, que es el único soberano, no los ciudadanos.

22 Resulta curioso esto de la «reconstrucción» de algo que nunca ha estado «construido».

23 Entiendase que «no haya interferencias de extranjeros».

24 Es decir, que solo se presentan partidos creyentes en el ente nación. Los demás son enemigos y por

tanto deben quedar a un lado. Como máximo, que se estén como los alemanes en Mallorca (Arzalluz

dixit.) Ahora ya está claro ¿no?.

25 Ver las afirmaciones al respecto hechas por Garaikoetxea recogidas en la página 3, ratificado después

por la banda (Ver apéndice 1, Doc. 4, párrafo segundo)

26 Se refiere a la afirmación de que «el PNV no mantiene al día de hoy ninguna ligazón ni con el PP ni

con el PSOE».

27 Como los alemanes en Mallorca, que diría el hijo de Higinio Arzalluz, chofer del general Solchaga, jefe

del ejercito franquista durante el bombardeo de Guernica

28 La vía les parece bien. Están de acuerdo en todo. Simplemente hay que hacer varias cosas antes de

«adentrarse» en ella

29 Neologismo inventado por el señorito nazi Sabino Arana e impuesto por los nacionalistas al resto de los

ciudadanos. Según Unamuno significa algo así como «plantación de euzkos»

30 Sociedad vasca «nacionalista», (para ellos como ya hemos visto no hay otra «sociedad vasca») no vayan

a pensar que a los «alemanes de Mallorca» les pedirán su opinión.

31 Quizá sea algún tipo de delito destinar fondos públicos, es decir de todos los ciudadanos, para financiar

una estructura como mínimo «alegal», pero probablemente «ilegal» dado que su único fin reconocido es

el de quebrar el sistema político y perjudicar a una parte notable de los ciudadanos. Quizá habría que

consultarlo al Sr. Fiscal General del Estado para ver que opina.