El autismo de la izquierda

EL MUNDO 10/07/14
VICTORIA PREGO

Lo que está pasando en Francia es, si se concreta en hechos y no se queda sólo en deseos un golpe letal para las posiciones que mantiene la izquierda española y para el Partido Socialista en particular.

Cuando Hollande ganó las elecciones presidenciales, el PSOE lo esgrimió como referencia indiscutible de las otras políticas que a partir de entonces se podrían defender en una Europa secuestrada por las tesis neo liberales de los gobiernos conservadores, notablemente el de Alemania a cargo de Merkel. Hollande fue durante mucho tiempo la gran esperanza del socialismo español, que contaba con tener en el presidente francés la locomotora que tirara de la socialdemocracia Europea y diera un vuelco a las políticas aplicadas, decían impuestas, desde Bruselas. El PSOE esperaba sumarse al carro del vencedor Hollande para recuperar la credibilidad y el prestigio perdido en España teniendo en Francia el ejemplo de cómo podían hacerse las cosas de otra manera.

En la campaña de las elecciones europeas esa esperanza ya se había esfumado y la Francia del presidente socialista ya no pudo ser argumento de fuerza para defender las tesis del socialismo español respecto de las medidas de reactivación económica y de incremento del gasto social como la otra manera de salir de la crisis. Pero es que ahora la izquierda de nuestro país se ha quedado definitivamente huérfana de toda cobertura.

Resulta que las medidas anunciadas por el primer ministro francés, justamente para «revitalizar Francia», siguen la senda de la austeridad, de la bajada de impuestos, de los recortes sociales y de la sanidad que el PSOE ha atacado ferozmente en España como propias de la «derecha insolidaria», que actúa en función de los intereses de los ricos y abandona a los más débiles a su suerte.

Lo más preocupante es que los candidatos a la secretaría general del Partido Socialista incluso están radicalizando las posiciones de sus predecesores. De este modo, nos encontramos con que el segundo partido con opciones de gobierno anuncia por boca de sus líderes que, si llegan al poder, derogarán todas las medidas de reforma aprobadas por el Gobierno de Rajoy y harán, efectivamente, el experimento que defienden. En caso de llevar a cabo lo que pretenden, convertirían a España en el único país de Europa que siguiera una línea contraria a la que aplican los demás gobiernos, socialistas incluidos. Es este autismo político de la izquierda española, que la mantiene tercamente fuera de la realidad, lo que la convierte en un potencial peligro para el futuro del país.