El Ayuntamiento de Lekeitio retira por orden judicial un cartel contra la bandera española

EL CORREO 07/04/14

La particular ‘guerra de las banderas’ que libran en los tribunales la Administración del Estado y el Ayuntamiento de Lekeitio, gobernado por Bildu, se ha saldado con una sentencia que obliga a mantener la enseña española en la balconada principal «sin interferencia alguna». En una resolución fechada el 21 de marzo, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha ordenado la retirada de una pancarta situada en el mismo lugar con el lema ‘No a las imposiciones, la nuestra, la ikurriña’. El juez se apoya en un fallo del Supremo sobre un caso similar registrado en la Diputación de Gipuzkoa. El Consistorio de la localidad vizcaína ha quitado ya el cartel, aunque en su lugar figura una pintada que dice ‘Desobedientzia’ sin la presencia a la vista de ninguna bandera oficial.

Tras un cruce de recursos con el delegado del Gobierno en Euskadi, el Ejecutivo de Lekeitio se vio en la obligación de colocar la bandera española en un lugar preferente del Ayuntamiento. Pero lo hizo con una matización, aprobada en el pleno. Sacó adelante una moción que le permitió colgar en la misma balconada una pancarta en la que se expresaba el rechazo a «las imposiciones» y se declaraba su apuesta por la ikurriña frente a la rojigualda.

En el litigio, la Administración del Estado exigía la retirada de la pancarta, mientras que el Ayuntamiento vizcaíno reclamaba un recurso propio para el caso de la anulación de la moción. En este pleito, la Sala de lo Contencioso Administrativo del Superior vasco ha tirado de jurisprudencia y ha tomado como referente la sentencia del Supremo que resolvió un precedente similar en la Diputación guipuzcoana. En la última legislatura del PNV, el Gobierno foral que entonces lideraba Markel Olano se vio obligado a que ondeara la española, pero colocó una placa con esta inscripción: «He aquí la bandera, símbolo de esta situación, puesta por quien no desea hacerlo, a la que el viento ondea con ironía».

Según el tribunal, el texto «desvirtúa claramente la obligación impuesta» que ordenaba colgar la rojigualda. Para el Abogado del Estado, se trataba de «una ejecución fraudulenta» de la sentencia. El Supremo ordenó la retirada de la placa para que la bandera española ondeara «sin interferencia alguna». El Tribunal Superior vasco, apoyado en estas tesis, ha desestimado el recurso de apelación de Lekeitio.