El fiscal pide al juez Castro que suspenda la libertad condicional otorgada a Bolinaga en 2012

EL CORREO 05/04/14

· El Ministerio Público cree que hay «una dicotomía» entre esa situación y la nueva orden de prisión dictada contra el etarra, que cumple en casa debido a un cáncer

Libertad provisional versus prisión provisional. La peculiar situación procesal que vive el etarra Josu Uribetxebarria Bolinaga después de que el juez Ismael Moreno ordenara el jueves su arresto domiciliario mientras investiga la posible participación del convicto en un atentado mortal en 1986 tuvo ayer la rápida respuesta del fiscal de la Audiencia Nacional Pedro Rubira. El representante del Ministerio Público pidió al juez central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, que suspenda la libertad condicional otorgada a Bolinaga el 30 de agosto de 2012 por «razones humanitarias» para tratarse del cáncer terminal que padece.

Rubira entiende que ahora mismo existe «una dicotomía» entre esta situación y la prisión provisional dictada por Ismael Moreno contra el antiguo terrorista, que en una nueva causa ha sido acusado del asesinato a tiros del cabo de la Guardia Civil Antonio Ramos Martínez, perpetrado el 8 de junio de 1986 en Mondragón. Esta «disfunción», añade el fiscal, ha sido resuelta normalmente por los jueces de vigilancia «con la medida de la suspensión de la libertad condicional».

Esta figura jurídica es diferente a la revocación, que el reglamento penitenciario contempla cuando se infringen las condiciones de la libertad provisional. En el caso de Uribetxebarria, se aplicaría si, por ejemplo, vulnerase la prohibición de acercarse al domicilio o el lugar de trabajo de sus víctimas o de sus familiares directos o participara «de forma activa o pasiva» en manifestaciones de enaltecimiento de la violencia, especialmente de ETA.

Sólo si se produjera una medida de este calado, podría estudiarse en última instancia la posibilidad de que el antiguo terrorista regresara a la cárcel, pero siempre que su estado de salud se lo permitiera, lo cual parece dudoso a la vista de los informes médicos emitidos desde 2012.

En caso de ser aceptada la petición que ha hecho el fiscal Rubira, la suspensión de la libertad condicional no tendrá efecto práctico alguno mientras el auto del juez Moreno siga vigente, ya que prevalece su orden de «prisión provisional incondicional y comunicada». El magistrado ha asumido en su decisión el informe médico donde se indica que la cárcel «no debería considerarse como el lugar más conveniente» para que Uribetxebarria siga «el tratamiento prescrito por el equipo médico oncológico». De ahí, que optase por su arresto domiciliario. Hasta el jueves, el etarra llevaba 581 días en libertad condicional que, a instancias del Ministerio del Interior, le concedió el juez Castro el 30 de agosto de 2012. La medida fue confirmada por la Sala de lo Penal el 12 de septiembre de ese año.

La principal diferencia con el modo de vida que Uribetxebarria mantenía hasta ahora es que no podrá pisar la calle, salvo para acudir al hospital rigurosamente vigilado por la Policía. El convicto sigue un tratamiento para atender un tumor cancerígeno en el riñón, una metástasis en el pulmón y otras tres en el sistema nervioso central.

Un coche de la Ertzaintza permanecío apostado durante toda la jornada de ayer ante la casa del etarra para constatar el cumplimiento de la resolución judicial. Sobre las 10.45 horas, Jesús María Zabarte, otro histórico activista de la banda conocido por el apodo de ‘Carnicero de Mondragón’, acudió a su domicilio para visitarle. Zabarte se encuentra en libertad desde el pasado noviembre tras la derogación de la ‘doctrina Parot’. Acusado de 20 atentados y 17 asesinatos, permaneció reunido durante una media hora con Uribetxebarria, condenado por tres muertes y mantener secuestrado al funcionario de prisiones Ortega Lara.

Declaraciones
El devenir procesal del etarra continuó ayer generando declaraciones de distinta índole. José Antonio Ortega Lara, víctima del secuestro más largo de ETA y que fue retenido durante más de 500 días en un zulo en Mondragón, entre otros por el propio Josu Uribetxebarria, manifestó que le produce «mucha indefensión» la situación del convicto y se preguntó si el Gobierno quiere «que este asunto de Bolinaga esté de actualidad toda la legislatura». «Lo pusieron en libertad por motivos teóricamente sanitarios, después vamos viendo que fue por razones políticas. Pero mantenerlo en el candelero… O tienen mala conciencia, o quieren lavar su imagen, o han perdido definitivamente los papeles», subrayó.

Por su parte, el coordinador de Lokarri, Paul Ríos, calificó de «lamentable» que Uribetxeberria sea juzgado «veintitantos años» después de abrirse el sumario por el asesinato del agente Antonio Ramos. Además, mostró su convencimiento de que se ha tomado al recluso como «objetivo» porque fue excarcelado por una grave enfermedad, y eso, para algunos, «es inaceptable» y por ello hacen «todo lo posible para volver a meterle en prisión».