El independentismo cierra salidas a Artur Mas

EL CORREO 11/01/14

· La Asamblea Nacional Catalana insta al presidente de la Generalitat a que declare la secesión si Rajoy no permite la consulta.

· La ANC inicia una recogida de firmas a favor de una declaración de emancipación unilateral.

A medida que avanza el proceso soberanista catalán aumenta desde todos los flancos la presión sobre Artur Mas. La ejerce con fuerza el Gobierno central, que ha intensificado la presencia de ministros en Cataluña para hacer campaña contra la independencia y que se mantiene firme en su negativa a acordar o tolerar una consulta, lo que le cierra las puertas al presidente catalán. Pero sobre todo le aprieta el independentismo para que no sufra un ataque de vértigo y para que desoiga las llamadas a la moderación que recibe del mundo empresarial y desde Madrid.

Una de las entidades que han adquirido un mayor peso en el debate sobre la independencia, la Asamblea Nacional Catalana (ANC), organizadora de las grandes movilizaciones de las ‘diadas’ del 11-S, una gran manifestación en 2012 y la cadena humana en 2013, instó ayer al presidente de la Generalitat a declarar la independencia, de acuerdo a la legislación internacional, en caso de que no pueda celebrarse el referéndum por los impedimentos del Ejecutivo central.

En un momento en que el Gobierno central y el catalán se están lanzando continuas apelaciones al diálogo, pese a mantener sus posiciones inflexibles –uno pide poder celebrar un referéndum y el otro no lo permite–, el soberanismo más radical insiste en la vía unilateral, que comparten amplios sectores de Convergència y de Esquerra. Por un lado, le reclaman que celebre una consulta al margen de la legalidad, y por otro, que proclame la independencia. Este último extremo podría ser la consecuencia de unas hipotéticas elecciones plebiscitarias, siempre y cuando las fuerzas soberanistas obtengan un resultado mayoritario.

Derecho de petición

A día de hoy parece poco probable –«imposible», según expresó ayer el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida– que Mariano Rajoy autorice una consulta; de ahí que los comicios plebiscitarios se antojan como la única salida que tiene Mas para celebrar un sucedáneo de referéndum de manera legal, como es su intención. La fecha elegida para la consulta, 9 de noviembre de 2014, cobra además peso como la cita para esas elecciones autonómicas anticipadas en forma de plebiscitarias.

Hasta entonces, la ANC, que cuenta como principal aval con su capacidad de movilización –aunque empiezan a escucharse voces que critican su excesivo protagonismo en el proceso catalán teniendo en cuenta que se trata de una entidad extraparlamentaria–, seguirá de cerca de Mas. De momento, ha iniciado una campaña que se desarrollará este fin de semana a modo de prueba piloto de la consulta, y que consistirá en una recogida de firmas masiva por toda Cataluña a favor de la independencia.

La asamblea basa está iniciativa en el derecho de petición, que reconoce la Constitución y que es similar a una Iniciativa Legislativa Popular, según la cual los ciudadanos pueden presentar reclamaciones a sus diputados. En este caso, la ANC pretende recoger un número de rúbricas favorables a la secesión para llevarlas a la Cámara catalana si no hay consulta, con el objetivo de que los representantes electos catalanes declaren la independencia. La asamblea prepara además acciones de desobediencia y campañas internacionales para defender la independencia de Cataluña. Una emancipación que, por otra parte, no despierta pasiones en el exterior, como reconoció el portavoz del Ejecutivo, Francesc Homs.

Mas sufre, por tanto, un marcaje férreo que denota que el soberanismo no se fía del todo de CiU, pero el presidente catalán no ha lanzado hasta la fecha ninguna señal de debilidad que haga dudar sobre sus intenciones de llegar hasta el final en el desafío al Estado. Pactó con Esquerra, va cumpliendo la hoja de ruta acordada con los republicanos, fijó la fecha y la pregunta de la consulta y en breve llevará su petición del referéndum al Congreso, tras la votación del jueves que viene en el Parlament.

Además, Convergència arrancará en una semana la campaña por el sí en la consulta. Lo hará con un mitin de Mas en Barcelona. Un nuevo acelerón que a Duran no le agrada. «Hay que hacer las cosas bien, sin quemar etapas», dijo el líder de Unió.

EL CORREO 11/01/14