El movimiento nacional

EL MUNDO 29/09/14
PEDRO G. CUARTANGO

HA QUEDADO claro en los últimos días en dónde coloca su legitimidad Artur Mas: en la calle. Es a ella a quien invoca como fuente de legitimación para llevar a cabo una consulta ilegal, para la que pidió el pasado sábado el apoyo de las masas.

La apelación al poder de la calle frente a la legalidad constitucional no es nueva. Hay muchos precedentes en Europa y todos acabaron en desastre. Mas debería leer la historia de la Primera Guerra Mundial para enterarse de las consecuencias de movimientos como los que él inspira.

He elegido la palabra «movimiento» porque eso es lo que ha creado Artur Mas, que, utilizando las instituciones y el cargo, ha puesto en marcha una dinámica que le lleva a romper la legalidad y los pactos de la Transición que permitieron una convivencia pacífica de todos los españoles.

Lo que ha creado el nacionalismo de CiU y ERC es un movimiento porque su legitimidad no apela a la noción de ciudadanía sino a sentimientos identitarios que dividen a la población entre quienes son buenos catalanes y quienes traicionan a la causa, que son calificados literalmente de «fachas».

Yo no creo que los nacionalistas sean fascistas o antidemócratas, pero es evidente que Artur Mas ha adoptado una deriva populista por la que pretende imponer una política de hechos consumados para romper unas reglas que no le gustan y que unilateralmente quiere cambiar en base a un derecho que no tiene y que nadie le reconoce.

Artur Mas se ha metido en una dinámica que se le ha escapado de las manos porque las fuerzas que ha desatado son ya incontrolables y le empujan a un suicida enfrentamiento contra el Estado, que no va a tener otro remedio que responder al desafío.

Lo peor que le puede pasar a Cataluña es que este conflicto político se traslade a la calle y degenere en una fractura social. Y esto es lo que está provocando el presidente de la Generalitat desde hace dos años al instigar el odio hacia España y la confrontación entre catalanes.

Cuando un dirigente pide ayuda a la calle y apela a las masas para sacar adelante una iniciativa se está convirtiendo en un demagogo. Y eso es lo que está haciendo Mas para burlar la ley, lo que va a traer nefastas consecuencias porque se empieza saltando un reglamento y se acaba tapando los delitos de Jordi Pujol, todo en nombre de la patria.