El nacionalismo eleva el tono en las Cortes tras el 9-N

EL MUNDO 12/11/14

· Rajoy romperá hoy por fin su silencio sobre la consulta con una comparecencia en La Moncloa

Las fuerzas independentistas elevaron ayer el tono en las Cortes, crecidas tras la votación del 9-N y ante el silencio, desconcertante para muchos, de Mariano Rajoy. Tuvieron que ser la vicepresidenta y el ministro de Hacienda los que hicieran frente en el Senado al desafío redoblado de CiU, ERC e ICV, que no dudaron en asegurar que la secesión acabará consumándose.

Sáenz de Santamaría y Montoro se atuvieron a los principios que siempre ha manejado el Gobierno: el derecho de autodeterminación no existe en la Constitución, la soberanía reside en el conjunto de los españoles y, además, los catalanes apostaron con un 90% de los votos por la actual Carta Magna que el Gobierno está dispuesto a defender porque es la ley.

Y también arremetieron contra el 9-N recalcando que fue un «fracaso» porque «dos de cada tres catalanes ignoraron» la aspiración de la Generalitat; que la votación no fue ni un referéndum ni una consulta, y que el Gobierno –y el PP– nunca se prestarán a negociar planes secesionistas.

Más allá de eso, el Ejecutivo, apoyándose en el principio de que la Justicia es independiente, evitó, pese a la impaciencia de su propio partido, abordar las posibles consecuencias penales que la celebración del 9-N pueda tener para Artur Mas y los miembros de su Gobierno, y tampoco dio respuesta, aunque eso sí es de su competencia, a la insistente demanda de apertura de un canal de diálogo político que permita devolver las aguas a su cauce.

A la vista de la confusión que el silencio de Rajoy había generado en su propio partido, Moncloa anunció a última hora de la tarde que hoy habrá una comparecencia extraordinaria del presidente en el Palacio de La Moncloa. En el PP esperan que las palabras de Rajoy sean determinantes.

Pese a la inquietud de las últimas 72 horas y las discrepancias públicas de algunos diputados, fuentes de la dirección del PP mantuvieron ayer que el sentir «mayoritario» en el partido es de respaldo a la actuación del Gobierno. También, remarcaron, en la organización catalana, donde más notorios se han hecho los lamentos por cierto «desamparo» ante la consumación de la votación el 9-N.

Por su parte, fuentes de la Fundación Faes, a quien en las últimas horas se ha atribuido estar detrás de la posición de la plataforma Libres e Iguales, por la vinculación que tiene con ellos su portavoz, la diputada popular Cayetana Álvarez de Toledo, negaron cualquier relación con esta organización y aseguraron que «cuando Faes ha querido decir algo lo ha dicho y lo ha publicado».

Libres e Iguales aseguró el lunes que el 9-N descalifica al Gobierno de Rajoy para seguir cumpliendo «su mandato constitucional». Sin llegar a este extremo, hay diputados que se identifican con esta posición. Ayer, ante el anuncio de comparecencia de Rajoy tres días después del proceso de participación, fuentes del PP volvieron a remarcar los fallos de «comunicación» y lamentaron que el presidente no se pronunciara el domingo.

Entre tanto, los defensores del derecho a decidir la ruptura con el Estado –CiU, ERC e ICV– hicieron ayer gala en el Senado de una potencia renovada, demostrando que el sucedáneo de consulta del domingo les ha insuflado nuevos ánimos.

Tanto fue así que incluso el senador de CiU Josep LLuís Cleríes, ahondando en una herida por la que supura una parte del PP, llegó a desafiar a la vicepresidenta Sáenz de Santamaría con una pregunta que quedó en el aire: «Si tan ilegal era la consulta, ¿por qué la permitieron? ¿Por qué ningún juez la impidió?». Al 9-N, añadió Cleríes, el Gobierno sólo dio una respuesta «a través del plasma».