El Parlamento virtual

EL MUNDO – 07/04/16 – LUCÍA MÉNDEZ

· España ha inaugurado desde el 20-D un sistema político inédito: la democracia parlamentaria virtual. Todo ha cambiado, pero todo sigue igual. El Parlamento es el único órgano constituido en el que puede ensayarse esa realidad virtual. Y a eso se han aplicado los líderes con entusiasmo. A tono con la evolución tecnológica en esta materia, la sensación de realidad está muy bien conseguida. Tan lograda como en los simuladores de vuelo o en los juegos con los que se entrenan los militares. Y mucho mejor que en las gafas de Google.

Los debates tienen una apariencia asombrosa de realidad. Hasta Mariano Rajoy parece un presidente real y sube a la tribuna como si lo fuera. Pronuncia su discurso, como siempre, y la oposición –que también parece muy real– le sigue sacudiendo. Aunque no como siempre, sino con más brío dialéctico, porque ha aumentado el número de líderes ardorosamente dispuestos a combatir al PP. Como si fuera una campaña electoral. En este caso, una campaña electoral muy real.

La habilidad de los políticos españoles para sostener esta sensación de realidad es digna de elogio. Se esfuerzan en combinar lo real y lo virtual con notable sofisticación. Los observadores pueden alcanzar ese estado onírico en el que no se distingue entre realidad e irrealidad. «Aquí venimos a debatir, a hablar, a charlar». La atinada definición es de Pedro Sánchez, el líder que simula ser jefe de la oposición real a la vez que presidente del Gobierno virtual.

Los debates parlamentarios simulan ser perfectamente reales, aunque son perfectamente virtuales. «El Congreso aprueba paralizar la Lomce», titulan los cronistas. La Lomce seguirá tal cual porque el Gobierno que tiene que paralizarla no existe. De hecho, no hay Gobierno real. Pero la oposición se ha dado una alegría. De aquí al 2 de mayo, aún se regalarán otras juergas contra el PP, al que le tienen muchas ganas. Serán alborozos virtuales con una satisfactoria sensación de realidad. Hay una gran animación en la Cámara. Los actores están tan cómodos en sus papeles que si por ellos fuera tal vez seguirían así toda la legislatura. Rajoy en La Moncloa. Sánchez en Ferraz. Y los dos nuevos cachorros de la política sacudiéndose con garbo para ocupar el espacio de los mayores.

El pleno sobre la cumbre europea y la crisis de los refugiados ha sido el último acto del Parlamento virtual. Un auténtico debate electoral. Sánchez y Rajoy contra sí mismos y Pablo Iglesias –el orador parlamentario con más recursos dialécticos y escénicos para levantar la modorra virtual– contra Albert Rivera. Un combate en todo su esplendor. El líder de C’s fue el primero en mentar la bicha de Venezuela, puesta en suerte por los diarios de tirada nacional. Rafael Hernando amplió el foco geográfico hasta Irán y alrededores. Un escenario de ataque y derribo contra los rebeldes poco novedoso, ya ensayado durante los dos últimos años. Y con un éxito bastante descriptible, a juzgar por el éxito electoral de esta formación política.

El Poder Legislativo gobierna España, para solaz del líder de Ciudadanos. Este nuevo sistema político y parlamentario requiere de algún teórico que le otorgue densidad. Necesita una doctrina creativa a la altura del desafío. Si alguien se apunta ya puede darse prisa, porque a esta democracia parlamentaria virtual le queda poco.

EL MUNDO – 07/04/16 – LUCÍA MÉNDEZ