El penúltimo delirio de Artur Mas

ABC 28/07/15
EDITORIAL

El proceso rupturista emprendido por el soberanismo catalán, con el presidente de la Generalitat al frente, hace tiempo que superó el umbral del esperpento. Y, sin embargo, Artur Mas se empeña en superarse cada día. Ayer presentó el modelo de agencia tributaria que se dispone a crear en caso de una eventual independencia de Cataluña. El organismo de recaudación y de gestión que impulsa el Ejecutivo de Artur Mas, basado en el de Australia y Suecia, se fundamenta en la «cooperación con el contribuyente» por encima del «control». No será porque la Agencia Tributaria española se haya caracterizado por controlar y atar en corto a algunos de los más ilustres nombres del nacionalismo catalán, empezando por quien fue su líder, Jordi Pujol. Porque si hay alguien que no puede quejarse del trato recibido por Hacienda son los abanderados del soberanismo.

A dos meses exactos para las elecciones autonómicas, la Generalitat insiste en su desafío al Estado. Es una estrategia delirante que pretende convertir a los ciudadanos de Cataluña en rehenes de un ilusorio proyecto secesionista basado en la más absoluta distorsión de la realidad. No hace tanto tiempo que la propia Generalitat invitaba a los contribuyentes catalanes a no cumplir con la Agencia Tributaria y a pagar sus impuestos ante un organismo dependiente del Gobierno catalán. El resultado fue espectacular: menos de cien personas –de un total de más de tres millones de contribuyentes en Cataluña– siguieron el consejo. La agencia tributaria es una de las principales estructuras que, según el Gobierno catalán, se necesita para plantear un estado independiente. Olvida el Ejecutivo de Mas que la estructura principal del Estado es su ordenamiento jurídico. Y por encima de la ley no hay nada, salvo el delito.