El PSOE de Pedro Sánchez

JOSÉ MARÍA CARRASCAL, ABC – 28/07/14

· La única propuesta de Pedro Sánchez es un «Estado Federal», auténtico bálsamo de Fierabrás, que igual cura la crisis económica que la catalana.

El Pedro Sánchez que se entrevista hoy con Rajoy ¿tiene tras sí el PSOE fuerte y unido que buscaba para dar la gran batalla electoral del próximo año? Aparentemente, sí. Ha elegido como mano derecha –perdón, izquierda– a un joven y poco conocido riojano, César Luena, que le es completamente fiel, y para la presidenta del partido, a Micaela Navarro, tan discreta como eficiente. La ejecutiva –ese «gobierno en la sombra»– tiene un claro tinte femenino, con extremeñas, castellano-manchegas, valencianas, junto a una catalana de largo recorrido, Carme Chacón, que esta vez no ha querido perderse el tren y se encargará de los asuntos internacionales. Junto a ella, Patxi López, que tiene ya muy poco que hacer en el País Vasco.

Todos ellos, incluido el propio Sánchez, bajo el manto de la gran sultana andaluza Susana Díaz, que, al frente del Consejo Político Federal del partido, se reserva para asumir el papel principal cuando las circunstancias lo aconsejen. Pero tan importante o más fueron las ausencias, y no me refiero a las extranjeras, Schülz, Valls, sino a las propias. Ni Madina ni Pérez Tapías, los dos aspirantes derrotados, figuran en la ejecutiva e incluso se han quejado de no haber metido la cuchara en ella. Algo que puede traer problema en el futuro.

Más problemas todavía presenta el camino a elegir. Sánchez se mueve entre el «estaré tan a la izquierda como la militancia de base» (que suena al «os daré lo que me pidáis» de Zapatero a los catalanes) y el «no caeré en populismos ni en demagogia», (que suena a «no seguiré la senda de Podemos»). Vamos a ver cuál de esos caminos elige. Porque tiene ambos flancos desguarnecidos. A su izquierda, un Podemos succionándole votos de jóvenes e indignados.

A su derecha, un PP intentando movilizar a sus votantes desencantados con el inicio de la recuperación económica. Y lo peor para el nuevo líder del PSOE es que cada paso que dé en una dirección le costará tantos votos o más en la opuesta. Lo más fácil para él sería adoptar simultánea o correlativamente ambas actitudes, «dar una de cal y otra de arena», como suele decirse. Pero con una clase política quemada ante la opinión pública, tal actitud puede terminar siendo la peor de todas, al perder toda credibilidad la segunda vez que lo intentase.

De momento, su única propuesta es un «Estado Federal», auténtico bálsamo de Fierabrás, que igual cura la crisis económica que la catalana. Pero sin siquiera decirnos qué clase de federalismo, habiendo tantos, aparte de requerir una reforma de la Constitución para la que se necesita un tiempo y un consenso que hoy por hoy no existen. O sea: que Pedro Sánchez depende, a la postre, de Rajoy, el mismo al que quiere jubilar. La política gasta estas bromas macabras.

En cualquier caso, le deseamos suerte. España necesita un PSOE fuerte, unido… y realista. Pero, naturalmente, desde fuera poco podemos hacer.

JOSÉ MARÍA CARRASCAL, ABC – 28/07/14