El trípode inestable de Urkullu

TONIA ETXARRI, EL CORREO 06/02/13

· De todas las ocupaciones del lehendakari en el nuevo Gobierno vasco, el área económica, con sus inevitables recortes, tiene prioridad absoluta. Pero Urkullu, que está manejando los tiempos con calculada progresión marcando diferencias de ritmo con los nacionalistas catalanes, quiere enviar un mensaje nítido a la sociedad. Le preocupa la situación económica y la destrucción de empleo también en Euskadi, pero no va arrinconar la llamada pacificación y el autogobierno. En su caso, el orden de factores no altera el producto. Economía, convivencia y más soberanía conforman el trípode con el que se mueve en sus múltiples entrevistas. Ya sea con el Rey, el presidente Rajoy, los diputados generales o los representantes parlamentarios. Ayer, con UPyD, el guión no se alteró un ápice. Por eso, además de mostrarse receptivo ante la reclamación de Gorka Maneiro de establecer un plan de lucha contra el fraude fiscal, la pacificación y el autogobierno ocuparon buena parte de la reunión.

Mucho más difícil que lograr apoyos puntuales en el área económica le va a resultar convencer al resto de grupos parlamentarios, aparte del PNV (EH Bildu, socialistas, populares y UPyD), para que formen parte de la ponencia de paz. Cuando se configuró en marzo de 2012 los herederos de Batasuna, como tales, no eran parlamentarios. Ahora, EH Bildu quiere partir de cero como si la historia de Euskadi, con sus cincuenta años de terrorismo, empezara justo a partir del momento en que ellos se reincorporan a la Cámara. Los populares quieren hacer especial hincapié en la necesaria disolución de ETA y en que los herederos de Batasuna asuman su responsabilidad por haber dado cobertura al terrorismo. Y a UPyD ni siquiera le parece necesaria que se constituya la ponencia. Y así se lo dijo ayer Maneiro al lehendakari.

Sobre el plan soberanista, Urkullu ha formulado escasas proclamas, cierto, pero su Gobierno va dando pistas de cómo quiere ir construyendo la nación propia sin grandes alharacas. Cuando la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, pidió más Ertzaintza y menos Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, volvía a recuperar las ensoñaciones propias de quienes quieren cortar cualquier identificación con el Estado español. Con la excusa de la coyuntura de los recortes, la consejera recuperó la idea del «repliegue» de la Policía y Guardia Civil, esos «cuerpos ajenos» a los que aludió Urkullu antes de ser lehendakari. Sin las prisas de Artur Más, pillado por sus socios de Esquerra Republicana, pero sin pausas.

Primero, la estabilidad presupuestaria en donde podría lograr acuerdos con el PP, aunque le faltaría un voto para la mayoría necesaria. Tendrá tropiezos en su plan de convivencia porque tan sólo los socialistas le acompañan de momento. Y topará con obstáculos en su plan soberanista, no tanto para conseguir una mayoría en el Parlamento vasco sino con el Gobierno central.

Pero ese será el último tiempo de una legislatura que acaba de estrenar. Mientras tanto, habrá que ver si el lehendakari Urkullu puede caminar con fuerza a pesar de que dos de las tres patas de su trípode tengan una estabilidad tan precaria.

TONIA ETXARRI, EL CORREO 06/02/13