En el subsuelo de la política

EL MUNDO – 03/11/15 – VICTORIA PREGO

· Cuanto más avanzan más se hunden. Están metidos en un lago de arenas movedizas creado por ellos mismos y se comportan como quien tiene la certeza de que no va a salir vivo de allí. De ahí sus movimientos desesperados y su afán obsesivo de alcanzar sus objetivos derribando todo obstáculo que encuentran a su paso. Y eso que todavía se están moviendo en el ámbito doméstico, que no otra cosa es el reglamento de su parlamento, pero preparémonos para asistir a sus ataques a discreción y saltos en el vacío cuando todos sus desmanes vayan siendo recurridos ante el Tribunal Constitucional.

En el mundo del independentismo catalán no hay regla que valga ni norma que no pueda ser incumplida en cuanto se oponga a la voluntad política de alguno de sus componentes. Y ahí tenemos a la señora Forcadell, que lo ignora todo acerca del respeto al que los diputados de una cámara legislativa son acreedores, pasándose por el arco del triunfo los requisitos exigibles para convocar una Junta de Portavoces. Si ella confesó públicamente que nunca pensó que llegaría a ser un día diputada, hay que decir que nosotros tampoco y que el hecho de que la hayan elegido nada menos que presidenta del Parlament demuestra en qué poco valoran los independentistas la representación popular que se regula en cualquier democracia.

Pero no se le ha quedado atrás el señor Homs, consejero de Presidencia de este dizque Gobierno en funciones, cuando anuncia que, pase lo que pase, el 9 de noviembre se votará la resolución secesionista, pasándose él también por el mismo arco que Forcadell las mínimas normas de respeto al funcionamiento de la Cámara.

Y no sólo eso: en una demostración de grosería intelectual suprema, se refiere al respaldo ofrecido al presidente del Gobierno por Pedro Sánchez y Albert Rivera para que defienda con su apoyo la unidad de España, la soberanía nacional y el estado de Derecho, como un acto en el que los dos líderes han ido «a hacerle la pelota» a Mariano Rajoy. Este es el nivel de subsuelo político, democrático y ciudadano en el que se mueven los independentistas. Es soez.

Y, mientras, en CDC ni siquiera someten a votación el contenido del acuerdo de secesión firmado con los de la CUP, o impuesto por ellos. Es la huida ciega hacia la muerte. En Convergència han asumido que si no sacan a Mas de presidente, es decir, que si Mas se hunde en mitad del torbellino, el partido se hundirá con él. Por eso, perdida por completo la razón, se mueven ya por las cloacas de la política intentado escapar del fracaso, de la desintegración y, lo que es más seguro de todo, de la apisonadora de la acción de la Justicia, que se acerca inexorablemente a ellos y les está pisando los talones.

Este episodio va a pasar a la Historia, pero no como gesta, como ellos mismos se dijeron en medio de su frenesí, sino como esperpento. Y pensar que se atreven a apelar a la comunidad internacional para que respalde las burradas que están cometiendo…