Editorial-El País

UGT y CC OO avalan el ‘procés’ con su presencia en la protesta de mañana

Ninguna de las explicaciones que los principales sindicatos españoles (UGT y CC OO) ofrecen sobre su participación en la manifestación independentista de mañana es convincente. Las secciones catalanas de ambas centrales sindicales han decidido participar en la protesta convocada por una plataforma en la que figuran la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural y sostienen que se trata de “construir puentes” porque su objetivo es facilitar que haya un Gobierno ya en Cataluña. ¿A quién pretenden engañar? Si esa fuera la finalidad, ambos sindicatos se sumarían a una protesta plural en la que estuvieran representadas las dos posiciones que hoy polarizan a la opinión pública catalana en vez de apoyar solo a una parte.

La central sindical de Renfe en Cataluña se ha desmarcado de esa protesta que pide la liberación de los “presos políticos”. Es una posición relevante sustentada en un argumento razonable: “Somos una sección sindical integrada por afiliados con distintas opciones políticas”.

Es evidente que la inestabilidad política no favorece los intereses de los trabajadores. Por ello, resulta aún más intolerable que no se movilizaran cuando el desafío independentista estalló aprobando ilegalmente leyes de desconexión y convocando un referéndum también ilegal. Y sobre todo cuando miles de empresas trasladaron sus sedes fuera de Cataluña, lo que sí que es un grave perjuicio para el mercado laboral. Pero no; la primera vez que los sindicatos se movilizan es ahora, en un homenaje-protesta por los seis meses de cárcel que sufren algunos de los dirigentes secesionistas y mientras los que están en libertad se niegan a presentar un candidato viable para presidir la Generalitat. Es tan evidente el mensaje que Ciudadanos, el partido más votado en Cataluña, y la organización Sociedad Civil Catalana les han pedido que rectifiquen. Naturalmente, han hecho oídos sordos.

La participación de UGT y CC OO en esa marcha de mañana es un despropósito. Desborda el cometido principal de una organización sindical y, sobre todo, ofrece un inestimable aval al independentismo. Ambos sindicatos tienen dimensión europea e internacional y, por tanto, dan alas fuera de nuestras fronteras a quienes ponen en tela de juicio la actuación del Estado de derecho cuando este ha reaccionado legítimamente contra los políticos que han vulnerado la ley y han pretendido subvertir el orden constitucional desoyendo a la mitad de la población catalana.

Una parte de la izquierda española tiene una relación errónea con el nacionalismo y debe actualizar criterios. En el resto de Europa el nacionalismo ha estado y está unido a la derecha y el populismo. CC OO y UGT persisten en el error. Como tantas instituciones de la democracia, están en crisis y sufren la desafección de sus bases tradicionales. El procés ha acelerado las bajas en Cataluña, según sus propios datos. Acudir a una protesta independentista no parece el mejor remedio a sus males. A los trabajadores y al país en general les vendría mejor que se comprometieran en la defensa de los derechos de los trabajadores y no de los que arruinan su futuro con su irresponsable proceder.