ETA anuncia alto el fuego «permanente y verificable», pero españoles dudan y exigen su disolución total

Reportaje del principal periódico chileno que incluye las opiniones del director de la agencia Vasco Press, Florencio Domínguez, y de los responsables de la Fundación para la Libertad Javier Elorrieta y Nicolás Redondo.

La noticia original


La banda separatista vasca lanzó una declaración en la que ofrece una tregua «general». «No sirve el comunicado de ETA; tiene que dar pasos mucho más contundentes y definitivos: no vamos a permitir ningún engaño», declaró Rodríguez Zapatero.

«Es una buena noticia, pero no es la noticia», resumió el Vicepresidente del gobierno español, Alfredo Pérez Rubalcaba, describiendo el sentir de la mayoría de sus compatriotas frente a la declaración difundida ayer por ETA, que anunciaba «un alto el fuego permanente y de carácter general, que puede ser verificado por la comunidad internacional». La satisfacción no es total y el escepticismo es alto porque tras una serie de treguas, todas interrumpidas y estériles, la única noticia que esperan escuchar ahora es la «completa disolución» de la banda separatista vasca. Quieren que ése y no otro sea el titular del día siguiente.

«No sirve el comunicado de ETA; tiene que dar pasos mucho más contundentes y definitivos: no vamos a permitir ningún engaño», indicó el jefe del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, quien recalcó que «sólo vale el fin definitivo de la banda terrorista». Y que hasta que ello no se produzca, «seguirán las detenciones y la persecución de aquellos que no respetan las leyes».

Las palabras clave

Pero pese a que las autoridades resaltaron su disconformidad, lo cierto es que la declaración de ETA sí tiene varias claves novedosas respecto a sus pronunciamientos anteriores.

Aunque la banda terrorista insiste en que no cejará «en su esfuerzo y lucha», y reitera que se deben «resolver las claves de la territorialidad y el derecho de autodeterminación», declara también su «compromiso firme con un proceso de solución definitivo y con el final de la confrontación armada». Y destacan tres palabras nuevas utilizadas: «permanente, general y verificable».

La primera de éstas es la más cuestionada, ya que ETA es conocida por romper las treguas de manera unilateral y sangrienta. «Este anuncio no es más creíble que los anteriores. En 2006 también dijo que era permanente», advierte Florencio Domínguez, experto en terrorismo y director de la agencia Vasco Press.

Sobre su verificación, el grupo propone una «comisión internacional», algo que rechazó ayer el gobierno y que también se ve poco practicable. «Es un juego de palabras que en realidad no significa nada. Verificable fue la destrucción de arsenales del IRA, pero ¿quién verifica la actividad de una organización clandestina?», añade Domínguez.

Que sea un alto el fuego «general», en cambio, sería más importante, porque supondría no sólo que no habrá atentados -lo que ya había sido anunciado el año pasado, cuando ETA tomó la decisión de «no llevar a cabo acciones armadas ofensivas»-, sino que también significaría el fin de la extorsión a través del llamado impuesto revolucionario que cobran a empresarios.

El analista destaca además el hecho de que se trata de su primera tregua «sin contrapartida», sin una negociación previa. «ETA se vio presionada para hacerlo por tres factores: por el acoso policial -hace 17 meses que no comete ningún atentado, no por decisión voluntaria suya, sino por el acoso policial en España y Francia-; por la presión de su entorno político, con Batasuna que necesitaba que parase para volver a la legalidad (ver relacionado), y finalmente por la Declaración de Bruselas», una carta coordinada por el mediador sudafricano Brian Currin y suscrita por cuatro premios Nobel irlandeses y sudafricanos. Quienes ahora podrían presionar al gobierno para negociar.

«Tomadura de pelo»

Como con todo lo que se refiere a ETA, que ha matado a 829 personas en más de 40 años, existen más dudas que certezas.

«Las palabras de ETA son tomaduras de pelo. No es el comunicado que se le exige», dice a «El Mercurio» Javier Elorrieta, ex integrante de la banda en los años 60 y hoy activista en contra del terrorismo, quien considera que la declaración «no tiene ninguna valoración política». «Ahora ETA busca que se hable de ellos, pero esto se apagará como una vela. En ETA están acogotados».

Nicolás Redondo, ex líder de los socialistas vascos y presidente de la Fundación para la Libertad, es algo más optimista respecto el anuncio. «Hoy es un buen día, porque sabemos que mañana ETA no va a matar. Pero lo que queremos todos es que sencillamente dejen las armas y no intenten tutelar, condicionar o influir en la vida política vasca. Que desaparezcan», dice a este diario. «Quiero pensar que es el principio del fin. Quiero creer que estamos ante un anuncio que será el preámbulo de otros en los que ETA terminará abandonando las armas. Quiero ser optimista, pero cautelosamente, prudentemente, responsablemente».

El trío que controla al grupo armado

David Pla. Es el supuesto jefe de la estructura de apoyo a los presos de ETA y fue quien ayer leyó el comunicado en español.

La policía considera que Pla, de 35 años, tendría un papel importante dentro de la estructura política, en cuanto a sus posibilidades de relacionarse con las organizaciones de su entorno.

Pla fue detenido en abril del año pasado, pero tras una controvertida decisión fue puesto en libertad, y días después se dio a la fuga.

Iratxe Sorzabal. Tiene 38 años y la policía le atribuye la participación en tres atentados mortales. Sorzabal forma parte de la jefatura del grupo a partir de mayo del año pasado, pero desde 2009 ocupaba la cúpula del aparato político.

Fue detenida en 2001 y denunció torturas; posteriormente fue absuelta por los tribunales. La Guardia Civil sostiene que desde entonces reside en Francia bajo una identidad falsa.

Izaskun Lesaka.
Procede, como muchos de los militantes de ETA de su generación, de la violencia callejera. Lleva años ocupando puestos importantes en el aparato político de la organización.

Imputada por pertenecer a las juventudes etarras, se encuentra prófuga desde el año 2005. Hay constancia policial de que es la autora de varios comunicados de ETA y de que ha dado órdenes a comandos operativos de la organización armada.

La fuerza que ejerce el brazo político de la banda

El entorno político de la organización armada confía en que el comunicado de ETA ayude a Batasuna, ilegalizada en 2003 por sus vínculos con el grupo armado, a volver a la legalidad como referente político y poder presentarse a las elecciones municipales de este año, pese a que el gobierno español ya ha advertido que esta declaración es insuficiente para ello.

El anuncio de ETA de un alto el fuego es una decisión «valiente, de alcance histórico» y una oportunidad para avanzar hacia la paz, según la Izquierda Abertzale (denominación que ha permitido al entorno político de ETA superar en cierta forma la ilegalización de Batasuna).

El director de la agencia Vasco Press, Florencio Domínguez, dice que «había un conflicto entre la organización armada y su brazo político, donde Batasuna necesita que ETA pare y ellos se resistían».

Domínguez sostiene que los etarras cedieron para presionar al gobierno hacia una negociación, pero que las autoridades han sido claras al decir que Batasuna no ha roto con ETA.

Según Javier Elorrieta, quien formó parte del grupo armado en los años 60, en Bilbao se comenta que dentro de los grupos separatistas vascos muchas personas pueden estar irritadas con el comunicado: «No era lo que esperaban, porque esto no les conduce a nada, a ninguna participación».

21 treguas ha declarado la ETA desde 1989, incluyendo la de ayer.

Declaraciones más importantes:

* 08/01/1989: ETA anuncia su primera tregua, de dos semanas, coincidiendo con las conversaciones de Argel con el gobierno socialista español de Felipe González, que, finalmente, fracasaron.

Esta «pausa» prolongada fue meses después del atentado más mortífero de ETA, en junio de 1987 en Barcelona, cuando un auto bomba mató a 21 personas en el centro comercial Hipercor.

* 16/09/1998: ETA decreta una tregua que acaba 14 meses después tras el fracaso de las negociaciones con el gobierno de Aznar.

* 22/03/2006: El gobierno socialista intenta contactar a la organización para negociar, sin éxito, el fin de las armas. ETA declara el cese el fuego hasta junio de 2007, pero antes de ello, el 30 de diciembre de 2006, realiza un atentado en el aeropuerto de Barajas, en el que mueren dos ecuatorianos.

* 05/09/2010: Después de meses sin cometer atentados, ETA anuncia que pondrá «fin a las acciones armadas ofensivas», aunque no precisa por cuánto tiempo ni si abandona definitivamente las armas. Al gobierno español le parece insuficiente.

EL PERIÓDICO (Santiago de Chile), 11/1/2011