ETA ha perfeccionado su aparato de falsificación tras el cese de los atentados

EL CORREO 07/03/13

 El último golpe policial asestado a ETA en Francia revela que el cese de la actividad armada no ha sido óbice para la plena operatividad y modernización del aparato de falsificación, estructura clave para mantener el activismo en la clandestinidad. Los dos últimos etarras detenidos en territorio galo, el pasado 21 de febrero en Moulins, llevaban una veintena de diferentes documentos de identidad falsos de países europeos y americanos, entre ellos por primera vez copias del nuevo modelo electrónico del DNI español. El salto tecnológico ha sido posible gracias al material de vanguardia robado por varios activistas a una empresa francesa a finales de 2010, días antes del anuncio del alto el fuego general que fue la antesala de la renuncia a los atentados en octubre de 2011.

A los dos últimos terroristas detenidos en Francia se les incautó la primera copia «muy lograda» del nuevo DNI electrónico español
Oier Ibarguren y Montxo Varea tenían en su poder documentos de identidad falsificados de España, Francia, Italia, Reino Unido, Costa Rica y México. Además de sus fotografías, los carnés y pasaportes incautados llevaban los retratos de otras tres personas, probablemente militantes en activo de ETA. A la vista de la cantidad de papeles falsos confiscados, los investigadores creen que los detenidos trabajaban en una imprenta clandestina o bien se encargaban de distribuir su producción entre los distintos activistas escondidos en Francia.

Las fuentes antiterroristas francesas consultadas subrayan que por primera vez se han interceptado ejemplares del Documento Nacional de Identidad español en formato electrónico, un modelo que se creía infalsificable. En concreto se halló una copia «muy lograda» de un carné con chip que llevaba la foto de una mujer todavía no identificada, por lo que se desconoce si se trata de una activista o de una versión de prueba. También había copias en fase de experimentación del DNI electrónico pues estaban sin fotografía o presentaban la de un niño.

Expertos en la materia relacionan esta innovación con el equipamiento expoliado a la empresa Impuls France, especializada en informática de vanguardia y distribuidora de artículos de identificación automática de productos y personas. El atraco perpetrado el 20 de diciembre de 2010 en sus instalaciones de Bourg de Péage, a un centenar de kilómetros al sur de Lyon, por dos hombres y una mujer encapuchados y vestidos de negro es la última operación de comando ejecutada por ETA antes del anuncio oficial del cese definitivo de la actividad armada.

Agentes franceses detuvieron a Oier Ibarguren y Montxo Varea y les incautaron documentos de identidad falsos de España, Francia, Italia, Reino Unido, Costa Rica y México. Tenían un DNI electrónico español «muy logrado» con la foto de una mujer . formáticos para formatear las falsificaciones, los asaltantes se llevaron una veintena de impresoras de alta definición capaces de imitar credenciales, carnés, permisos de conducir y tarjetas bancarias, así como las cédulas identificativas de guardas jurados, transportistas de fondos o vigilantes de aeropuertos.

Algunos de los modelos robados sirven para insertar hologramas de seguridad, bandas magnéticas y chips electrónicos. Es el caso de la HDP5000 Single-Sie, considerada la máquina perfecta para imprimir superficies que no sean de PVC ni completamente lisas; por ejemplo los carnés con chip. También se llevaron una DTC-4500, de impresión directa en tarjeta de plástico y capacidad de codificación.

 Preocupante
Cuando la eventualidad de un desarme unilateral parece alejarse, en París se considera «muy preocupante y contradictorio con las buenas intenciones proclamadas que los etarras traten de mantener sus capacidades operativas». En especial causa perplejidad el interés por dotarse del nuevo DNI, un carné con vocación de uso preferente en España. Además, se enfatiza el reciente paso a la clandestinidad de gente no fichada, fenómeno del que es ejemplo Montxo Varea, uno de los presuntos colaboradores del aparato de falsificación cuyo arresto ha fortalecido la tradicional desconfianza francesa.