ETA se dispersa

ETA lleva años utilizando el territorio portugués de forma ocasional como punto de paso para hacer algunos atentados en España. Ahora se disponía a dar un paso más con la instalación de una parte de su logística tratando de ponerse a salvo de la presión policial en Francia.

El intento de ETA de instalarse en Portugal poniendo en marcha una fábrica de bombas constituye la operación estratégica más importante de la organización terrorista en muchos años. La banda parece haber decidido trasladar a territorio luso una parte fundamental de su aparato logístico que ha funcionado siempre en el espacio francés.

Algunos datos pueden dar una imagen precisa de lo que suponía su plan. La furgoneta interceptada por la Guardia Civil en Zamora camino del país vecino contenía –entre otros muchos efectos– 25 temporizadores y 50 relojes electrónicos que también son utilizados como temporizadores. Con ellos se podrían fabricar 75 bombas, cinco más de las que ha utilizado ETA en los últimos tres años. La banda, por tanto, transportaba a Portugal material electrónico para fabricar bombas que daría para varios años de actividad terrorista. Para valorar la importancia del alijo de Zamora sirve otro dato: en el 2004, los servicios de información de la policía francesa y la Guardia Civil descubrieron en Saint Michel, junto a la frontera navarra, una casa en la que ETA elaboraba bombas desde 1990. En aquella vivienda, la fábrica más importante de la banda, había cuarenta temporizadores, muchos menos que los que se llevaban a Portugal.

ETA lleva años utilizando el territorio portugués de forma ocasional como punto de paso para hacer algunos atentados en España. Ahora se disponía a dar un paso más con la instalación de una parte de su logística tratando de ponerse a salvo de la presión policial en Francia.

Los etarras hace tiempo que intentan eludir la persecución policial dispersándose por todo el territorio galo. Varios datos lo apuntan: en los últimos tres años se ha detenido etarras en 19 departamentos englobados en diez regiones; el pasado año se encontraron zulos en nueve departamentos, y los coches bomba robados en Francia y utilizados en atentados en España desde el 2005 procedían de otros ocho departamentos. La banda ha diseminado sus casas de escondite, sus zulos, los robos de coches y, en resumen, su actividad por una gran parte del territorio francés, en especial en núcleos rurales pequeños.

Esa dispersión no les ha servido para librarse del acoso policial y eso se refleja en la reducción sustancial de los atentados y de las víctimas en los últimos años. Posiblemente, todo eso explique el paso dado por ETA de trasladar una parte sustancial de su actividad logística a Portugal, donde la policía, que no conoce su modus operandi y carece de experiencia a la hora de combatirles, tardaría un tiempo en adaptarse y en reaccionar con eficacia para atajar la infiltración etarra.

ETA hubiera podido jugar con la sorpresa durante algunos años si una pareja de la Guardia Civil de Bermillo de Sayago no hubiera estado trabajando en la calle una desapacible noche de invierno.

Florencio Domínguez, LA VANGUARDIA, 13/1/2010