Euskadi y Cataluña

FLORENCIO DOMÍNGUEZ, EL CORREO – 30/12/14

Florencio Domínguez
Florencio Domínguez

· Cataluña es, seguramente, el lugar de España donde más se cuestiona el Concierto Económico vasco.

El domingo se reunieron los presidentes de Euskadi y Cataluña y ayer los líderes del PNV y de Convergència para escenificar las coincidencias entre los dos nacionalismos. Los encuentros, sin embargo, no han podido obviar las diferencias de estrategia que mantienen Iñigo Urkullu y su partido de Artur Mas y el suyo. Desde que Mas iniciara su radicalización hace más de dos años, los líderes del PNV han guardado las distancias en todo momento y han tenido mucho cuidado en mantener una línea de acción alejada de la que siguen sus tradicionales socios catalanes.

La denuncia de la recentralización que se achaca al Gobierno de Mariano Rajoy ha estado en el centro de estas dos reuniones. Urkullu y Mas habrían acordado «trabajar de forma conjunta» para hacer frente a ese proceso de recentralización, según el comunicado oficial difundido tras el encuentro de Ajuria Enea. Eso se proclamaba el domingo. El lunes, representantes de las consejerías de Educación de Andalucía, Cataluña, Asturias y Canarias se reunían en Madrid para pedir el retraso en la aplicación de la LOMCE. Euskadi estaba ausente.

Los nacionalistas de Cataluña y el País Vasco denuncian las políticas de recentralización de Rajoy y a esta denuncia se suman los socialistas. En esta legislatura, sin embargo, el Ejecutivo de Urkullu y el central han alcanzado acuerdos sobre diez leyes cuestionadas que han evitado los correspondientes recursos ante el Tribunal Constitucional. El diálogo entre Madrid y Vitoria no sólo no se ha roto sino que está siendo eficaz para canalizar discrepancias. Sucede que esos acuerdos tienen menos impacto público que los conflictos, los desacuerdos y los recursos ante el Tribunal Constitucional.

Denuncian los nacionalistas catalanes y vascos que el Gobierno central rompe unilateralmente «los consensos políticos básicos» alcanzados hace tres décadas, pero no hay mayor rotura de cualquier clase de consenso que el protagonizado por Artur Mas y su proceso secesionista con referéndum farsa incluido.

El PNV y Convergència han escenificado estos días un cierto acercamiento basado en la crítica a Madrid y las frases protocolarias de solidaridad y apoyo entre nacionalistas que tienen algunos intereses comunes, como las candidaturas europeas, pero que también tienen intereses muy diferenciados. Cataluña es, probablemente, el lugar de España donde más se cuestiona el Concierto Económico vasco. La fidelidad entre los nacionalismos catalán y vasco suele durar hasta que uno de ellos se entiende con Madrid.

No hay más que ver la historia de los pactos políticos a tres bandas entre el nacionalismo catalán, el vasco y el gallego (las famosas Galeuzca o Galeusca) que se remonta a los años treinta del siglo pasado y que se reactiva de tanto en tanto. O la Declaración de Barcelona de 1998, entre PNV, CiU y BNG. El historiador José Luis de la Granja explica los fracasos de estos pactos por la gran distancia existente entre los tres nacionalismos, «cuyas alianzas responden mucho más a un factor de índole negativa (su oposición al Estado español) que a elementos positivos comunes».

FLORENCIO DOMÍNGUEZ, EL CORREO – 30/12/14