Fandango

EL MUNDO 02/10/14
ARCADI ESPADA

He estado analizando las posibilidades de que estos chicos consigan lo suyo sin mojarse. Viendo desde mi sofá lo de la plaza de San Jaime bajo la lluvia, me acordé de aquel fandango inmortal que cantaba mi Fernanda: «La noshe del aguacero dime donde te metiste que no se te mojó el pelo». Un fandango que alude por igual al adulterio como a la falta de compromiso, globalmente considerada. Pero que en nuestra hora heroica emplaza a ese millón setecientos noventa y cinco mil catalanufos que se juntaron conmigo en el sofá.

Bien. He hecho números.

Tomando el último sondeo de este diario, observo que las posibilidades de que los chicos consigan la independencia con paraguas, y sin necesidad de sumarse a las rudas incomodidades de Hong Kong, ville, son estimables. Lo que los números dicen, en efecto, es que la suma de Pd’s, ERC, PNV, CiU, Amaiur e IU alcanzan el 33,6 por ciento de los votos. Y la suma de PP y UPyD da un 35,7. Es decir que, en términos españoles, solo un dos por ciento de los votos separa el derecho a decidir de unos pocos respecto al derecho a decidir de todos.

El atento lector se habrá preguntado antes del hipnótico punto y aparte qué diablos he hecho con el voto socialista, que suma un 22,3. Bueno… Lo que he hecho es dejarlo en el limbo, es decir, no molestarlo allí donde está desde el principio de los tiempos. Sin meterme en más jonduras a ese 22 hay que restarle el voto del PSC, que supone el 13 por ciento del voto total socialista: casi un 4 por ciento del voto total de los españoles. Y no es preciso recordar que el PSC, uno más de los partidos nacionalistas, está por el derecho a decidir limitado y que su actitud es compartida por muchos irreprochables españoles que votan socialista.

Me parece pues que las conclusiones están claras. En vez de salir a la calle buscando amor y encontrando hostias los nacionalistas catalanes deberían iniciar una campaña de convencimiento del resto de españoles. Con cerca del 40 por ciento de asentimiento electoral el referéndum lo tienen a un tiro de piedra y básicamente socialista. Será costoso, largo y difícil; pero mucho más costoso es saltarse la ley. Y la noche y el frío y la lluvia y las porras. Este camino no solo sería un camino de responsabilidad para los nacionalistas. También para el conjunto de los partidos españoles. Una cosa es hacerse el demócrata y el Pilatos y decir hay que votar y otra muy distinta escribir secamente en el programa: «Que voten».

En fin. Ansioso de ver si unos y otros se atreven a hacer el demócrata hasta el vero punto del que alardean.