¡Íñigo, tronco!

EL MUNDO 06/01/17
F. JIMÉNEZ LOSANTOS

CUANDO parece imposible que Pablo Iglesias Turrión perpetre una idiotez mayor, va y la perpetra. «El más masculino y más femenino de los hombres» (Declaraciones Escogidas, Vanity Fair, 2016), que está a 10 minutos de descubrir que Victoria’s Secret es Victoria Kent, ha producido un anuncio dizque para animar a la feligresía podemita a participar en el Auto de Fe en el Líder y quema ritual del réprobo Íñigo Errejón, en lo que han dado en llamar Vistalegre II. Pero como su nivel cultural se mueve entre la teleserie antigua y la solapa de libro de Vizcaíno Casas (llamar sucia a Isabel la Católica –y a Fernando, de paso– cuando hasta los menos instruidos en Historia de España saben que, seguramente por el recuerdo de la Farsa de Ávila contra su hermano, fue siempre pulquérrima, sólo puede venir de Isabel, camisa vieja), ha querido rendir homenaje a la reposición televisiva de Twin Peaks abrazado a un tronco, en recuerdo del personaje de Margaret Latterman, una pirada con la que, al parecer, se identifica.

Lo que no hacía nunca la Dama del Tronco, o sea, del Tronko, era ponerse al lado de una chimenea, porque podría ceder a la tentación de arrojar el leño al fuego y, entonces, adiós muñegote, frazada de Linus o Barbie Vegetal. Sin embargo, así aparece el Gran Timonel de la Izquierda Antiespañola: acunando su tronco a modo de bebé, mientras las llamas a su espalda evocan esa hoguera tuitera en la que sus huestes llevan tostando a Errejín desde antes de Navidad, digo del Solsticio.

Estas cosas pasan cuando el culto a la personalidad de un jefe de partido –en España, todos los que no son del PSOE– recae en un mequetrefe intelectual: se le ocurre una gansada y a ver quién es el que lo critica, se juega el hashtag y acaba en el paro. Pero internet es un invento diabólico y a los dos minutos de subir el vídeo crepitaba la sátira y ardían las metáforas: «Natural, que un tarugo hable con un tronco»; «Diálogo para tarugos»; «El alcornoque dialoga con su rama»; «Cada mendrugo con su tarugo»; «Título: Tonto con Madero», Óleo sobre lienzo. 1917. Autor: Dipunovia en curso»; «Maduro habla con un pajarito y éste con un tronco: bien vamos».

En las referidas al discurso «geopolítico» (sic) del Tuerkas la coincidencia era total: al Tronkito Errejín no lo salva de la hoguera ni el Socorro Rojo. De Género.