Interior mantiene como «primer desafío» la lucha contra ETA

EL CORREO, 14/1/12

Ignacio Cosidó promete que la Policía seguirá en la «vanguardia» hasta lograr la «derrota definitiva» de la banda

La nueva cúpula del Ministerio del Interior quiere mantener la «tensión» de las fuerzas de seguridad en la lucha antiterrorista. Durante la última semana, el mensaje a todos los nuevos cargos ha sido idéntico: el anuncio de ETA del 20 de octubre renunciando a su actividad armada no va a cambiar nada, ni estructuras ni funcionamento ni número de efectivos. Al menos a medio plazo. Ese mismo planteamiento fue el que ayer, ante la nueva dirección del Cuerpo Nacional de Policía, repitió el director general de la institución: «el primer desafío sigue siendo el terrorismo».

Ignacio Cosidó aprovechó la toma de posesión de la nueva junta de gobierno de la Policía para recordar que «el anuncio del cese de la actividad terrorista por parte de ETA, del que todos nos congratulamos, no debe hacernos bajar la guardia lo más mínimo». Sus palabras fueron seguidas con atención por dos de los tres mandos que, a partir de ahora, llevarán todo el peso de la lucha antiterrorista en el Cuerpo, el director adjunto operativo, Eugenio Pino, y el comisario general de Información, Enrique Barón. El tercer miembro del nuevo triunvirato antiterrorista, el recién nombrado jefe superior de Policía del País Vasco, Fernando Amo, -sustituyendo al polémico Enrique Pamiés, imputado por el chivatazo a ETA- no estuvo presente en el acto ya que hasta el próximo lunes no tomará posesión de su cargo en Vitoria.

A ellos, y a la decena de responsables de la lucha contra ETA presentes durante la jornada de ayer en el complejo policial de Canillas en Madrid, Cosidó les hizo la promesa de que la nueva junta de gobierno «mantendrá al Cuerpo Nacional de Policía en la vanguardia de esa lucha hasta lograr la derrota definitiva de esta organización terrorista».

Las palabras del director, que también alertó del «aumento de la amenaza del terrorismo yihadista en los próximos años», tuvieron inmediato eco en el mensaje que el ministro del Interior quiso dar a los agentes.

Jorge Fernández Díaz, que en breve tiene intención de desplazarse al País Vasco para entrevistarse con los mandos de la lucha contra ETA para transmitirles en persona la orden de mantener la guardia alta, aseguró ayer que mientras la organización terrorista no se disuelva y entregue las armas, la detención de sus militantes será un objetivo prioritario para las fuerzas de seguridad, que van a seguir «activas y vigilantes» en la lucha antiterrorista. «El Estado de Derecho no está en suspenso», advirtió el máximo responsable de Interior.

«Austeridad»

Más allá de ETA y de la potenciación de la lucha contra el crimen organizado, la crisis marcó la toma de posesión de la nueva dirección policial. Cosidó pidió a los agentes mantener su eficacia pero «reduciendo costes». «El Cuerpo Nacional de Policía debe ser un ejemplo de las políticas de austeridad, de ahorro y de eficiencia imprescindibles para sacar a nuestro país de la crisis económica en la que se encuentra», arengó el nuevo director.

Tanto Cosidó como Fernández Díaz, que tuvieron palabras amables para la junta saliente, se aplicaron, en público y en privado, a explicar que el cese de la práctica totalidad de la cúpula policial nombrada por el Gobierno socialista no debe entenderse como una vendetta, sino como un «acto de normalidad institucional». «Es un signo de buena salud democrática el deseo legítimo de contar con los profesionales más idóneos».

«Y digo idoneidad porque profesionales son todos», apuntó Jorge Fernández.

La toma de posesión contó con un gran ausente, el hasta ayer número dos de la Policía y hombre de confianza de Alfredo Pérez Rubalcaba y Antonio Camacho, el exdirector adjunto Miguel Ángel Fernández Chico, aquejado de una muy grave enfermedad. El ministro y el director, quienes el jueves visitaron a Fernández Chico en el hospital, quisieron personalizar en él -del que valoraron su «esfuerzo en condiciones adversas»- su agradecimiento al trabajo de los mandos salientes de la época socialista.

EL CORREO, 14/1/12