La apuesta independentista de la nueva CDC impide una mayoría del centro derecha

EL CONFIDENCIAL 02/07/16

· Rajoy no puede contar con los cinco diputados del PNV hasta que se celebren las elecciones vascas ni con los ocho de la antigua Convergència, apuntada al secesionismo como ERC

La posible carambola del PP para formar Gobierno sin contar con el PSOE, aunque solo sea para que se abstenga, se presenta aún más complicada que la noche electoral del 26-J. Lo que queda de Convergència, ahora el Partido Demócrata Catalán, se acaba de proclamar oficialmente independentista y sus ocho diputados se sitúan fuera del ámbito de pactos del centro derecha convencional. En el PP lo consideran un problema añadido para el juego de los pactos, que hace aún más imprescindible el entendimiento con los socialistas.

Mariano Rajoy no puede contar con los cinco diputados del PNV para un eventual pacto de legislatura hasta después de las elecciones autonómicas vascas de octubre, y los herederos de la antigua CiU comparten ahora los viejos postulados secesionistas de ERC. Cualquier cálculo de mayorías de investidura y/o gobierno con los antiguos socios del PP en 1996 queda descartado, según admiten en fuentes de la dirección de los populares. «Es impensable un tótum revolútum con Ciudadanos, Convèrgencia y el PNV», añaden en los mismos medios.

El no de los nacionalistas vascos y la apuesta oficial por el independentismo del nuevo partido de Artur Mas y compañía es otro argumento para replicar a la teoría del PSOE según la cual el PP tiene que entenderse con «los afines» antes que con los socialistas. Con los secesionistas no se puede contar para nada (principio asumido por el propio Pedro Sánchez en la pasada legislatura), solo Coalición Canaria (un diputado) está predispuesto al pacto y Ciudadanos ha sido hasta ahora tan afín al PSOE que en marzo pasado firmó un acuerdo de gobierno con su secretario general para intentar hacerle jefe del Ejecutivo.

Las relaciones de la nueva formación de Mas con el PP se presentan tan complicadas que los nacionalistas ni siquiera quieren que se conozca quién, cuándo y dónde enviarán emisario a hablar con Mariano Rajoy dentro de la ronda de contactos con todos los grupos. Solo se sabe que se celebrará una entrevista entre hoy y mañana.

Por primera vez en su historia, Convergència o sus herederos están abocados a no tener grupo parlamentario en el Congreso, porque no cumplen los requisitos que exige el reglamento de la Cámara. No llegaron al mínimo del 15% de los votos en Cataluña y ahora dependen del ‘préstamo’ de diputados de otros grupos para tener la subvención y el protagonismo propios de grupo parlamentario. O negocian ese ‘atajo’ o se tendrán que ir al mixto. 

Cegada la posibilidad de buscar la carambola de una mayoría de centro derecha con el PNV (o PDC) más CC y Ciudadanos, en el PP insisten en que la única suma real sigue siendo la que cuente con el apoyo o la abstención de los socialistas. En esa misma línea, consideran que lo más importante de un posible acercamiento a Albert Rivera es que pudiera servir para «ablandar» a su antiguo candidato Pedro Sánchez en el «no es no».

En la dirección de los populares, se ratifican en su idea original de que solo el entendimiento con el PSOE puede desbloquear la situación y posibilitar un Gobierno estable que pueda afrontar de entrada la elaboración de los Presupuestos. Luego está el plan B: acuerdo en dos fases, primero investidura y en octubre, pactos de legislatura.